De la cantidad a la calidad: las razones de esta empresa española para apostar por una semana laboral de cuatro días

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¿Una jornada laboral de cuatro días tras una crisis sanitaria y económica de carácter mundial? La respuesta para muchos es "Sí, por supuesto". Las ventajas son evidentes: aumenta la productividad de manera inmediata, se reducen los costes de producción y mantenimiento, se fomentan ciclos de trabajo más rotativos y breves... Pero este cambio también comprende un reto: trabajar cuatro días y descansar tres, saltando de las 40 horas a las 36, puede minar algunos objetivos, al margen de que nadie quiere bajarse el sueldo.

La consultora IT Bravent está dispuesta a dar ese paso sin ninguna reducción de salario, y hacerlo en un momento de crecimiento, con más de 90 personas en plantilla y una previsión de llegar a 100 durante este año. No en vano, el origen del nombre deviene de valiente. "Es reflejo de nuestras raíces; la fuerza, el compromiso de todos los que pertenecemos a la compañía, que nos lleva constantemente a innovar y romper con lo tradicional", resume Jose Luis Carrascosa Colmenero, CEO de Bravent.

Compromiso, equipo y creatividad. Estos tres pilares clave de una empresa española situada entre las 10 principales del sector IT en tecnologías Microsoft son la base sobre la que intentarán poner a prueba este modelo de jornada 4:3 (4 días de trabajo, 3 de asueto) a partir de septiembre. ¿Su objetivo? Reforzar desde la propia firma el axioma "trabajar para vivir, no vivir para trabajar".

"Hará que todos nos focalicemos más en nuestros objetivos, que estemos más motivados, porque sabemos que estamos en una compañía que siempre tendrá en cuenta el bienestar de sus equipos. Y eso hace que tu estado de ánimo y tu actitud sea mucho más positiva y, por tanto, obtengas mejores resultados. Este cambio permitirá a nuestro equipo estar menos tenso, ya que dispondrán de tiempo para ocuparse de aquellos compromisos personales que la semana de cinco días no permite cumplir con tanta facilidad...".

Nuevo paradigma en el sistema productivo

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No serán los primeros. La agencia de Niel Patel, Swiggy, el grupo DDB Mudra, MullenLowe o los más de 2.500 funcionarios públicos islandeses que llevaron a cabo uno de los mayores experimentos sociales del último lustro se han beneficiado de la jornada laboral reducida a cuatro días.

En todos ellos, los índices de productividad y la calidad de servicios se mantuvieron o mejoraron respecto a las ratios de rendimiento anteriores a la prueba. Aunque no todos están de acuerdo con las bondades de una jornada más de descanso, con menos presencialidad o un mayor volumen de teletrabajo, los datos son muy positivos.

Y en España, ¿es viable dar este salto? El país con mayor cantidad de horas de sol, caladero turístico por antonomasia y hogar de los horarios más raros para comer, cenar o irse de fiesta de toda Europa, se enfrenta a un cambio de paradigma para decir adiós a las sagradas 8 horas diarias y 40 semanales, el horario más extendido. Pero no es un runrún teórico, como demuestran las firmas españolas Software DELSOL, 4suma o Zataca Systems.

Un modelo con 100 años de historia

Captura De Pantalla

El historiador Rutger Bregman apuntaba en 'Utopía para realistas' como el modelo por seguir reduciendo la jornada se truncó cuando muchos empleados empezaron a "vivir" en la oficina y las fábricas, echando horas extra y acudiendo a horarios nocturnos o fuera de jornada para sacarse un sobresueldo.

El sistema de cuatro días por semana trabajada rompe con este viejo esquema. Y es así porque puede hacerse: la presencialidad ya no es la clave. Jose Luis Carrascosa Colmenero, CEO de Bravent, está de este lado de la historia.

"La jornada de cuatro días será efectiva una vez finalizada la jornada intensiva de verano y de cara al último trimestre del año. Como establece nuestra política de RRHH, toda medida que se adopta en la compañía tiene en cuenta a todas las personas que formamos parte de ella. Esta medida está adaptada a nuestra actividad y al servicio que realizamos, de tal manera que ninguno de nuestros clientes quede desatendido en ningún momento y nuestro equipo disfrute de sus cuatro días de jornada laboral".

