Por qué Brie Larson no aplaudió cuando nombró como premiado a Casey Affleck

Por qué Brie Larson no aplaudió cuando nombró como premiado a Casey Affleck
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Como os contamos ayer, la última ceremonia de los Oscar se puso muy política. Meses después de que ganase Trump y pusera vetos al movimiento migratorio, la Academia le daba un premio al iraní Farhadi. También, como haciéndose eco de las acusaciones vertidas en la consigna #Oscarssowhite, le daban bastantes premios a intérpretes negros y películas con una participación mayor de este grupo.

Pero puede que Hollywood no se haya resarcido del todo de algunos de sus peores tics. O eso parecía exclamar el rostro de Brie Larson cuando le tocó leer el nombre del premiado a Mejor Actor de esta ceremonia. La que se había ganado el año pasado el premio a Mejor Actriz por su papel como superviviente de un captor que abusó sexualmente de ella durante años debía entregarle la estatuilla a un hombre denunciado en dos ocasiones por acoso sexual.

Aunque Larson abrazó al actor premiado, no le aplaudió mientras se acercaba al micrófono, como es costumbre en esa posición. Su cara al descubrir al ganador fue todo un poema. Otra figura dedicada a la defensa igualdad de género, Chrissy Teigen, fue filmada por las cámaras de la noche simulando estar dormida durante la entrega de este premio. Al igual que la entrega del falso Oscar a La La Land, el gesto de las dos mujeres ha quedado también grabado para la historia del certamen.

El “pequeño bache” en la carrera de Affleck que no todo el mundo conoce

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Director y actores de Manchester by the Sea.

Puede que aún no hayas oído nada sobre las acusaciones de acoso sexual de Casey Affleck. Es normal, ya que muchos de los perfiles hechos de cara al posible triunfo en la noche de los Oscars del hermano pequeño de Ben Affleck obviaban este hecho. Otros, como Variety, hacían reportajes de miles de palabras en las que esta vivencia quedaba reflejada sólo en dos líneas, como una nota sin demasiada importancia.

Aunque algunos medios online sí han querido explicar en qué consistieron las dos demandas a las que se enfrentó el actor en 2010. Mientras filmaba el mockumentary I’m Still Here, protagonizado por Joaquin Phoenix (que entonces era su cuñado, ya que Affleck estaba casado con su hermana) recibió dos demandas de dos de las mujeres participantes en el rodaje.

De las mujeres “vacas” y abrazos nocturnos no consentidos

Amanda White entró como productora en la película a finales de 2008. Había trabajado en anteriores ocasiones con Affleck, pero los problemas, según su versión de los hechos, pormenorizada en la demanda que puede leerse aquí, comenzaron sólo a partir de que se empezada a filmar el falso documental. Las acusaciones van de un comportamiento nada profesional a intimidación física. White cuenta cómo, según su versión, Affleck intentó tener relaciones sexuales con ella, pero ante su negativa hubo ciertos gestos punitivos. Affleck supuestamente ordenó a uno de los empleados a bajarse los pantalones y enseñarle el pene a White.

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Joaquin Phoenix en I'm Still Here.

White también le acusa de ocupar junto a Phoenix un día su dormitorio mientras ella no estaba y que los hombres lo usaran para tener sexo con otras dos mujeres. Según la productora, Affleck se referirió constantemente durante el rodaje a las mujeres como “cows” (en inglés la palabra “cow”, además de “vaca”, tiene una connotación añadida de “hembra”), le mandaba mensajes de texto abusivos y llegó a decirla delante del equipo “¿no es hora de que te vayas quedando embarazada?”.

Estos y otros hechos son similares a los que Magdalena Gorka, la directora de fotografía, denuncia haber sufrido durante el mismo rodaje. De entre los distintos abusos que presuntamente fue recibiendo a lo largo del rodaje después de su negativa a acostarse con Affleck, Gorka cuenta un incidente especialmente llamativo, causado inicialmente por Phoenix.

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Magdalena Gorka, la directora de fotografía que acabó abandonando I'm Still Here.

