No hay duda de que el teléfono móvil a día de hoy es la cámara más popular, desde luego, es la más fácil de llevar siempre encima. De hecho, un smartphone es una herramienta básica e ideal para conseguir grandes tomas. En buenas manos puede rebasar fronteras y jugar en el nivel profesional.
No hace falta más que darse un paseo por sitios especializados en fotografía como Flickr o preguntar en redes sociales con qué cámara se han capturado instantáneas realmente atractivas: la gran mayoría están tomadas con teléfonos móviles. No queremos equiparar la fotografía profesional con el buen uso de un teléfono móvil, pero sí es cierto que las diferencias se reducen, especialmente si seguimos buenos consejos y aprendemos a utilizar el equipo que tenemos entre manos.
No podemos olvidar que estamos ante un dispositivo conectado y todo lo que ello representa: la posibilidad de compartir lo que hacemos al momento, la existencia de aplicaciones para editar las tomas a niveles que solo podríamos esperar de un ordenador personal o la utilización de otras para encontrar localizaciones que además nos ayudan con los mejores parámetros para las condiciones del momento.
Mejorar los resultados implica practicar mucho, pasar muchas horas con una cámara para conocer sus posibilidades y, en el caso que corresponda, saber utilizar accesorios que nos permitan realizar tomas imposibles. De todas estas cosas os vamos a hablar en este artículo, teniendo como referencia al Huawei P Smart +, un smartphone al alcance de cualquiera con unas posibilidades fotográficas impresionantes.
Conoce a tu cámara como a ti mismo
Es una realidad que los teléfonos móviles cada día son más capaces y automatizan gran cantidad de funciones y parámetros para que el usuario consiga la mejor toma posible sin tener que ser un especialista en la materia. El usuario principalmente debe centrarse en componer, ver rápidamente el resultado y volver a intentarlo si cree que hay margen de mejora.
Pero siempre se puede dar un paso hacia adelante y controlar lo que está ocurriendo. Para eso tendremos que enfrentarnos a las opciones de nuestro teléfono, a sus posibilidades y límites. Cuantas más fotos hagamos, cuantas más circunstancias diferentes consigamos registrar, mayor será el aprendizaje que obtendremos con el dispositivo. Pierde tiempo en explorar el menú, juega e interpreta qué es lo que se puede hacer con cada opción, siempre puede llegar un momento en el que se vuelva útil.
Salir del piloto automático que nos proponen los teléfonos inteligentes no garantiza mejores fotos al momento, pero sí nos abre las puertas al maravilloso mundo de la fotografía
Los teléfonos móviles actuales son tan inteligentes como flexibles. Si nos adentramos un poco, podremos jugar con parámetros vitales en el mundo de la fotografía como los siguientes:
- El punto de enfoque es aquel lugar de la imagen que hemos decidido que tiene que estar enfocado, en los smartphones es posible elegirlo de forma táctil.
- La sensibilidad del sensor a la luz, en correspondencia con ISO: cuanto más bajo sea el número, menos sensible es. Cuanto más alto sea el valor, más sensible será a la luz y menos tiempo tardará el móvil en hacer la foto a una misma exposición. Aumentar la sensibilidad ISO es aumentar el ruido.
- El tiempo de exposición o velocidad del obturador es el tiempo que está abierto captando luz: cuanto más prolongado sea, más luz captará.
- El balance de blancos es un control que sirve para equilibrar los niveles de los colores básicos ─rojo, verde y azul (RGB)─ con el objeto de que la parte más brillante de la imagen aparezca en blanco y la menos brillante en negro.
Son las cosas típicas que nos dejan tocar al pasar a modo manual y muchos de los resultados se muestran en tiempo real en pantalla. Así, podremos interpretar si el cambio que vamos a hacer es correcto o atractivo.