Cambios que van a llevarse a cabo sin reducciones de salario. De hecho, todas las medidas que han puesto en marcha en pro de la conciliación han supuesto para el equipo una mejora, manteniendo los acuerdos anteriores intactos.

Del teletrabajo a la semana de cuatro días

Tiempos

Sin planificación consciente, el azote de la pandemia por coronavirus se convirtió en el mayor experimento de teletrabajo de la historia. Bravent también fue una de las empresas pioneras —actualmente toda su plantilla teletrabaja— y sus modelos de rotación de semipresenciales llevan impuestos desde hace más de seis años.

"Disfrutamos de teletrabajo full, acudiendo a la oficina presencialmente cuando existe alguna necesidad que no se puede cubrir de otro modo, o simplemente queremos vernos. Somos una compañía tecnológica y, conectados a la nube, podemos estar, en cualquier momento, en cualquier parte del mundo. Una buena infraestructura es lo que necesitas para poner en marcha las distintas medidas de conciliación".

Con la nueva jornada, también quieren servir de faro a otras compañías que aún no han tomado este tipo de medidas consideradas disruptivas. "Observarán nuestros resultados y verán que es posible, ya que podemos asegurar que la productividad no se verá afectada", sentencia Jose Luis Carrascosa.

"Somos un gran reflejo de la importancia de cuidar a nuestro equipo, de saber que apostar por la conciliación familiar y profesional es necesario. Somos personas con miles de circunstancias y necesidades que cubrir, por lo que debemos tener los ojos bien abiertos y mirar hacia el futuro, para saber que la tecnología está aquí para mejorarnos la calidad de vida, tanto laboral como personal".

¿Un sistema de recompensa?

Trabajar

En realidad, la jornada de cuatro días es algo de lo que se viene hablando desde hace un siglo. Uno de los más influyentes economistas de nuestro tiempo, John Maynard Keynes, dictó en Madrid ‘La posible situación económica de nuestros nietos’. En esta conferencia propuso que en 2030 apenas trabajaríamos 15 horas semanales, causa directa de un progreso constante. No en vano, durante su candidatura, Richard Nixon puso sobre la mesa la jornada de cuatro días.

Como vemos, trabajar menos horas no debería asociarse a esa connotación negativa que implica fracaso, sino triunfo y progreso. Bravent cree en ello:

"Cuando Bravent despegó, se nos planteó nuestro primer reto; recompensar a nuestro equipo por su compromiso y mejorar su calidad de vida. Vimos claro cómo hacerlo: flexibilizar y facilitar la conciliación profesional y personal de las personas, poniendo en marcha una medida totalmente novedosa en España, el teletrabajo, palabra desconocida para muchos y tabú para otros. Poner en marcha esta medida no fue fácil, ya que muchos a nuestro alrededor no creían que pudiera funcionar, pero confiamos plenamente en nuestro equipo, sabíamos que su nivel de compromiso y responsabilidad seguirían manteniendo la calidad de nuestro servicio y nuestros clientes no sufrirían ningún daño colateral. El tiempo nos demostró que estábamos en lo cierto y fue todo un éxito, ya que ese modo de conciliar nos hizo estar más concentrados y más motivados por la tarea. Con los años, la competencia se hizo eco de esta medida y comenzaron a aplicarla con el reflejo del éxito que Bravent había conseguido".

Actualmente, además del teletrabajo, la empresa también disfruta de la jornada intensiva de verano y, tal y como nos recuerda el CEO de la empresa, "todos los convenios permiten la mejora laboral, por lo que todas las medidas implantadas se adaptan perfectamente a ellos. De hecho, nuestra jornada laboral siempre ha mejorado la establecida por convenio".

Clientes que confían

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Pero no solo hay que pensar en los trabajadores. ¿Qué hay de las urgencias de algunos clientes?

"Es una labor que requiere confianza por parte de nuestros clientes, y sabemos que aquellos que trabajan con nosotros son conscientes de la calidad profesional y compromiso de nuestros equipos. Apostaron por nosotros cuando impulsamos con éxito el teletrabajo, demostrando que un sistema alternativo es posible; y estamos seguros de que van a seguir apostando".

Y es que, según enfatiza el CEO de Bravent, ya nadie tiene dudas (ni empleados, ni empleadores, ni clientes, ni partners) que "se trabaja para vivir, no se vive para trabajar".

Imágenes | Unsplash (1, 2, 3, 4, 5) y Microsoft Teams


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