Esta es la plataforma preferida de creadores y artistas digitales a la hora de proteger sus derechos de autor o licenciar sus obras a través de NFT

Antes de la irrupción de la digitalización, el mundo analógico estaba íntimamente ligado a los soportes físicos. A medida que la transformación digital ha ido llegando a todos los ámbitos de nuestras vidas, los sectores implicados han tenido que adaptarse a las nuevas reglas del juego de los ceros y unos, en los que el concepto de “soporte físico” se ve reemplazado o complementado por el de “entidades digitales”, que adoptan diferentes formas de expresión.

En música, los vinilos y cintas de casete, primero, y los CD, después, pasaron a ser MP3 y, posteriormente, transferencias de bits en streaming. En el mundo del vídeo, las cintas, los DVD y Blu-Ray se transformaron en AVI y, después, en transferencias de bits en streaming. La televisión pasó de la modulación de frecuencias analógicas a la transmisión de bits codificados sobre las ondas de radiofrecuencia en la TDT, para pasar a ser transferencias de bits en streaming. La evolución del cine nos llevó del celuloide a los archivos almacenados en discos duros, y luego a los formatos de distribución basados en streaming. La fotografía pasó del carrete y el papel fotográfico a los ficheros JPG. Y así, prácticamente con todos los ámbitos de nuestras vidas.

En el salto del soporte físico y tangible (y único) a los contenidos digitales se pierde por el camino un elemento esencial en algunos campos: el de la tangibilidad de los contenidos. Problema: el concepto de propiedad se difumine entre la intangibilidad de los bits, entidades sin peso, forma o tamaño. Cuando se digitaliza una fotografía, por ejemplo, puede copiarse infinitas veces en un tiempo ínfimo y llegar a millones de destinatarios sin que, necesariamente, se sepa quién hizo esa foto, cuándo se realizó o si el autor quiere que su foto se distribuya, o si la foto ha sido vendida.

En el caso de disciplinas creativas como la música o el cine, la autoría es más “fácil” de demostrar, al ser contenidos en los que, generalmente, intervienen equipos creativos más o menos numerosos. En la fotografía, no, y en el arte, tampoco.

El arte y la creatividad también se digitalizan

En los últimos años, los últimos reductos que se “resistían” a digitalizarse han empezado a adoptar la transformación digital. Hablamos del dinero, con la irrupción de las criptomonedas y los medios de pago electrónico. También hablamos del mundo del arte y los procesos creativos, que ahora también adoptan modalidades digitales de interacción, ya sea entre los artistas y creativos y sus obras; o entre los espectadores, usuarios y compradores y las obras y los contenidos.

La digitalización de las obras de arte o las obras creativas presenta ventajas para los autores, como la posibilidad de llegar a una audiencia más amplia que a través de los soportes físicos. Recientemente, también se ha abierto la puerta a la rentabilización de las obras a través de los NFT (Non Fungible Tokens). Sin embargo, la digitalización también compromete algunos aspectos clave, como es, sin ir más lejos, el de la autoría de las obras.

Una vez que una foto, una pintura, un diseño gráfico, una ilustración, una fotografía o cualquier otra forma de expresión creativa o artística se digitaliza (y se lleva a Internet), se abre la puerta a la copia, plagio, usos no autorizados de la obra, apropiación indebida de la autoría, ventas fuera de los canales oficiales de distribución gestionados por el autor o incluso pérdida total de los derechos de autor.

Como reza el eslogan de la compañía Safe Creative,  “hacer algo único cuesta mucho”, especialmente una vez que ha sido digitalizado. Precisamente, la compañía Safe Creative lleva desde 2007 acompañando a los creadores y artistas en el proceso de generación de pruebas digitales de declaraciones de derechos de autor, siendo pionera en llevar su registro a la era de Internet y la digitalización.

