La autopsia de Prince ha determinado que el artista murió a causa de una sobredosis accidental de fentanilo, un opioide sintético. La noticia se suma a la muerte del ex-batería del grupo Megadeth Nick Menza que sufrió un ataque en el escenario y murió a finales de mayo.
La verdad es que parece que, apenas hemos acabado de lamentar la muerte de una estrella del pop, otra muerte sucede. No son pocos los artistas de vanguardia que se mueren de forma prematura, ya sea Michael Jackson, Elvis Presley o Hank Williams.
Como físico me pregunto si ser una superestrella es incompatible con una vida longeva y sana ¿Acaso existen condiciones predeterminadas que hacen más posible que una estrella desaparezca? ¿Cuáles pueden ser algunas de las razones de esas muertes tempranas?
Para encontrar la respuesta a estas preguntas he analizado las vidas de las 252 personas que forman parte de la lista de la revista Rolling Stone de los 100 mejores artistas de la era del rock & roll.
Más que la media de accidentes
A fecha de hoy, 82 de esos 252 miembros de este grupo de élite han muerto. Seis de ellos fueron por homicidios debidos a diferentes razones, desde la obsesión psiquiátrica que llevó al asesinato de John Lennon hasta el ataque planificado a los raperos Tupac Shakur y Jam Master Jay.
Todavía existe mucha controversia sobre los disparos a Sam Cooke por la trabajadora de un hotel (que probablemente estaba protegiendo a una prostituta que había robado a Cooke). Al Jackson Jr., el renombrado batería de Booker T & the MGs, recibió cinco disparos en la espalda en 1975 por un ladrón en un caso que sigue dejando perplejas a las autoridades.
Un accidente le puede pasar a cualquiera pero estos artistas parece que están más expuestos que la media. También han habido bastantes sobredosis accidentales: Sid Vicious de Sex Pistols con 21, David Ruffin de los Temptations a los 50, Rudy Lewis de los Drifters con 27 y el cantante de country Gram Parsons, encontrado muerto con tan solo 26 años.
Mientras que las posibilidades de morir en un accidente aéreo son de una entre cinco millones, si estás en la lista de la revista Rolling Stone, las posibilidades de morir se disparan a una entre 84: Buddy Holly, Otis Redding y Ronnie Van Zant del grupo Lynyrd Skynyrd Band murieron en accidentes de avión mientras estaban de gira.
Una copa, un cigarro, un patatús
Entre la población normal, las enfermedades asociadas al riñón solamente causan un 1,4 % de las muertes y sin embargo, entre los artistas de la lista de Rolling Stone de los 100 mejores artistas, la tasa es tres veces mayor.
Probablemente esté relacionada con el elevado consumo de alcohol y drogas entre los artistas. El cáncer del conducto biliar (un tipo de cáncer muy poco común) fue diagnosticado a dos personas de la lista: Ray Manzarek de The Doors y Tommy Ramone de los Ramones, quienes murieron de forma prematura a causa de un cáncer que normalmente afecta a una persona de cada 100.000 al año.
La mayor parte de los que salen en la lista nacieron en los años 40 y alcanzaron la madurez en los años 60, cuando el consumo de tabaco alcanzó su máximo histórico. De ahí que no sorprenda que una buena parte de los artistas muriera de cáncer de pulmón: George Harrison de los Beatles a los 58, Carl Wilson de los Beach Boys a los 51, Richard Wright de Pink Floyd con 65, Eddie Kendricks de los Temptations a los 52 y Obie Benson de los Four Tops a los 69. El cáncer de garganta (también relacionado con el consumo de tabaco) fue la causa de muerte del cantante de country Carl Perkins a los 65 y de Levon Helm de The Band con 71.
Un buen número de las personas que aparecen en la lista han sufrido ataques al corazón, como es el caso de Ian Stewart de los Rolling Stones a los 47 años y de los grandes del blues Muddy Waters a los 70, Howlin Wolf a los 65, Roy Orbison a los 52 y Jackie Wilson a los 49.
Hace poco lamentamos la muerte de Glenn Frey de los Eagles por neumonía, pero también le pasó al cantante Jackie Wilson a los 49, nueve años después de un ataque al corazón severo. James Brown tenía achaques de tos y un estado de salud deteriorado antes de fallecer a los 73 años, siendo la causa oficial de su muerte una insuficiencia cardiaca congestiva como resultado de una neumonía.
A día de hoy en Estados Unidos hay una epidemia de casos relacionados con el abuso de opioides donde las sobredosis de heroína y de medicamentos con receta están alcanzando máximos históricos.
Pero en el caso de las estrellas del rock el abuso de opioides no es nada nuevo: Elvis Presley, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Sid Vicious, Gram Parsons, Whitney Houston (que no estaba en la lista), Michael Jackson y ahora Prince: todos murieron por sobredosis accidentales de opioides.
