China no toca techo en la venta de paneles solares: ha arrancado el año con sus exportaciones disparadas

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Si la industria china dedicada a la fabricación de módulos solares tiene un techo, 2023 no parece el año en que vaya a alcanzarlo. Al menos en lo que a capacidad de exportación se refiere. Los últimos datos de su Administración General de Aduanas muestran que de las fábricas del gigante asiático salen hoy muchos más gigawatios de paneles que hace un año con destino al resto del planeta, sobre todo a Europa y, en menor medida, América. Y eso, dado lo mucho y rápido que ha crecido el músculo chino a lo largo de los últimos años, es un dato interesante.

Las cifras son significativas tanto por la "fotografía fija" que dejan, como, sobre todo, por lo que nos dicen sobre la tendencia en el mercado.

¿Qué dicen los datos? Que China ha arrancado 2023 reforzando su huella exportadora. Las cifras de Aduanas recogidas por InfoLink Consulting muestran que en enero de 2023 el país exportó 14,85 GW en módulos solares, lo que muestra un incremento más que notable si se mira con perspectiva: del 32% si se compara con el mes anterior y del 55% en comparación con enero del año pasado. En febrero el flujo exportador marcó 14,82 GW, con un alza interanual del 6%.

¿Y más allá de las cifras? Más allá de las cifras de GW o porcentajes, los analistas de InfoLink dejan una lectura interesante. A finales de 2022 la industria china se encontró con una "temporada baja" debido al stock que habían acumulado sus clientes extranjeros durante los meses anteriores. Las previsiones pasaban por que esa ralentización se mantuviera durante el inicio de 2023, pero —explica la consultora, con sede en Taipei— "los datos revelan un aumento espectacular".

"Este repunte muestra cómo el impacto de las existencias de módulos es sorprendentemente transitorio, subrayando un crecimiento de la demanda fotovoltaica en el extranjero más rápido de lo previsto", concluyen.

¿Cuánto se destinó a Europa? Pues un buen pellizco. El viejo continente importó bastantes más módulos “made in China” que hace un año: 8,6 GW en enero y 8,4 GW en febrero, lo que deja incrementos interanuales del 120 y 48%, respectivamente. "En 2023 el bloque importó 17GW de módulos desde China, un 77% más que en el mismo período del año pasado", señalan los analistas.

Según sus cálculos, a lo largo de 2022 sus clientes europeos recibieron 86,6 GW, de los que aún quedarían una parte pendiente de instalación. "Aún así, los datos muestran que el mercado europeo está recuperando fuertes retiros de inventario, que el bloque espera que sean necesarias para acomodar el rápido aumento de demanda", señalan. Su previsión pasa por "una demanda creciente".

¿Y fuera de Europa? La tendencia es peor en el mercado de Asia-Pacífico, en el que las exportaciones de paneles chinos experimentaron durante los dos primeros meses de 2023 retrocesos interanuales del 13 y 47%. En total la región importó 5,6 GW, un 36% menos que en 2022. El retroceso se explica en parte por la decisión de la India de introducir un arancel aduanero básico (BCD) sobre las importaciones de módulos, lo que alteró las previsiones de compra de los clientes del país. "Los fabricantes locales importaron grandes cantidades un trimestre antes de que entrara en vigor el BCD, lo que resultó en una caída interanual", señala.

En el mercado americano InfoLink identifica importaciones de módulos chinos equivalentes a 2,6 GW en enero y 1,9 GW en febrero, lo que deja un alza mensual del 58 % y una disminución mensual del 24 %, respectivamente. Destaca el peso de Brasil, principal nación importadora en la región con 3,2 GW a lo largo de los dos primeros meses del año. Su mercado se ha visto también marcado por cambios legislativos, como la Ley 14.300, que cobra una tarifa de red a los proyectos de generación distribuida. "Tuvo un gran impacto", señala InfoLink.

Graficoe

¿Sorprenden los datos? Más allá de los crecimientos entre meses o interanuales, los datos de Aduanas no hacen otra cosa que confirmar una realidad ya constatada por investigadores, agencias internacionales e incluso la patronal del sector: China se ha hecho con un peso notable en el mapa fotovoltaico. A finales de 2021 la Harvard Kennedy School publicó un dossier elocuente sobre el particular. Sus cálculos son bastante rotundos: si en 2000 China producía menos del 1% de los paneles solares, en 2020 su porcentaje de suministro era ya del 70%.

"La cuota de China en todas las etapas clave de la fabricación de paneles solares supera hoy el 80%, y en el caso de elementos clave como el polisilicio y las obleas está previsto que aumente a más del 95% durante los próximos años, sobre la base de la capacidad de fabricación actual en construcción", constatan desde la IEA, Agencia Internacional de la Energía en un estudio del verano pasado.

¿Y qué supone ese peso de China? Una dependencia en la cadena de suministros sobre la que advertía hace no mucho UNEF, la Unión Española Fotovoltaica, que precisamente por ese motivo demanda una mayor fabricación nacional de paneles solares. La IEA admite también "desequilibrios" en el mercado después de que, a lo largo de la última década, la capacidad de fabricación se haya desplazado de Europa, Japón y Estados Unidos a China gracias en gran medida a la política de innovación y grandes inversiones impulsadas desde Pekín.

Su apuesta también tiene no obstante una lectura positiva: un importante abaratamiento en los costes de fabricación que—reconoce la IEA— ha ayudado a impulsar la tecnología fotovoltaica. “China ha sido fundamental para reducir los costos de la energía solar fotovoltaica en todo el mundo, con múltiples beneficios para las transiciones de energía limpia”, señala el organismo internacional.

Imágenes: 李大毛 没有猫 (Unsplash) y Special Report on Solar PV Global Supply Chains (IEA)

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