'Destiny’ ha vuelto, por primera vez para PC. Y con él la épica de mundos a medio colonizar, la ciencia ficción light, el roleo, los bailecitos y unas mecánicas de disparos mejor engrasadas que nunca. Porque si algo sabe hacer ‘Destiny 2’, el shooter en primera persona cruzado con MMO, es apuntar a la cabeza, a ese gen que nos vuelve adictos al juego rápido.
Pero también es cerebral. Porque es casi imposible medrar sin planear la jugada, sin formar parte de algo más grande. Y como todos recordamos lo difícil que son los comienzos, viendo cómo algunos jugadores triplican tu nivel, aquí tenemos esos consejos clave que otros aprendieron tarde y mal, los apuntes que te colocarán justo arriba del todo, donde aparecen los engramas más jugosos.
Previously on Destiny
Vayamos hasta el principio. La historia del primer Destiny era rica en matices pero a su narrativa le faltaban detalles. Por su pretendida parquedad, apenas podíamos atisbar lo que se cocía a través de las cartas del Grimorio, que estaban en Bungie.net y no dentro del propio juego. En resumen podemos decir que 'Destiny' comenzaba in media res, intentando responder a las incógnitas del pasado.
El Viajero, un cuerpo celeste, alcanzó los confines del universo. En su travesía proporcionó conocimiento que sirvió a civilizaciones como la nuestra. La Humanidad tuvo constancia de su existencia justo al desembocar en Marte. En este periodo se crean IA’s que jugarán un papel crucial en el devenir. El Viajero desaparecerá y vendrá la Oscuridad. Nada se sabe, sólo que otra raza está devorando la vida, que está desequilibrando al Viajero hacia su beneficio.
Entonces se produce el Colapso: el Viajero se “sacrifica” posándose sobre una zona que posteriormente será La Torre, en La Última Ciudad, y quedará dormido. Bajo su amparo, una de esas IA’s advierte del poder del Viajero y comienza a diseñar un protocolo, por si se le ocurre despertar y abandonarnos. Entretanto, pasan 700 años y la Oscuridad va ganando terreno. La Humanidad había terraformado buena parte del Sistema Solar; ahora es carne de cañón.
A partir de aquí entran un montón de actores en escena: la Colmena —y su progenitor, el Rey de los Poseídos—, Los Nueve, Corazón Negro, las tres hijas del Rey Osmio, Los Caídos, los Dioses Gusano, los Cabal, los Vex… Muchos templos, muchas deidades, mucho cacharro. Este era el núcleo de todo. Aunque podemos reducirlo a LUZ VS OSCURIDAD.
Nosotros, los guardianes, aparecemos en La Torre —en 'Destiny 2' no queda ni eso: la Última Ciudad ha sido devastada— y debemos plantar cara a los malos. Y esto mismo resume, por suerte, la secuela: da igual que no sepas nada del lore, te vas a hinchar a matar malos con el arma más grande que encuentres.
Un magnífico espacio para los eSports
Como puedes intuir, aquí hay sustrato suficiente para la especulación, para esos usuarios devotos que confabulan sobre las distintas líneas narrativas. Algo propio de los MMO. De hecho, fue el propio Lars Bakken, diseñador jefe, quién apuntó que sería la comunidad quien tomara la última decisión: que ‘Destiny 2’ se transforme en un eSports como ya lo fue ‘Halo’, anterior saga de Bungie, depende de nosotros mismos.
Eventos como 'Las Pruebas de los Nueve' nos recuerdan claramente a las estructura de juego de los MOBAs
Como es obvio, la primera semilla ya está sembrada. Sólo hay que fijarse en el evento JcJ (jugador contra jugador) ‘Las Pruebas de los Nueve’. En ella nos enfrentamos en escuadras de 4vs4 en una especie de buscar y destruir con diferentes fases. Con cada victoria, el equipo vencedor desbloquea un área donde un vendedor especial concede una recompensa.
Cualquier modalidad natural daría aquí por terminada la partida. Pero en este caso pasamos a una nueva ronda, dentro del mismo espacio, por lo que se prodiga la revancha. Acumulando victorias, hasta un máximo de 7, la recompensa será muy diferente: desde lo alto de la torre se encuentra la Emisaria, en la Tercera Espira. Cruzaremos el umbral y descenderemos a un lugar onírico que salvaguarda los mejores engramas para ti y tu facción.
Esta forma de dilatar la partida y desbalancearla es propia de los MOBA, donde las prisas por el “early” dejan un “mid game” más cerebral, para finalmente volver a un “late game” frenético. En cuanto a los mapas, Bungie ha dejado claro que quiere menos enfrentamiento y más estrategia, escaramuza, verticalidad y habilidades encadenadas. Así que ya sabes: métete en un clan lo antes posible y no malgastes munición.
