GLP, guía a fondo: qué es este combustible de gas, ventajas e inconvenientes

Con los precios de marzo de 2024, se necesitan 18.000 kilómetros para amortizar la modificación a GLP

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El GLP (Gas Licuado de Petróleo) es el combustible alternativo más utilizado en el mundo. España no ha sido un país con un uso muy extendido de este tipo de combustible, pero los vehículos a gas (también se incluye GNL y GNC) contabilizaron 26.545 matriculaciones en 2023, según Anfac. Un dato muy superior a las  14.776 unidades de 2022, acumulando un crecimiento del 79,65%.

En países como Turquía, Alemania o Italia, el uso del GLP está mucho más extendido y, sólo en este último país, se calcula que hay casi tres millones de vehículos en circulación movidos por este combustible. En cualquiera de ellos, el número de estaciones donde repostar GLP también es mucho mayor.

En España hay disponibles alrededor de 800 puntos donde llenar los depósitos de nuestro coche con GLP, mientras que en Turquía superan las 4.000, en Italia se acercan a las 5.000 y Alemania y Polonia superan ampliamente los 7.000 puntos de recarga de este gas.

GLP: una guía para contestar todas las preguntas

Pero, ¿qué es el GLP? ¿Qué ventajas presenta y cuáles son sus inconvenientes? ¿Por qué es interesante este combustible alternativo? En esta guía contestaremos a todas las preguntas.

Qué es el GLP o Gas Licuado de Petróleo

El GLP es una mezcla de propano y butano que, procesado con unas medidas y características concretas, es útil como combustible para la automoción. La combinación más eficiente es una mezcla de 70% butano y 30% propano, quedando reservada una mezcla de 65% butano y 35% propano para el transporte pesado.

Se calcula que el 60% del GLP utilizado en España proviene de yacimientos de gas natural y petróleo, mientras que el 40% restante proviene de la destilación del petróleo en las refinerías.

No hay que confundir el GLP con otros gases que se utilizan como combustible en automoción como el GNC (Gas Natual Comprimido) o GNL (Gas Natural Licuado). Estos dos últimos gases se engloban dentro de los GNV (Gas Natural Vehicular), es decir, gas natural procesados para ser utilizados en un vehículo.

El GNC se utiliza principalmente en el transporte ligero pero tiene la desventaja de que apenas cuenta con 222 estaciones de servicio en España. El GNL es el gas natural utilizado habitualmente en el transporte pesado.

Cómo funciona un coche con GLP

Los vehículos que funcionan con GLP son los conocidos como "coches bifuel". Es decir, su propulsor puede funcionar tanto con gasolina como con GLP, pues en su interior cuenta con dos depósitos, una destinada a cada tipo de combustible.

Por defecto, el coche utilizará el GLP como su combustible principal, pues la verdadera ventaja de este gas es que tiene un precio inferior a la gasolina. Cuando sus reservas se acaban, el vehículo funciona con gasolina, pero sigue utilizando el mismo motor.

La única diferencia que se puede encontrar es que el GLP genera menos potencia, pues su densidad energética es menor. Esto se traduce en que el coche perderá entre un 5 y un 10% de su potencia. Por lo demás, el funcionamiento es exactamente el mismo con ambos combustibles y no se encuentran otras consecuencias cuando, en marcha, se salta del gas a la gasolina.

Hay que tener en cuenta que en el depósito siempre debemos tener un mínimo de gasolina (aunque vayamos a utilizar el GLP en nuestro viaje) pues el arranque siempre se realiza con gasolina y el coche utiliza este combustible hasta que alcanza los 40ºC y el evaporizador puede gasificar correctamente el GLP para su uso.

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Qué coches se mueven con GLP

Dacia, Fiat, Ford, Jeep, Renault, Subaru o Ssangyong son marcas que venden vehículos movidos por GLP en nuestro país. Lo habitual es que estos coches, para poder contar con ambos depósitos, tengan que hacer algunas concesiones en el espacio del maletero.

