Gigabyte Aivia M8600, análisis

Gigabyte Aivia M8600, análisis
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Ya sabéis que ratones para ordenador se cuentan por decenas, con un rango de precios entre los pocos euros y alcanzando los cientos en algunos casos. Hoy vamos a hablaros de uno que tira más por lo alto, el Gigabyte Aivia M8600.

Se trata de un ratón para jugar, inalámbrico o con cable (luego lo explicaremos) y por supuesto láser. Su forma es curiosa, y sin ser el más ergonómico sí hay que reconocer que es cómodo de utilizar. Por supuesto tiene múltiples botones programables, varios modos de funcionamiento y funciona con una batería recargable. De hecho trae dos, lo cual es de agradecer por si nos quedamos sin carga en medio de una batalla.

Empezamos con el análisis del Gigabyte Aivia M8600.

Gigabyte Aivia M8600: construcción y ergonomía

Si algún punto desfavorable tenía que tener el Gigabyte M8600 intuía que sería este. La ergonomía no es del todo buena, con demasiada caída en la parte de los botones y sin adecuarse en exceso a la parte de la mano. Parece que Gigabyte ha querido centrarse más en ofrecer un buen diseño (para gustos, ya se sabe) que en un producto verdaderamente cómodo y que se adapte a nuestra mano, como a mi parecer lo hacen los Logitech G700 o los Mad Catz R.A.T..

Tampoco penséis en que es incómodo del todo (este otro sí lo es), porque os engañaría. Puede utilizarse sin problemas ni molestias, y además algo bastante interesante para buena parte de la población: también es para zurdos, ya que su diseño es simétrico.

Gigabyte Aivia M8600

Los materiales empleados en su fabricación son, principalmente, plástico negro, exceptuando la rueda del ratón que es de goma y pretende simular una especie de pequeño neumático. Todos los botones tienen un recorrido bastante acertado, incluso algo amplio en algunos casos.

Botones, por cierto, hay por todos lados: los dos principales, el de la rueda del ratón y los dos superiores para controlar los diferentes perfiles del ratón (y con los que pulsándolos cambiaremos el color de la luz central). También tendremos dos a cada lado, cuatro en total, de los cuales habrá un par (los de nuestra izquierda si somos diestros) bastante difíciles de alcanzar. Seguramente estén ahí para mantener un diseño simétrico y apto para cualquier usuario, independientemente de la mano buena. Yo nunca los he llegado a utilizar, ya que me resulta incomodísimo llegar a ellos.

Con cable o sin él, como queramos

Si bien la ergonomía y comodidad no es su gran punto fuerte, lo que verdaderamente atraerá tu atención será la posibilidad de que el Gigabyte Aivia M8600 funcione con o sin cable. Me explico.

Gigabyte Aivia M8600

Detalle de la conexión cableada y primer plano

La instalación más común del ratón consiste en conectar la base de carga (y recepción) al ordenador mediante cable USB y sincronizarla con el propio ratón. Ya está. ¿Lo mejor? Que el mismo cable de la base puede conectarse al ratón a través de un miniUSB que pasa desapercibido por completo. Et voilà!, ya tenemos un ratón para jugar con cable y, supuestamente, menor latencia.

¿Es necesario? En mis pruebas (decenas, ¿centenas? de horas en múltiples videojuegos) siempre ha estado funcionando como ratón inalámbrico y nunca he sufrido algún tipo de latencia en la señal. Si bien es cierto que en ocasiones muy puntuales lo he tenido que volver a sincronizar (en varios meses de uso se cuentan con los dedos de una mano), la conexión inalámbrica siempre ha funcionado a la perfección.

Duración de la batería

Si quieres utilizar el ratón sin cable seguramente tengas muy en cuenta la batería y su autonomía. Y en este apartado el Gigabyte Aivia M8600 trae muy buenas noticias.

La batería, extraíble de forma muy sencilla, se integra desde la parte inferior del ratón y se adapta a las formas y el diseño ofrecido por él. Su autonomía es excelente, y he de reconocer que nunca se me ha quedado sin carga en medio de una partida. Con unas tres o cuatro horas de uso diarias (principalmente juegos) la autonomía es de varias semanas.

Gigabyte Aivia M8600

Con una de las dos baterías que incluye

Si por alguna razón nos quedamos sin carga en medio de una partida, existen dos posibles soluciones: conectar el cable USB de la base o reemplazar la batería. Gigabyte Aivia M8600 incluye dos baterías pensando precisamente en esta posibilidad, la primera para utilizarla y la segunda como reemplazo que puede ser cargada en la misma base, en un hueco en la parte posterior.

Gigabyte Aivia M8600

El M8600 y su base, que hace las funciones de carga y sincronización

El sistema de carga es tan sencillo como posar el M8600 sobre la base y el ratón comenzará a recargar su batería. No podía ser más sencillo.

Conclusiones, precio y disponibilidad del Gigabyte Aivia M8600

El precio del Gigabyte Aivia M8600 es alto, en torno a los 90 euros en tiendas españolas. Hay que tener en cuenta que es un ratón para jugar, inalámbrico o con cable y efectivo a la hora de utilizarlo al límite de sus posibilidades.

Gigabyte Aivia M8600

Plano lateral donde se ven los dos botones de la izquierda

Sin duda alguna lo mejor de este modelo es poder conectarlo con o sin cable y la amplia autonomía que ofrece, con varias semanas de duración. Por contra, lo que menos nos ha gustado ha sido la regular ergonomía en comparación con otros ratones de gama alta del mercado, que sin llegar a ser incómodo del todo sí hay que reconocer que es un aspecto mejorable.

El ratón Gigabyte Aivia M8600 ha sido cedido para la prueba por parte de Gigabyte. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

Más información | Gigabyte

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