Hasta hace unas semanas muy poca gente sabía que las cenizas de James Doohan, conocido por interpretar a Montgomery Scott 'Scotty', el ingeniero jefe de la Enterprise, en la serie original de 'Star Trek', llevan en la Estación Espacial Internacional doce años. Hay una buena razón para ello.
Tal y como explicaba The Times, cuando Doohan murió en 2005 su familia solicitó varias veces la autorización para cumplir con su último deseo de colocar sus cenizas en el espacio, pero fue la idea fue rechaza por las autoridades recurrentemente. Parecía que la situación quedaría así, pero tres años después, en octubre de 2008, las cenizas despegaron a bordo de un Soyuz TMA-13 hacia la Estación Espacial Internacional en uno de los primeros viajes turísticos espaciales. En secreto.
Richard Garriott, diseñador de videojuegos y empresario, consiguió pasar algunas de las cenizas de Doohan sin que nadie las supiera y las escondió en el módulo Columbus de la ISS. Por lo que sabemos, aún siguen allí.
La (cada vez más larga) lista de entierros espaciales
No obstante, no era la primera vez que se hacía un "entierro espacial"; es decir, no es la primera vez que se mandan cenizas al espacio. En 1931, Neil R. Jones ya escribió una pequeña novela de ciencia ficción ('The Jameson Satellite') donde se abordaba el tema, pero hay que esperar hasta 1997. Ese año, un avión partió de las islas Canarias portando un cohete Pegasus que puso los restos de 24 personas "en órbita" hasta su reentrada en la atmósfera en mayo de 2002 en el noreste de Australia.
Celestis, la empresa que organizó este primer viaje, sigue haciendo "entierros espaciales" (incluso para mascotas). Space X también está en el negocio. No obstante, la "fiebre" del enterramiento espacial no se queda ahí. Ese mismo 1997 moría Eugene Shoemaker, uno de los padres de la ciencia planetaria y el geólogo principal tras el proyecto Apolo. Por ello, en 1999 la misma NASA llevó algunas de sus cenizas a la superficie de la Luna. Allí reposa.
Con los años, la lista se ha hecho muy larga y todo parece indicar que se hará mucho más larga con la llegada de las nuevas agencias espaciales privadas, pero si tengo que resaltar uno más os contaría el caso de Clyde Tombaugh, el astrónomo que descubrió Plutón. Tombaugh, curiosamente también murió en el 97, pero tuvo que esperar un poco más para que sus cenizas viajaran al espacio. Concretamente al 19 de enero de 2006, cuando la New Horizons empezó su camino hacia el planeta (enano) que él mismo había descubierto. Es, posiblemente, el ser humano que ha llegado más lejos de la Tierra.
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