Más inteligencia y más cámaras
Entrando en la parte técnica del asunto, tenemos que comentar que la fotografía está explorando nuevos caminos para mejorar en calidad y posibilidades. El primero de ellos es la multiplicación del número de cámaras en un mismo dispositivo, algo que se está viendo catalizado en el teléfono móvil por la falta de espacio para colocar una cámara de mayor tamaño. Con ellas, se logra manejar diferentes focales en un mínimo espacio al tiempo que es factible jugar con el contenido que captan ambos sensores a la vez.
Huawei es una de las pioneras y principal promotor de estos desarrollos, con la inclusión de hasta tres cámaras en la trasera del P20 Pro. Se trata de un modelo de gama alta, sin restricciones por precio. Ahora, lo realmente llamativo es encontrarnos con teléfonos de gamas inferiores que toman esta tecnología y la ofrecen tanto en su cámara principal como en su cámara frontal. El mejor ejemplo es el Huawei P Smart +.
El Huawei P Smart + se atreve con hasta cuatro lentes con IA para configurar su sofisticado sistema. En la trasera, tenemos una combinación de dos cámaras con 16 y 2 megapíxeles, respectivamente, que nos aseguran calidad y el mejor efecto bokeh en el retrato. La cámara principal presume de una apertura máxima f/2,2.
Selfies con doble cámara
El selfie es, sin duda, un apartado estrella de un teléfono actual. No querer trabajar este aspecto por parte de un fabricante es no estar escuchando lo que los clientes demandan. Tenemos que volver a poner al Huawei P Smart + como ejemplo de esta generación al haberse atrevido con una configuración de doble cámara en su frontal haciendo gala de 24 y 2 megapíxeles.
De la misma forma que con la trasera podemos crear retratos con una profundidad y desenfoque especial, con la frontal vamos a conseguir el mismo efecto. La inteligencia artificial para reconocer el escenario y los algoritmos para embellecer harán el resto del trabajo.
Inteligencia artificial para todos
En efecto, la segunda cosa que la fotografía móvil está utilizando para revolucionar los resultados es la inteligencia artificial. Los algoritmos que utilizan estos teléfonos han estado aprendiendo con más de 100 millones de imágenes, y van a seguir haciéndolo. Con ello, consiguen identificar 22 categorías y más de 500 escenas diferentes: el teléfono adapta los parámetros a las mejores opciones para la toma concreta.
Todo esto sería imposible sin una capacidad de proceso acorde, por eso es más sorprendente encontrarnos con un teléfono como el Huawei P Smart+ que es capaz de lidiar con garantías con la IA gracias al chipset de la casa Kirin 710. Entre sus virtudes, también ofrece su potencia para la grabación de vídeo, pudiendo congelar instantes en cámara superlenta: el modo 16x Super Slow Motion puede registrar una tasa de 480 fotogramas por segundo.
Consejos para mejorar tus instantáneas
Puedes optar por confiar en la inteligencia de tu smartphone, aunque también puedes elegir jugar con los parámetros que te deje tocar. Sea como sea, siempre os recomendamos contar con bastante memoria para almacenamiento. Los vídeos y fotos cada vez ocupan más espacio y al menos 32 GB de memoria nos parece una cantidad ideal.
Huawei P Smart + te ofrece el doble de esa cantidad (64 GB ampliables mediante Micro SD) y una gran pantalla Full HD de 6,3 pulgadas para ver de la mejor forma posible los contenidos.
1. La iluminación
La fotografía es luz. Tener la mejor iluminación va a conseguir que las diferencias se reduzcan entre lo que es capaz de registrar una supercámara con un sensor gigante y nuestro pequeño teléfono móvil.
En la fotografía profesional, lo habitual es controlar la luz con lámparas, difusores y reflectores; todo esto también es factible con un teléfono móvil. Cuando no es posible, una regla general es que coloquemos el punto de luz más fuerte a nuestra espalda para que pinte de luz el sujeto o escenario que vamos a registrar.
Juega y experimenta con las perspectivas, mira cómo actúan las sombras y luces sobre los elementos. Asegúrate siempre de que el sujeto, o detalle importante de la foto, esté enfocado antes de disparar.