Durante el rodaje el equipo al completo dormía bajo el mismo techo. Según Gorka, Phoenix le ofreció dormir en su cuarto mientras él descansaba en un sofá. Ella aceptó, pero a mitad de la noche dijo que se encontró con que Affleck se había metido con ella en la cama y estaba dormido abrazándola, medio desnudo y oliendo a alcohol. Al despertarse con el rostro de Affleck a centímetros de ella Gorka pensó en lo que podría haber pasado mientras dormía. El testimonio de Gorka es que ella le dijo a Affleck que se marchase, cosa que él hizo saliendo furiosamente de la habitación. A los días siguientes el mobbing que supuestamente le infligió, entre el que también se encontraba no haber cobrado por más de tres meses, hizo que la profesional abandonara el proyecto.

Borrón y cuenta nueva: Affleck es de nuevo querido en Hollywood

Ninguna de las dos profesionales recibió después el reconocimiento por su participación en la película. Ambas denunciaron a Affleck por sumas de más de dos millones de dólares. Affleck amenazó inicialmente con devolver la demanda, pero en ambos casos el actor llegó a un acuerdo prejudicial por una suma que no ha sido revelada al público. Ambas mujeres también recuperaron el reconocimiento profesional por su participación en I’m Still Here.

La película de Affleck fue un punto negro en su historial. No por los hechos citados, sino porque el extraño producto no cayó bien en los círculos del showbusiness, y además tampoco fue especialmente exitosa en taquilla. Desde entonces había estado bastante apartado de Hollywood, pero el drama de Kenneth Lonergan, brillantemente escrito y encarrilado para el lucimiento de su actor protagonista, le ha ganado ahora volver al foco de atención de productores y medios.

Por eso, cuando se hace alusión a este incidente, el actor niega siempre tajantemente los hechos. Es significativo su discurso durante el triunfo en la noche de los Globos de Oro, donde también ganó en la categoría de Mejor Actor. Affleck aludió al "ruido" que se produce por la fama, cosa que muchos leyeron como una referencia a sus acusaciones. Affleck cerró diciendo: "a pesar de cómo yo mismo podría creer que mando en mi casa, en realidad son mis hijos quienes me dan permiso a mí para actuar, porque tienen el carácter para mantener a raya todo el ruido que a veces rodea a las personas que viven públicamente”.

Brie Larson, quien entregó también entonces a Affleck su premio, no le abrazó ni le estrechó la mano como es habitual en estos casos.

El juego de Hollywood: aprobación o destierro a los acusados de abusos sexuales

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Hay quien ha señalado cómo mientras Nate Parker, el director del último éxito en Sundance, ha caído en desgracia, no le ha pasado lo mismo a Affleck. Después de que triunfase con El Nacimiento de una Nación, poco a poco fue saliendo a la luz el abuso sexual que Parker y un amigo cometieron sobre una chica en sus años universitarios. El incidente, que sí incluyó abuso sexual explícito, no llevó a Parker a la cárcel, pero sí fue un factor de peso para que la víctima se terminase suicidando.

Y hay quién ha visto cómo podría haber una diferencia entre los dos casos por tratase, en uno, de un hombre negro ajeno al mundillo, y en el otro de un blanco bien relacionado desde hace años con la élite del mundo cinematográfico. Tanto su hermano Ben Affleck como su amigo Matt Damon han hecho campaña en favor del pequeño Affleck acudiendo con él a los eventos promocionales de Manchester by the Sea. Sean o no las diferencias entre Affleck y Parker significativas, Hollywood no ha tenido problemas en el pasado en elogiar a hombres con un historial conflictivo con su trato hacia las mujeres.

Buna

Ahí está Polanski recibiendo años después de drogar y sodomizar a una joven de 13 años el Oscar a Mejor Director por El Pianista. Es importante hacer una distinción: en el caso de Polanski la justicia ha confirmado su pena, mientras que los incidentes de Affleck se resolvieron prejudicialmente, con lo que los tribunales no han certificado (ni refutado) los hechos.

¿Es correcto premiar con laureles tan relevantes públicamente a personas que han tenido un comportamiento socialmente reprochable, más cuando estos premios son sinónimo de mayor poder en el mundo del espectáculo? ¿Deben las artes estar divorciadas de la conducta de sus responsables y no mezclar su talento sobre los escenarios con lo que hacen cuando se bajan de ellos? Un debate eterno y de difícil resolución. Sí sabemos que, mientras los demás ovacionaban a Affleck, Brie Larson no está para aplaudir estas cosas.

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