Eligiendo tu guardián
'Destiny 2' cuenta con las mismas tres clases de la anterior entrega: Titán, el clásico tanque, unidad de primera línea que crea escudos y muy efectivo en el cuerpo a cuerpo; Hechicero, más ligero y enfocado al apoyo-sanación, amigo de la granada fragmentaria y el doble impulso; y Cazador, más abocado al sigilo, el disparo a larga distancia y el dash para eludir ataques.
Pero esto es sólo una capa superficial de lo que podemos obtener de cada personaje. Cada clase cuenta con tres subclases —desbloqueables en los niveles 8 y 15—. El Titán cuenta con tres subclases especialmente ofensivas: el Centinela (y su súper ‘Escudo Centinela’) está diseñado para los jugadores tipo melee que se mueven poco.
La subclase Asaltante y su súper ‘Puños del caos’ es magnífica para ejecuciones cuerpo a cuerpo, para barrer zonas con golpes sísmicos. La tercera opción, Quiebrasoles, cuenta con el ‘Martillo del Sol’: no es fácil de usar si no eres especialmente ágil con los controles.
El Cazador puede convertirse en un Jinete del arco, un saltimbanqui mortífero. Su superhabilidad, ‘Vara de Arco’, ejecuta una muerte acrobática atravesando a los enemigos con una vara de energía pura. Si eres un malabarista con las armas cortas puedes optar por el Pistolero, con la súper ‘Arma dorada’ desintegras a cualquiera de un disparo. Misma fórmula, pulsando L1+R1/LB+RB cuando la barra de súper está llena. Con un estilo de juego más enfocado al trampeo y la bomba de humo, si optas por ser un Acechador Nocturno, cuentas con la súper ‘Tiro en la sombra’, la cual crea un ancla de vacío que debilita a los enemigos.
Por último, el Hechicero puede elegir ser un Empuñasoles, portador de la espada ‘Alborada’, para aniquilar a los enemigos desde el cielo, como un angelito de muerte. Si optas por ser un Caminante del vacío cuentas con la súper ‘Bomba nova’, un proyectil de vacío que desintegra a quienes estén cerca. Y si los vértices oscuros no son lo tuyo, puedes ir más allá con el Invocatormentas. Su súperhabilidad ‘Trance de tormenta’ te rodea de energía y te hace invulnerable mientras desatas un torrente de energía letal.
Y aprendiendo sus habilidades
En el caso del Titán, como ya irás viendo, nuestro consejo es que aproveches tu barricada para recargar munición y convertirte en una torreta humana. Podrás bloquear caminos cortos y ponerte las botas matando a rivales. También puedes lanzar tu escudo pulsando L1, convirtiéndolo en un arma ofensiva a lo Capitán América. Ah, y aprovecha las espadas enemigas siempre que puedas para hacer cargas y ataques devastadores.
Si eres Cazador, esquiva y derriba cuerpo a cuerpo con el cuchillo. No es un consejo, es una advertencia por tu propio bien. Esquivar hace que la súper sea más letal —podrás elegir entre recargar tu energía o tu munición, como veremos más adelante—: con un movimiento de stick puedes girar y colocarte incluso delante de un enemigo que tengas detrás.
Y si te da por jugar con un Hechicero, tenemos dos apuntes para ti: dispara a la bomba nova para que detone antes y aprovecha las grietas curativas desde el aire. El método es sencillo: si te persiguen, la lanzas y esquivas al enemigo en el aire, tocando dos veces círculo o B según plataforma, y apunta hacia el vértice de sanación. Te dará unos segundos extra para reponerte y vengarte.
A por los engramas exóticos
Si jugaste al primer 'Destiny' lo recordarás: los engramas —esas piezas de colores que esconden armamento, piezas o vestimenta— comunes o blancos no valen nada. Los verdes, bueno, podrían ayudarte en los primeros niveles. Los azules serán interesantes hacia el final de la campaña. Pero es a partir de los legendarios (púrpura) y exóticos (amarillos) donde el sistema se pone interesante, donde tu arsenal se convierte en tu signo de identidad.
La fuente más abundante de experiencia te la darán las misiones de La Guerra Roja. Es decir, conviene completar la campaña sólo por los puntos que lograrás al final de la misma. Tampoco ignores los eventos públicos —a poco que lo hagas bien lograrás legendarias—, ni las aventuras. Y, aunque sabemos que son algo aburridas, no dejes de hacer redadas y patrullas. Te vendrán genial para subir tu nivel de luz, el numerito que define tu nivel de potencia.
Cometemos el error de jugar sin una meta clara y cada bala debe contar para una misión, tener un objetivo
Cometemos el error de jugar sin una meta clara y cada bala debe contar para una misión, tener un objetivo. Por eso, acepta siempre todos los encargos que puedas, ya tendrás tiempo de canjear las recompensas. Para obtener ciertos objetos se nos marcarán requisitos que irán cambiando. Échales un ojo antes de lanzarte a disparar como un loco.