La ventaja del GLP es que también podemos convertir un vehículo de gasolina a este tipo de combustible. Se necesita una modificación realizada por un taller especializado y se recomienda que esta sea de calidad, pues de ello dependerá en gran medida la vida útil del nuevo sistema y del consumo del mismo.

Una modificación de mala calidad puede provocar problemas de calibración o en las válvulas, como un sentado o resecado de las mismas. Hay que tener en cuenta que el gas es un combustible seco y, por tanto, la lubricación de los componentes se complica.

Para poder modificar nuestro coche a GLP es necesario que el vehículo cumpla, al menos, con la normativa Euro III de emisiones. El precio de la preparación se sitúa entre los 1.000 y los 2.000 euros y es necesario pasar la ITV para certificar que cuenta con todas las medidas de seguridad necesarias.

Ventajas del GLP en España

La principal ventaja de utilizar GLP en España es el precio del combustible. Aunque su precio se ha encarecido mucho desde la Guerra de Ucrania, este tipo de combustible sigue siendo sensiblemente más barato que la gasolina o el diésel. En 2023, el coste de un litro de GLP ronda el euro.

Si bien los depósitos de este combustible reducen el maletero del vehículo, también es cierto que los coches bifuel alcanzan autonomías cercanas o superiores a los 1.000 kilómetros. Además, al utilizar la gasolina como apoyo, el suministro está asegurado.

Pero, sobre todo, una de las grandes ventajas del GLP más allá del precio del combustible se encuentra en el parabrisas del coche. Con el GLP se emiten un 15% menos de CO2 y un 80% menos de NOx que con un diésel, por lo que todos los coches nuevos que se compren movidos por GLP cuentan con la etiqueta ECO de la DGT.

Esto es especialmente interesante con las modificaciones. Salvo los vehículos homologados bajo la normativa de emisiones Euro III, aquellos que cumplan con Euro IV, V o VI también reciben la pegatina ECO, con mayores facilidades para circular en episodios de alta contaminación o por las zonas de bajas emisiones y pueden obtener descuentos en las zonas de estacionamiento regulado en algunos ayuntamientos.

Inconvenientes del GLP en España

Aunque el GLP sigue siendo un combustible más barato que la gasolina, es cierto que su ventaja competitiva en este sentido ha decaído un poco. Hace relativamente poco tiempo, era frecuente encontrar el litro de GLP por 0,70 euros. Ahora, la diferencia con la gasolina es menor y hay que tener en cuenta que, para conseguir la misma potencia, el consumo también es ligeramente mayor.

Esto hace que tengamos que sumar alrededor de un litro de combustible por cada 100 kilómetros. Es decir, si nuestro coche de gasolina consume 7 litros/100 km, es fácil que con GLP gaste 8 litros/100 km o, incluso, algo más.

Con los precios de octubre de 2024, con el GLP a un coste de unos 0,942 euros/litro, por cada 100 kilómetros, haremos un gasto de entre 6,40 y 7,30 euros. Con el precio de la gasolina en el mismo momento (1,514 euros/litro), estaremos haciendo un gasto de entre 10,50 y 13,20 euros en la misma distancia. Es decir, si la modificación nos ha costado 1.000 euros (y estamos ahorrando unos entre cuatro y cinco euros por cada 100 kilómetros) necesitaremos hacer más de 18.000 kilómetros (exclusivamente con GLP) para empezar a amortizar la inversión.

El otro gran problema del GLP es el número de estaciones de servicio. En España hay alrededor de 12.000 estaciones de servicio pero sólo 800 de ellas sirven GLP, lo que puede complicar su repostaje. Aunque cada año hay más oferta, en toda Extremadura sólo encontraremos 10 estaciones donde llenar los depósitos de GLP y en provincias como Teruel (dos) o Soria (cinco) será difícil repostar.

Imagen | Repsol

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