La caja de cambios manual camina hacia su extinción definitiva. Mercedes ya ha dado el primer paso

La caja de cambios manual camina hacia su extinción definitiva. Mercedes ya ha dado el primer paso
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Las cajas de cambios manuales están en peligro de extinción. Como con algunas especies animales, su desaparición no se dará hoy o mañana, pero todo indica que languidecerán poco a poco hasta que no las volvamos a ver. O, al menos, tendremos que optar por alguno de los dos extremos del mercado: el lujo y la exclusividad o los modelos más baratos.

Un ejemplo muy ilustrativo es el del Mercedes Clase C. Tal y como ha confirmado un representante de la marca a la publicación Automobilwoche, la firma germana dejará de vender variantes manuales en su Clase C a partir del próximo año.

El motivo que alegan desde la marca es la baja demanda de este tipo de transmisiones, acelerado por un aumento de la electrificación. De hecho, una electrificación que vaya más allá de la hibridación de 48 voltios es sinónimo de cambio automático. No digamos entre los eléctricos puros, pues en el mercado sólo el Porsche Taycan utiliza un sistema de dos relaciones.

Caro y potente: automático

Por norma general, cuanto más potente y caro es el vehículo, menos presencia tienen las cajas de cambio manuales. La desaparición de la transmisión automática en el Mercedes Clase C sólo es un ejemplo más. Si saltamos a un Mercedes Clase E, no hay opción de elegir un cambio manual. Por supuesto, tampoco en un Mercedes Clase S.

En Seat tenemos un buen ejemplo de esto. El Ibiza se vende en versiones de 80, 90 y 110 CV, todas con cambio manual. Pero quien busque las opciones más potentes, las de 150 CV, sólo están disponibles con transmisión automática. En el Seat León, sólo las versiones de 90 y 110 CV son exclusivamente manuales. En las de 130 y 150 CV se puede elegir tipo de transmisión pero la versión tope de gama de 204 CV queda relegado al híbrido enchufable y, por tanto, al cambio automático.

Algo parecido pasa con el Seat Ateca, aunque aquí se puede optar por el cambio manual en sus versiones de 110, 115 y 150 CV. Dar el salto a los 190 CV de la opción más potente es renunciar a la transmisión manual. En caso de que busquemos un Seat Tarraco, sólo tendremos la posibilidad de elegir un cambio manual para el motor de 150 CV. El resto, combustión o no, de 190, 200 o 245 CV, quedan relegados a cambios automáticos.

La tendencia se repite si miramos a Cupra. Su Formentor sólo se vende en dos acabados de diez disponibles con cambio manual. El BMW Serie 1 sólo tiene tres opciones con cambio manual, una para su 116d, otra para su 118d y otra para su 118i. No hay cambio manual para versiones por encima de 150 CV. Un Mazda CX-5 sólo se puede elegir con cambio manual en versiones de 150 y 165 CV. Ambas mecánicas también cuentan con alternativa automática y las opciones de 184 y 194 CV sólo están disponibles con esta transmisión.

O exclusivo o barato

Como vemos, a poco que nos salgamos de las gamas bajas, la tendencia es la de limitar el cambio manual y, en los vehículos de gama media o alta, eliminarlo o acorralarlo a las versiones de acceso.

Los vehículos más baratos todavía mantienen una amplia gama de productos con cambios manuales. La caja de cambios automática es más costosa, por lo que la transmisión manual los hace más atractivos en un público que no puede desembolsar una gran cantidad de dinero. Además, son coches que también suelen carecer de cualquier tipo de electrificación, lo que desanima la instalación de cajas de cambios automáticas en ellos.

Hay que tener en cuenta, eso sí, que este tipo de automóviles pequeños y de combustión pura están condenados a desaparecer en los próximos años. Las normativa Euro 7 de emisiones que se está planteando hace inviable la comercialización de motores movidos exclusivamente por diésel o gasolina, lo que acelerará la transición al cambio automático en estos modelos o, simplemente, los condenará a la desaparición.

Donde es muy probable que se mantenga el cambio manual es en el coche de lujo o de capricho. El Mazda MX-5, por ejemplo, sólo se vende con cambio manual. Un Ford Fiesta ST, que siempre ha sido una referencia entre los utilitarios deportivos, también se vende con este tipo de transmisión. También el Ford Mustang sigue ofreciendo cambios manuales en sus opciones de combustión, por lo que no es de extrañar que Ford sea una de las pocas empresas empeñadas en salvar este tipo de transmisión.

Y, pese a todo, encontrar cambios manuales en vehículos más potentes también se está convirtiendo en una absoluta rareza que se celebra con cada llegada de un nuevo modelo al mercado. Incluso, BMW ya lanzó en 2016 su M5 exclusivamente con transmisiones automáticas.

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