BMW ya tiene un modelo operativo de moto autónoma, pero no tiene intención de lanzarla al mercado

BMW ya tiene un modelo operativo de moto autónoma, pero no tiene intención de lanzarla al mercado
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La conducción autónoma es una tecnología que lleva tiempo siendo puesta a prueba en coches, pero los fabricantes están empezando a expandir su implantación a otra clase de vehículos.

Y concretamente, tras la demostración realizada por BMW en el último CES, el interés mediático se centra ahora en el prototipo de motocicleta autónoma del fabricante alemán: una BMW R 1200 GS que se conduce sola.

En realidad, no es la primera vez que la vemos en acción: el pasado mes de septiembre se ya hizo público un vídeo en el que se ve a la moto recorriendo el circuito de pruebas que la compañía posee en Miramas (Francia).

La moto autónoma como "escaparate"

Pero la pregunta que se plantea ahora es, ¿qué ha buscado BMW desarrollando este prototipo en secreto durante dos años? ¿Cuáles son su planes ahora? Stefan Hans, ingeniero del proyecto, ha ofrecido algunas pistas en una entrevista concedida a Cycle World.

Hans destaca que, frente a la multitud de sistemas de asistencia al conductor presente en los automóviles, los motoristas "básicamente sólo contamos con ABS y el control de tracción". Así que han buscado el modo de cambiar eso:

"Queremos aportar más conocimientos sobre la dinámica del vehículo a la motocicleta para predecir el futuro y determinar si el conductor es capaz de mantener su velocidad, su ángulo de giro y su posición en la carretera para evitar situaciones críticas".

"La BMW R1200GS autónoma demuestra que nuestro modelo es capaz en tiempo real y lo suficientemente detallado como para hacer frente a todas las dinámicas de conducción. Ahora tenemos una herramienta para trabajar".

De modo que el objetivo era "implementar estos sistemas sin interferir directamente con la dinámica del vehículo", pudiendo ejecutarlos "en segundo plano, como un ángel de la guarda".

Hans pone el ejemplo de motos que sean capaces de ayudar al conductor con la estabilización cuando circulan a baja velocidad, o avisarle de que está entrando demasiado rápido en una curva.

"[La BMW R 1200 GS] constituye una demostración de nuestra investigación básica [...] Es solo un escaparate para demostrar lo que la motocicleta sería técnicamente capaz de hacer. [...] En ningún caso saldrá a la calle una motocicleta autónoma de BMW".

Desde Xataka nos hemos puesto en contacto con BMW España, y nos confirman que el objetivo de la marca es usar sus motos autónomas como laboratorio de tecnologías, no explotarlas comercialmente.

Una tesis que se le fue de las manos

"Hemos creado un departamento completamente nuevo para la seguridad de las motocicletas", explica Hans. "Este proyecto comenzó conmigo, pero ahora hay algunas personas más en el taller". Efectivamente, la idea surgió a partir de la elaboración de su tesis de doctorado.

Eso fue en 2013, y el equipo de BMW empezó a construir la moto en 2015. Un año más tarde ya estaba realizando los primeros viajes de prueba.

Durante ese tiempo, tuvieron que diseñar desde cero e ir optimizando el control autónomo de la dirección, la posición, el ángulo de inclinación y el seguimiento de trayectoria.

Pudieron, sí, aprovechar los sensores desarrollados para los coches autónomos de la compañía; "pero no estamos usando el mismo código fuente", explica. "No puedes limitarte a copiarlo y ponerlo en una moto: tienes que reformular todo el problema".

"Si le dices a la motocicleta: 'Aquí está la calle. Tiene 4 metros de ancho. Estás justo aquí, ahora vete', tiene diferentes objetivos que intenta optimizar. Por ejemplo, intenta permanecer más en el medio de la carretera que en el exterior, pero también intenta minimizar el ángulo de inclinación en las curvas".

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