La provincia de Fujian, en China, arrancó la semana azotada por las intensas lluvias y vientos que han acompañado al tifón Haikui, el undécimo del año. Sus rachas de entre 18 y 20 metros por segundo (m/s) cerca del núcleo han golpeado el sudeste del país, dejando imágenes impactantes por las inundaciones y un saldo de afectados que, a primera hora de ayer, marcaba dos fallecidos y un desaparecido. No todo su balance ha sido sin embargo negativo. Gracias a su impulso China ha conseguido batir un récord mundial en energías renovables, arrebatándole a Vestas la plusmarca de producción diaria que había alcanzado en agosto.
El tifón no ha sido el único responsable, claro.
La clave está en las nuevas turbinas fabricadas por China Three Gorges Co.
¿Qué ha pasado? Que China ha demostrado una vez más porque es un peso pesado en el mapa de las renovables. El viernes una de las turbinas eólicas marinas construidas por Three Gorges Corporation (CTG) e instalada en el parque offshore 400MW Zhangpu Liuao, frente a la costa de Pingtan, en Fujian, alcanzó un récord global de generación eléctrica en un solo día. El mecanismo produjo 384.100 kWh tras 24 horas de funcionamiento a plena potencia, suficiente para alimentar a casi 170.000 hogares. El diario hongkonés South China Morning Post señala que la marca pudo alcanzarse gracias en buena medida al impulso del tifón.
¿Y en cuánto estaba el récord? No hace falta remontarse muy atrás para comprobarlo. La marca anterior la había logrado hace tan solo unas semanas la empresa danesa Vestas con su prototipo de turbina de eólica marina V236-15,0 MW. En agosto sus responsables llegaron a medir en el centro nacional de pruebas de Osterild, en el norte de Dinamarca, una potencia de alrededor de 363 MWh en un día, 21 menos que la que ha alcanzado ahora el mecanismo de CTG con ayuda de Kaukui. Más allá del tifón, la turbina china tiene mayor capacidad que la de Vestas: marca 16 MW, frente a los 15 MW del prototipo europeo.
Pero… ¿Cómo es la turbina china? Grande. Muy grande. Y joven. Bastante joven. De hecho os hablamos de ella hace apenas dos meses, a principios de julio, cuando CTG completó su izado e instalación en la costa del condado de Pingtan, en la provincia de Fujian. Ya entonces el operador chino presumía de que el suyo era "el mayor aerogenerador en términos de capacidad instalada" y esperaba activarla ya a corto plazo, operación que se habría logrado el 19 de julio, cuando la nueva unidad del parque Zhangpu Liuao empezó a suministrar electricidad a la red.
El diario chino Global Times precisaba por entonces que en condiciones de trabajo nominales cada revolución de la turbina de CTG podía generar cerca de 34 kWh, energía suficiente para cubrir las necesidades de electricidad de 36.000 familias al año y ahorrar decenas de miles de toneladas de carbón y CO2.
¿Y sus dimensiones? Gigantescas. Cada una de sus palas alcanza los 123 m de largo, lo que le permite barrer un área de alrededor de 50.000 metros cuadrados, y su buje, la conexión central entre las palas y el eje, se sitúa a unos 152 m de altura. El peso combinado de su sala de máquinas y generador ronda 385 toneladas. Cada pala supera las 54 tn. South China Morning Post precisa que el viernes, cuando se alcanzó el récord, las rachas del tifón alcanzaron una velocidad media de 16,97 m por segundo, con un máximo de 23,56 m, lo que le ayudó a batir el récord.
Más allá de sus medidas, tamaño y descomunal peso, una de las claves de la turbina china es su diseño. Cuando la velocidad del viento supera los 25 metros por segundo (m/s) los aerogeneradores tradicionales bloquean de manera automática sus aspas para evitar sobrecargas, pero el mecanismo de CTG opera de forma algo distinta: es capaz de ajustar sus aspas en tiempo real y seguir produciendo.
Imagen de portada: CTG (Twitter)
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