Realizando distintas hazañas y desafíos conseguirás un montón de fichas y subirás la reputación de tu facción. Los mejores engramas caerán en el Crisol, el multijugador competitivo. Cada vez obtengamos un puñado de fichas del Crisol podemos llevárselas a Lord Shaxx para subir nuestra reputación. Y una vez tengamos un nivel de luz por encima de 260 es muy probable que recibamos engramas de leyenda. A porrillo. Por suerte, esto no es el primer ‘Destiny’.
Y allá va un consejo final: no compres objetos —juega con lo que lootees— ni entregues las recompensas de la campaña, ya que serán clave para más adelante, cuando haya aumentado dicha potencia.
Un colibrí a la primera de cambio
Sí, hace un momento decíamos que completar la campaña es crucial para medrar en la estructura cooperativa. Pero siempre podemos acelerar los procesos con alguna tómbola. Para obtener nuestra nave Colibrí necesitamos, en teoría, llevar a cabo todas las misiones de La Guerra Roja.
Pero siempre se puede intentar atajar: una vez terminada la secuencia de La Torre, al principio, iremos a La Granja y hablaremos con el NPC Tess Everis. Ella entrega engramas brillantes, ya sea completando misiones o comprándolos. No es difícil sacar el engrama de Colibrí: equípalo para poder usarlo y así ahorrarás tiempo en los desplazamientos por los mapas.
Todos quieren la Multiherramienta Mida
Otro matiz que puede ayudarte a balancear la partida es, cómo no, la mejor arma del juego. Una vez hayas terminado la campaña, con nivel 20, acepta la aventura ‘¡Altera!’ (en la Zona Muerta Europa) desde el mapa Trostlandia. Lo recordarás por una iglesia en ruinas. Tendrás que ir sorteando enemigos hasta llegar a una zona que se accede a través de unos túneles subterráneos. Allí arrasarás con el Caminante de Arsenal. Bien hecho, pero sólo has logrado la primera parte.
Una vez completada la zona te darán la Miniherramienta Mida. Ahora tendrás que ir al armero y aceptar la aventura ‘Apuntar’. En este caso debes acabar con 40 enemigos con disparos de precisión y otros 25 sin recargar. Una vez completada acepta la aventura ‘Bajo la capota’, otra misión que te exigirá desmontar 5 fusiles de explorador (azules o morados).
Entrega las piezas al armero y te dará la última aventura: ‘La caída te matará’. Aquí tendrás que hacer otras 50 bajas con subfusil desde el aire. Si lo has logrado, la recompensa maestra será tuya. Un fusil con daño inicial de 279, una pieza que balanceará tu rendimiento en el Crisol.
Sobrevive a toda costa
Seamos sinceros: a mayor riesgo, mayor beneficio. Así que si quieres medrar rápido en 'Destiny' deberás jugártela. Y nada mejor que a través del Modo Survival. Si el Crisol es hogar de buenas recompensas, el Survival es hogar de las mejores.
Si el Crisol es hogar de buenas recompensas, el Survival es hogar de las mejores.
Ojo, al limitar el número de bajas y marcar un contador, la tensión se dispara: sólo tienes 8 reapariciones por asalto, así que valora tu propia vida, quédate con tus compañeros, concentrando los objetivos y operando como un comando. Y alerta a tus compañeros en cuando divises a un enemigo: la comunicación es crucial. Puedes incluso avisar de que ya tienes la súper cargada e incluso intuir cuando un rival está en la misma tesitura.
No os rindáis, ni tampoco os arrinconéis: las mejores remontadas llegan cuando se diseña una estrategia conjunta. Por cierto, para una buena revancha es mejor combinar distintas armas: dos jugadores con pistolas de corto alcance pero mortíferas y dos fusiles tomando más distancia. El resto de consejos se basan en observar: dependiendo del tipo de mapa —con más espacios cerrados tipo pasillos— deberás ir modificando tu estrategia.
En definitiva, para ser el MVP (most valuable player) no basta con ser un magnífico jugador de shooters; debes cooperar, leer los movimientos rivales y anticiparte: Ya lo dijo Sun Tzu: «quien primero ocupa el campo de batalla y espera al enemigo puede descansar; aquel que llega más tarde a escena y se precipita a la lucha comienza cansado».
Juzgar a ‘Destiny 2’ es más difícil que jugarlo: estamos ante algo en permanente mutación, al que llegarán más raids, más cambios en el matchmaking —cada 90 días desembarca nuevo equipamiento y pequeños cambios mecánicos, incluso económicos, que irán definiendo el estilo—. Como decíamos al comienzo, depende de ti, como jugador, marcar las pautas del futuro.
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