Barcelona afronta una de sus peores sequías. La solución en el horizonte: llevar agua en barco

  • La situación trae reminiscencias de la vivida en 2008, cuando hubo que recurrir a esta estrategia en Barcelona

  • Aunque la situación ha mejorado en el resto de la Península la sequía no puede darse por concluida

Barcelona
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Ni Aline hace unas semanas ni ahora Ciarán. Ninguna de las cuatro primeras borrascas de esta temporada otoñal ha conseguido aliviar la situación de sequía en Barcelona. El área metropolitana de la ciudad condal podría entrar en cuestión de semanas de entrar en estado de emergencia por la falta de agua.

El preámbulo de la emergencia. Las lluvias no están llegando a la costa mediterránea como a otras áreas de la península y eso está haciendo mella en la reserva hidrológica de la que dependen la ciudad de Barcelona y su área metropolitana. Así las cosas, la Generalitat podría anunciar a lo largo de este mes la entrada en una fase de emergencia.

Esta fase de emergencia implicaría la reducción del consumo per capita y día a 200 litros de agua de los 230 actuales. Los planes de contingencia también contemplan la situación de emergencia extrema, lo que implicaría una reducción adicional a los 160 litros por persona y día.

¿Cómo se puede reducir el consumo? El plan contempla, por ejemplo, la posibilidad de medidas como la reducción de la presión en las vías de agua, a fin de evitar posibles cortes de agua.

Agua embarcada. La solución podría llegar por la costa mediterránea. En barco. Así lo aseguró Samuel Reyes, director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), en una entrevista a Catalunya Ràdio de la que se han hecho eco varios medios.

No sería la primera vez que el área metropolitana de Barcelona recibe agua de cuencas vecinas a través de un barco cisterna. La situación actual trae reminiscencias a la sequía vivida en 2008, año en el que las autoridades locales tuvieron que recurrir a un buque cisterna para reabastecer las reservas de agua del área con agua procedente, en aquel caso, de Tarragona.

Agua de borrascas. Septiembre de 2023 fue el más lluvioso en lo que va de siglo en España en buena medida por las precipitaciones caídas en el centro de la península, por encima del 300% de la media para ese mes en la Comunidad de Madrid y zonas circundantes.

La historia fue bien distinta en tierras catalanas: en la mitad de su territorio las precipitaciones se mantuvieron por debajo del 75% de la media. Octubre fue un mes más seco, también en términos relativos, con buena parte de la costa mediterránea con precipitaciones por debajo del 25% de la media.

Operación Barco”. La de 2008 no ha sido la única ocasión en la que el agua ha tenido que ser transportada en buques entre distintas cuencas hidrográficas. “Operación Barco” fue el nombre con el que se conoció a la operación de transporte de agua entre la península Ibérica y las Islas Baleares llevada a cabo durante la sequía de 1995. Una operación con altibajos.

El transporte de agua entre islas cuenta con una larga tradición. Sin embargo, quizá uno de los casos más significativos fue el visto el año pasado, cuando un barco tuvo que transportar agua entre cuencas del tercio norte peninsular, concretamente entre el puerto de Bilbao, ciudad abastecida por pantanos como el del Zadorra el Álava y el puerto de Bermeo, situado a 22 millas náuticas (unos 40 km).

No solo es Barcelona. Las lluvias de las últimas semanas podrían llevar a engaño: la situación de sequía no es exclusiva de Barcelona y su entorno. La escasez de lluvias ha perdurado durante estos meses en la mayor parte del litoral mediterráneo de la península. Además, las lluvias de las últimas semanas, incluyendo varios episodios de lluvias intensas, tan solo han aliviado levemente la situación.

El último Boletín Hidrológico Nacional indica que la situación de los pantanos españoles ha mejorado desde que empezó el presente año hidrológico a comienzos de octubre. La situación de los pantanos es mejor que la del año pasado en estas fechas pero todavía peor al año 2021/22 y considerablemente peor que la de 2020/21 o que la media de la última década.

Todo esto en parte se debe a la reserva hidroeléctrica, y es que la situación en los embalses de uso consuntivo no es tan esperanzadora, con los niveles superando los del año pasado tan solo a partir de esta semana y muy por debajo de la reserva en ejercicios previos durante estas fechas.

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Imagen | Aleksandar Pasaric

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