Dos conclusiones importantes
Una de las dos conclusiones a tener en cuenta de este análisis es la esperanza de vida: entre los que murieron la media de edad estaba en 49 años, la misma que en Chad, el país del mundo con la esperanza de vida más baja (en Estados Unidos la esperanza de vida en hombres es de aproximadamente 76 años).
Teniendo en cuenta el año de nacimiento y la esperanza de vida de 76 años, solamente tendrían que haber muerto 44 de ellos cuando la cifra asciende a 82 (de hecho, de los 44 que podrían estar muertos a día de hoy, 19 siguen vivos). La segunda conclusión a destacar es el alto índice de muertes relacionadas con el alcohol y con las drogas.
Existe el caso del suicidio con arma de fuego de Kurt Cobain mientras se encontraba intoxicado o el accidente en moto de Duane Allman. Miembros de bandas legendarias como The Who (John Entwistle, 57, y Keith Moon, 32), los Doors (Jim Morrison, 27), los Byrds (Gene Clark, 46, y Michael Clarke, 47) y The Band (Rick Danko, 55, y Richard Manuel, 42) han perecido todos por culpa del alcohol.
Otros como Jerry García de The Grateful Dead o la estrella del country Hand Williams vieron cómo su salud empeoraba cada vez más por culpa del abuso de algunas sustancias, si bien las causas oficiales de sus muertes estaban relacionadas con problemas del corazón. En total, el alcohol y las drogas tuvieron que ver con por lo menos una de cada 10 de estas muertes de grandes artistas.
¿La búsqueda del éxito lleva a una muerte temprana?
Son muchos los que han investigados las verdaderas causas tras estas muertes prematuras. Puede que una respuesta esté en haber tenido una infancia disfuncional: víctima de abusos físicos o sexuales, haber tenido un padre o madre depresivos o una familia rota por una tragedia o por un divorcio. Un artículo publicado en el British Medical Journal explicaba que las “experiencias infantiles adversas” podrían actuar como motivación para buscar la fama o el tener éxito como forma de superar traumas infantiles pasados.
Los autores notaron una mayor incidencia de experiencias infantiles adversas entre los artistas famosos. Por desgracia, son las mismas experiencias que predisponen a la gente a sufrir de depresión, usar drogas, tener comportamientos de riesgo y a una muerte prematura.
La teoría de la autodeterminación propone una hipótesis similar en donde la motivación se divide entre aspiraciones “intrínsecas” o “extrínsecas”. Aquellas personas con objetivos intrínsecos buscan la felicidad interior, mientras que las personas con aspiraciones extrínsecas se centran en el éxito material, la fama y la riqueza: exactamente lo que obtienen estos excepcionales artistas. Según la investigación, la gente con objetivos extrínsecos tiende a tener padres con un menor nivel de involucración y son más propensos a tener brotes de depresión.
Buena parte de la investigación ha explorado la delgada línea entre los genios creativos y las enfermedades mentales en un amplio rango de disciplinas. Incluyen autores (Virginia Woolf y Ernest Hemingway), académicos (Aristóteles e Isaac Newton), compositores de música clásica (Beethoven, Schumann, and Tchaikovsky), pintores (Van Gogh), escultores (Michelangelo) y genios de la música contemporánea.
El psiquiatra Arnold Ludwig, en su metaanálisis de más de 1.000 personas, “The Price of Greatness: Resolving the Creativity and Madness Controversy” (“El precio de la grandeza: Resolviendo la controversia sobre la creatividad y la locura”) concluía que los artistas, en comparación a otros profesionales, eran mucho más propensos a sufrir de enfermedades mentales y podían desarrollarlas durante períodos más largos.
Mientras tanto, el psiquiatra de Cornell William Frosch, autor de “Moods, madness, and music: Major affective disease and musical creativity” (“Estados de ánimo, locura y música: Enfermedad afectiva importante y creatividad musical”), pudo encontrar el vínculo entre la creatividad de los artistas musicales de vanguardia y sus trastornos psiquiátricos. Según Frosch, sus enfermedades mentales estaban detrás de su producción creativa.
Mi estudio personal también confirmaba una mayor incidencia de cambios de humor entre esas 100 estrellas del rock. Numerosos estudios han demostrado que la depresión, los trastornos bipolares y diagnósticos similares suponen un mayor riesgo de muerte prematura, suicidio y adicción.
Teniendo en cuenta la relación entre genio y enfermedad mental, enfermedad mental y abuso de sustancias, así como la relación entre abuso de sustancias, problemas de salud y muerte accidental, te puedes dar cuenta de por qué tantos grandes artistas parecían estar destinados a una muerte prematura o relacionada con las drogas.
Autor: Greg Hall, Profesor Clínico Auxiliar, Case Western Reserve University
Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation. Puedes leer el artículo original aquí.
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