China está exportando al mundo millones de gambas con antibióticos. Y podrían terminar en tu mesa

China está exportando al mundo millones de gambas con antibióticos. Y podrían terminar en tu mesa
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En el gran dilema sobre cómo alimentar a una humanidad cada vez más numerosa, China juega un papel determinante. Es el principal productor de numerosos productos, pero también un país con deficientes condiciones sanitarias y un alto grado de contaminación generalizada. La suma de ambos factores se manifiesta en todo su esplendor en la boyante y extensa industria piscifactorera del país, cuyas importaciones, líderes mundiales de su sector, podrían terminar atiborradas de antibióticos en tu plato estrella de Nochebuena.

Yup, hablamos de las gambas. Las especies autóctonas de España, existentes, son caras, y no están al alcance de todo el mundo, de modo que una notable parte del marisco asequible consumido en nuestro país y en el resto de la Unión Europea procede de países externos. Entre ellos, destaca China como segundo exportador neto, sólo por detrás de Noruega. Pero esta es sólo una parte de la historia, la menos conflictiva.

El papel preponderante de China al frente de las exportaciones mundiales de marisco y productos de mar lleva aparejada otra historia paralela: la de sus procesos de producción. Lo cuenta Bloomberg en este extenso y muy recomendable reportaje. En lugares como el delta del río de las Perlas, masivamente habitado, las numerosas piscifactorias y granjas acuáticas se ven contaminadas por los residuos de las granjas terrestres, de ganado porcino y otros, plagadas de los antibióticos utilizados en los animales.

Antibióticos: ahora también en tus langostinos

Dada su resistencia al proceso, la mayor parte de las dosis de antibióticos suministrada al ganado termina vertida en las mismas aguas donde, posteriormente, se crían las gambas preparadas para su exportación. La dosis es similar, pero un cerdo tiene un mayor volumen corporal y capacidad de asimilación del antibiótico que una diminuta gamba. Por lo que el problema termina resultando mayúsculo.

Piscifactorias En azul, el crecimiento de la acuicultura desde el inicio del siglo XXI. Se está comiendo el mercado.
Acuicultura El crecimiento de la acuicultura, por producto. Los crustáceos están señalados en negro.

Hemos hablado de ello en diversas ocasiones. Estamos atiborrados de antibióticos hasta el punto de que podrían perder su valor farmacéutico. Gran parte de nuestra inmunidad generada a los medicamentos, esenciales en infinidad de operaciones y procesos médicos, proviene de la industria ganadera, como explicamos en su momento aquí. Y el resultado es la creación de superbacterias: bacterias inmunizadas al efecto de los antibióticos, y que representan una amenaza sanitaria de escala global e histórica.

China y otros países del sudeste asiático representan parte del problema, especialmente en el sector pesquero. Hace casi diez años, tanto Estados Unidos como la Unión Europea impusieron sanciones a la importación de productos provenientes de China o Malasia por la pobreza de sus controles alimentarios y sanitarios. Pero el veto nunca fue permanente.

Pese a que los controles internos en los mercados occidentales existen, es imposible controlar todo el flujo de mercancías que aterriza en otros países del mundo. Al fin y al cabo, Asia es la principal potencia pesquera y marisquera del mundo, y China y otros países, como la India, Indonesia, Myanmar o Tailanda, han crecido durante las últimas décadas sostenidas en gran medida por las piscifactorias y las granjas acuáticas. En este informe de FAO se pueden ver algunas cifras: mientras Europa, África o América siguen capturando más de lo que crían, en Asia la tendencia está totalmente revertida.

Asia El salto se produce gracias a Asia, único continente donde la acuicultura ya supera a la las capturas. Desde hace poco, además.
Europa En Europa, las capturas siguen siendo dominantes, al igual que en el resto de los continentes.

Y por volumen, eso significa que las gambas que salen al mercado, en gran medida, estarán criadas en granjas a merced del efecto de los antibióticos. Sólo China acapara alrededor del 60% del mercado internacional de productos pesqueros criados en granjas, y al ser más baratos y ser tan numerosos, tienen penetración en los mercados locales.

Para el caso europeo, por ejemplo, China representa el segundo socio comercial más importante en materia pesquera. Sus importaciones se han congelado durante los últimos años, y en absoluto está cerca de superar el dominio exportador de Noruega al mercado comunitario (gracias a su cotizado salmón, criado en su mayor parte en piscifactorias), pero sigue vendiendo productos por valor de más de 1.000 millones de euros. Y aunque vende fundamentalmente pescados blancos, también exporta gambas y langostinos.

España, China y su relación con el pescado

¿Qué sucede en España? Algo similar. Es la principal potencia pesquera de la Unión Europea, pero también uno de los principales consumidores. Según datos de FAO, se cuenta entre los cinco importadores de productos pesqueros más importantes del mundo, y más del 15% de nuestra dieta semanal incluye pescados o mariscos de toda clase. Eso significa que tenemos una gran demanda, satisfecha en parte por el mercado comunitario: el 30% de nuestra compra pesquera se realiza con la UE. ¿Pero y el 70% restante?

Es aquí donde aparece China, pero también otros países como Marruecos, Argentina o Ecuador.

Mapa China juega un papel fundamental en las importaciones de pescado y productos del mar de la Unión Europea.

El Minsiterio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ofrece cifras concretas del comercio bilateral en materia pesquera entre España y China. En 2014, España importó productos pesqueros de China por valor de 250 millones de euros. Un tercio del total correspondió a los filetes y carnes de pescado (abadejo, bacalao, salmón, peces planos, en línea con la UE), un 28% a los moluscos, un 20% a los preparados y conservas y un 16% a los crustáceos (aquí es donde entran nuestras preciadas gambas de Nochebuena).

¿Cómo de peligroso puede ser ese 16%? Depende de los controles internos que haya pasado en China y de los que haya implementado la Unión Europea. A nivel de especie, las gambas y los camarones son los principales productos importados de China (un 15% del total: compramos más filetes de pescado blanco, pero las especies varían más). No son gambas envenenadas, pero pueden tener efectos nocivos en nuestra resistencia a los antibióticos si han sido contaminadas en sus piscifactorías.

Importaciones Los filetes dominan, pero las gambas son el producto individual más importado a China.
Se Mantienen El volumen ha descendido, pero se ha mantenido relativamente estable en los últimos años.

China tiene un papel relevante en la importación de gambas y camarones. Tailandia, en mucho menor volumen, también tiene cierto papel en los langostinos. Pero el resto de socios comerciales de España extracomunitarios nos vende otros productos: Vietnam exporta fundamentalmente panga; Marruecos, pulpos y sardinas; y Chile, moluscos y harinas de pescado. Una excepción es Argentina, cuyo principal producto marino exportado a España son los camarones congelados (casi el 49%).

Dada la preponderancia del pescado y de los productos de mar en nuestra dieta, el aumento del consumo en Navidad y la importancia de China como socio comercial, hay alguna posibilidad de que una gamba criada con antibióticos procedentes de las granjas del delta del río de las Perlas termine en tu mesa esta Nochevieja. Pero pese a lo complejo de la trazabilidad, la solución pasa por vigilar qué se compra y se consume.

En cualquier caso, el problema de los antibióticos en la industria alimenticia es de escala global. El crecimiento de la acuicultura en países con escasos controles sanitarios sólo lo ha agravado. Todo ello, claro, dejando a un lado las condiciones de semi-esclavitud desarrolladas en muchos de los países productores de gambas y langostinos, como Tailandia, o las lesivas consecuencias medioambientales de las granjas de pescado.

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