Safe Creative: autoría y rentabilización sin fisuras en la era digital

En el momento presente, los creadores y artistas empiezan a tener que integrar en sus procesos creativos todos aquellos aspectos relacionados con la digitalización de sus obras y la distribución bajo nuevas modalidades, como la de los NFT. Para ello, es recomendable acudir a soluciones fácilmente integrables en dichos procesos, que no los compliquen y que no supongan tener que realizar una inversión desproporcionada.

Safe Creative cuenta con más de 300.000 creadores y 4.000.000 de inscripciones de obras, así como con una plataforma modular fácilmente integrable en cualquier parte del proceso creativo. Cada usuario puede utilizar Safe Creative como mejor considere; ya sea registrando la obra final, o creando pruebas de todo su proceso creativo. Safe Creative también cuenta con la plataforma Creators para mostrar las obras y darse a conocer de forma segura.

A través de Creators también es posible la rentabilización de las obras, vinculándolas a un NFT. La más reciente tendencia en el arte y la creatividad digital también está integrada en Safe Creative a través de herramientas sencillas de usar, económicas y seguras. Es más, Safe Creators lleva a los NFT más allá de su mera aplicación como prueba de propiedad en el campo del coleccionismo digital, al incluir junto con estos Non Fungible Tokens información detallada sobre qué se puede hacer con una obra (usar en línea, imprimir en objetos, etcétera).

Una prueba de autoría en tres pasos

Safe Creative ha conseguido ocultar a los creadores y artistas la complejidad tecnológica inherente a la certificación de un autor como propietario de los derechos de autor de su obra o creación.

Con Safe Creative es posible tanto registrar obras finales como obras en proceso. La tendencia actual es la de compartirlas incluso antes de ser finalizadas, por lo que son susceptibles de ser plagiadas, usadas indebidamente o ser objeto de apropiación indebida en esos momentos también.

Las pruebas de autoría se acompañan con diferentes tecnologías: triple hash del fichero, sellado de tiempo doble homologado a nivel Europeo (EIDAS) e inscripción de auditoría diaria en blockchain de Ethereum. Todo ello, convenientemente oculto para el artista, que solo tiene que preocuparse de aportar los ficheros con la obra en cuestión.

Si bien el registro del proceso es opcional, el registro de la obra final es fundamental. Safe Creative ofrece herramientas para ello, de modo que puedan definirse con precisión aspectos como posibles coautores, establecer los derechos de la obra incluso tras su venta, apuntar un pseudónimo, etcétera. La validez de los registros es internacional y permanente con Safe Creative, a diferencia de otras plataformas de certificación.

Como ya se ha comentado, si el artista desea exponer su obra en un espacio digital podrá acudir a la plataforma Creators. Allí contará con un perfil descriptivo, información de registro de la obra o las obras expuestas, así como la posibilidad de rentabilizar la obra o las obras a través de los NFT.

En Safe Creative, asociar un NFT con una obra es inmediato y fácil de hacer para cualquier artista o creador de contenidos. Pueden ser desde obras literarias a artes visuales, pasando por música y canciones, diseño o audiovisuales, entre otras modalidades de contenidos susceptibles de ser protegidos.

Diferentes modalidades a Safe Creative

Para acceder a los servicios de Safe Creative, los artistas cuentan con tres modalidades: sin suscripción, suscripción profesional y suscripción corporativa. La inversión que hay que realizar es proporcional y coherente con la filosofía de la compañia: la de ayudar a los creativos a llevar los procesos de transformación digital a sus ámbitos profesionales de un modo sencillo, progresivo y sin costuras.

Safe Creative es una plataforma modular, progresiva y segura que facilita a los autores la integración de la tecnología inherente a la digitalización de los procesos creativos.  Desde la idea hasta la obra una vez acabada y su difusión y rentabilización en el ámbito digital. Todo con la mejor tecnología, mostrando cómo los NFT pueden aportar verdadero valor a los creadores.

Imágenes: Safe Creative y Alex from the Rock