El Palmarés de los Globos de Oro parece dejar claro, con su escasez de sorpresas y sus decisiones conservadoras hasta en las categorías donde se esperaban grandes revelaciones, que la normalidad ha vuelto a Hollywood. El triunfo de 'Oppenheimer', independientemente de sus merecimientos, certicifica que ni el streaming ni el cine comercial suponen amenazas para el statu quo del Hollywood de siempre: "películas de prestigio" y "series de calidad" vuelven a ser etiquetas de moda en Los Angeles.
Las dos películas más premiadas este año han sido 'Oppenheimer', el biopic de Christopher Nolan sobre el creador de la bomba atómica y 'Pobres criaturas', una versión feminista del mito de Frankenstein a manos del griego Yorgos Lanthimos con reparto de estrellas (Emma Stone, Mark Ruffalo, Willem Dafoe). Ambas son ejemplos perfectos del cine de autor que triunfa en Hollywood: un taquillazo de alto presupuesto y una película inclasificable y personal, pero accesible gracias a su reparto y su alto presupuesto.
La película de Nolan ganó los premios a Mejor película dramática, Mejor director, Mejor actor en drama, Mejor actor de reparto y mejor banda sonora, y la de Lanthimos, Mejor película musical o comedia y Mejor actriz de musical o comedia. Entre las dos, pero sobre todo la segunda de ellas, arrebataban las posibilidades de irse a casa con premios al gran fenómeno de taquilla del año, 'Barbie', que solo se contentaba con el nuevo premio de Mejor fenómeno de taquilla y Mejor canción.
Los Gobos de Oro dando la espalda a la película más taquillera del año continúa con la tendencia de la última edición, en la que Avatar 2 y Top Gun: Maverick se ueron a casa (como era de prever) sin premios. Pero el caso de esta edición de 2024 es especialmente significativo, teniendo en cuenta la buena prensa que ha arrastrado Barbie desde su estreno, los elogios que han levantado Margot Robbie y Ryan Gosling y el alcance del fenómeno Barbenheimer en general, que ha sido representado así en la edición de forma solo parcial.
Vuelve la televisión de prestigio
Aún más significativo es el triunfo de tres series que rompen con los records de premios que llevaban acumulando hace dos y tres años Netflix y sus series. Se trata de 'Succession' (con cuatro premios y ninguna sorpresa aquí, es tradicionalmente una niña bonita de los Globos de Oro) de HBO, de 'Bronca' (tres premios) de Netflix y de 'The Bear' (tres premios) de FX. Tres casos clásicos de "televisión de prestigio" al estilo de la HBO tradicional, con interpretaciones intensas, fuertes dosis de drama y temas muy relevantes.
No muy lejos, pero sí significativamente atrás quedan los tiempos en los que Netflix arrasaba en nominaciones (no necesariamente en premios: recordemos el descalabro de 'Mank'). Vuelve la mencionada "televisión de prestigio" no solo en estilo sino también en nombre, con HBO recuperando el liderazgo en la temporada de premios. De nuevo (y como 'Barbie'), Netflix no tiene rival en términos de audiencia, pero de nuevo los premios vuelven a girarse para apuntar a las opciones "de calidad", al margen de la taquilla.
En un año en el que la taquilla promete caer en picado, con mil millones de dólares menos de recaudación en 2024 que en 2023, Hollywood se refugia en lo bueno conocido, en la calidad que le permite asentar sus cimientos con películas infalibles y escasísimo riesgo. Las temporadas de premios son siempre señales de tendencias en la industria, y todo apunta a que se va a multiplicar el conservadurismo.
Lo que hemos visto en los últimos años, con el streaming revolviendolo todo a nivel empresarial y de gustos entre los espectadores, sumado a las bombas en taquilla lanzadas por Disney, ametrallando los cines con películas clónicas pero de gran éxito, han resultado ser, vistas con perspectiva, fenómenos impactantes pero pasajeros. Vuelve, parece ser, el cine "de premios" de toda la vida-. Ahora queda por ver si llega a tiempo para hacer reflotar la industria.
Cabecera: Golden Globes
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