Netflix es el rey del streaming de series y películas. Y, aunque nunca se ha alejado de su territorio estrella, lleva años coqueteando disimuladamente con otros medios, como el de los videojuegos. Hace un mes, un informe de The Information, sugería cómo la plataforma que dio luz a Stranger Things o a Narcos está ahora planteándose la expansión al mundo del píxel, al parecer buscando a un directivo que lidere esa nueva aventura.
Sin embargo, si volvemos la vista atrás, Google, Amazon y Apple, por mencionar algunas, han intentado antes abrirse hueco en esa industria sin mucho éxito. ¿Qué le depara a Netflix?
Se veía venir. Para empezar hay que mencionar que los videojuegos son en su esencia parte del entretenimiento interactivo, algo que Netflix lleva trabajando desde sus inicios y a lo que puede lanzarse sin alejarse mucho de lo que mejor hace. Además, hay que tener en cuenta que la industria está en auge debido, en parte, a la pandemia. Pero también porque se ha vuelto un hábito de consumo de la generación Z.
Esta historia de amor lleva tiempo cocinándose desde que la plataforma comenzó a lanzar series y películas interactivas donde los espectadores podían hacer clic en sus pantallas y decidir qué rumbo y qué decisiones iban a tomar los personajes y las líneas argumentales en experiencias como Black Mirror: Bandersnatch, todo un fenómeno viral cuando se estrenó. Pero también terminó otorgando la licencia de su popular serie Stranger Things a los desarrolladores para PlayStation y plataformas móviles.
Los posibles planes. Todo empezó a cobrar sentido cuando se filtró que la compañía buscaba a un ejecutivo para llevar a cabo esta expansión. Y pese a que aquella noticia de The Information no aclaraba qué implicaba esta expansión, la idea que más se ha nombrado desde entonces es la de habilitar un servicio de suscripción de videojuegos como Apple Arcade, la plataforma de móvil que ofrece la empresa del iPhone por 4 euros al mes.
Su situación económica es buena y parece estar en una posición adecuada para invertir. De hecho, hace poco comunicaba que ya no necesita pedir dinero prestado y que espera tener un flujo de capital positivo en 2022 después de años de estar en números rojos. Y siendo realistas, a diferencia de Amazon, cuya cultura corporativa ha demostrado estar en desacuerdo con la creatividad que exige una división de juegos exitosa, Netflix, que destaca por ser un paraíso para los creadores sin intervención, podría tener la energía necesaria. O al menos ser una forma de capitalizar los 200 millones de suscriptores globales de la empresa, muchos de los cuales son generaciones jóvenes.
¿Por qué podría salir bien? Lejos de un triunfo aplastante, el impulso de Netflix en los juegos podría ser simplemente otra forma de marketing para su contenido, y nada más. Es algo que ya vienen haciendo con su nuevo plan de podcasts. Los podcasts, los videojuegos, los productos de consumo y las asociaciones de marcas son al final terrenos con los que la compañía puede permitirse crear franquicias en torno a la propiedad intelectual de la empresa.
Y hay quien opina que el tiro puede ser acertado. El fundador y director de Kantan Games, el Dr. Serkan Toto, explicaba en este artículo de Inverse que la transición de Netflix a los juegos es inevitable y necesaria. “Netflix tiene ventajas sobre Google y Amazon: es una empresa de medios pura. Llevan años en el negocio del streaming y la nube, y tienen una propiedad intelectual original que se puede utilizar para juegos. Sobre el papel, esto le da a Netflix una ventaja sobre otros recién llegados".
Una transformación gradual. George Jijiashvili, el principal analista de Omida, está de acuerdo y sugiere que Netflix podría adoptar un enfoque más reflexionado y pausado que el resto de tecnológicas. “En lugar de sumergirnos en los juegos triple A de cabeza, imaginamos que Netflix primero experimentará con juegos multijugador HTML5 sencillos y familiares, con un control remoto de TV o un teléfono inteligente como controlador”, decía. Es decir, una manera de experiencia complementaria destinada a aumentar la participación y mantener a la gente en la plataforma por más tiempo.
¿Por qué podría salir fatal? Bueno, tomando como ejemplo al resto de tecnológicas, el futuro es oscuro. Google dio portazo recientemente a los estudios de desarrollo de Stadia por la imposibilidad que conllevaba afrontar los costes en términos económicos. Amazon Game Studios también ha cancelado múltiples proyectos y sigue sin lanzar un título que haga reventar el mercado. Los de Cupertino no se quedan atrás con un mediocre arranque de Apple Arcade. "Creo que lo intentarán, y creo que fracasarán. Es difícil hacer juegos", decía el director gerente de Wedbush, Michael Pachter en este otro reportaje de Business Insider.
Tanto él como otra reconocida figura de la industria como es Joost van Dreunen son escépticos. "La gran tecnología apesta en los juegos", señalaba, basándose en la evidencia de que las principales empresas de tecnología fracasan habitualmente pese a invertir millones de euros. "Lo ven de una manera que la distribución va antes que el contenido. Y debería ser al revés”, explicaba Van Dreunen. Es decir, que en lugar de crear videojuegos se han centrado en gran medida en la mecánica de cómo comprar y acceder a esos juegos, como ha sucedido con la plataforma Stadia de Google.
¿Ir a la contra? Pero claro, crear juegos a partir de la propiedad intelectual también es complicado. Disney lo ha intentado y su propiedad intelectual es mucho más fuerte que la de Netflix. Lo que sucede es que los buques insignia más importantes de Disney, desde los personajes de Marvel hasta la franquicia Star Wars, han tenido éxito en los videojuegos gracias a que Disney ha entregado en gran medida el control creativo a las principales desarrolladoras.
Netflix podría hacer lo mismo. O bien podría construir un servicio de retransmisión de juegos que aprovechara a la perfección su servicio existente. O podría comprar su entrada despilfarrando miles de millones de euros en un importante editor de juegos como EA o Ubisoft. Hacer algo similar a la reciente compra de MGM Studios por parte de Amazon, pero para videojuegos. El futuro dirá.