2. Encuentra la localización perfecta
Si estás preparando una captura, te merece la pena buscar una buena localización. Mira muchas instantáneas en redes que te faciliten localizar un lugar. De esta manera, encontrarás puntos de interés fotográfico sin ni siquiera haber reconocido el sitio.
Si vas a hacer un retrato y utilizar el sistema de desenfoque inteligente, lo ideal es medir distancias para asegurarte de que la zona que se va a desenfocar hace el contraste correcto con respecto al sujeto, tanto en distancia como en aspecto.
3. Compón la fotografía
Tan importante como el lugar, la iluminación y las distancias es la perspectiva con la que vayas a enmarcar la escena. Con la fotografía digital no tienes límites, no te canses de cambiar el punto desde el que disparas, tampoco la orientación del sujeto: de un mismo lugar te puedes llevar muchas fotos diferentes.
En una fotografía más general, con diferentes elementos, te invitamos a efectuar la composición utilizando la rejilla que os ofrece la interfaz del móvil. Podemos manejar la regla de los tercios, simetrías o cualquier otra fórmula que consideréis atractiva en el momento. De nuevo, tenemos que pensar en hacer todas las tomas que se nos ocurran, ya llegará el momento de seleccionar y borrar.
4. Debes evitar...
─ El flash. Hay veces que es imposible evitarlo y la verdad es que ha mejorado mucho en su funcionamiento. Pero, siempre que podamos, lo ideal es estabilizar bien la cámara e iluminar la escena de otras formas; por ejemplo, con luz auxiliar, ventanas... Por regla general, el flash suele iluminar el motivo de forma agresiva, quemando zonas, reflejando luces desgradables o destrozando el balance y temperatura de la imagen.
─ El zoom digital. Es el segundo enemigo si queremos preservar la calidad de la imagen. Puede tener su utilidad, pero en líneas generales acercar la imagen de forma digital es sinónimo de hacer mucho daño al resultado final. La resolución que se pierde y el lavado de la imagen que ocurre rara vez nos van a merecer la pena.
─ La suciedad en la lente. Es tan pequeña que a veces ni sabemos que está sucia, y suele estarlo, ya que se encuentra especialmente expuesta. Mantener la lente limpia es sencillo y va a mejorar la calidad de la toma y el funcionamiento del sistema en general.
5. Debes experimentar con...
─ Disparar en RAW. Muchos teléfonos lo permiten, grabar en RAW es tener una fuente más potente desde la que editar una imagen y conseguir mejores resultados. Las tomas ocupan más y necesitarás programas especiales para procesarlas, pero en muchos casos nos valdrá la pena.
─ Otras aplicaciones de disparo y edición. La interfaz de serie de los smartphones suele ser estupenda. Sin embargo, en las tiendas de aplicaciones encontramos desarrollos muy capaces que nos permiten jugar a un nivel superior antes y durante el procesado de las imágenes, creando incluso comunidades alrededor de sus filtros y creaciones. Podemos recomendar nombres como Adobe Photoshop Lightroom o VSCO.
─ Accesorios. Lo comentamos a lo largo del artículo, a veces mejorar pasa por tener los accesorios adecuados: un trípode que nos permita dejar el teléfono en un sitio de forma segura y estable; lentes adicionales que nos ofrezcan macro o gran angular; una luz externa que nos rellene el ambiente de forma que el teléfono pueda registrar con calidad una escena complicada; o una batería externa para estar más tiempo fuera de casa inmortalizando instantes.
Las imágenes son la herramienta más poderosa, el lenguaje de las redes sociales: más de 2.000 millones de imágenes se suben a diario a redes como Instagram y Snapchat. Te merece la pena mejorar tu lente y aprender a sacar lo mejor de ella. En este juego, las cámaras convencionales tienen pocas armas para luchar con nuestros teléfonos móviles.
Imágenes | Jonny Caspari | Agê Barros | Kipras Štreimikis
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