En la batalla por captar teletrabajadores de todo el mundo, una ciudad ha tomado la delantera: Valencia

Vista panorámica de la ciudad de Valencia.
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La carrera de las principales metrópolis del mundo como Londres, París o Hong Kong por atraer al talento expatriado ha dado un sorprendente giro en el último año. Y lo cierto es que para los trabajadores migrantes estas ciudades ya no son, ni de lejos, tan atractivas como lo eran en el pasado, dejando su historia y cultura a un lado. La razón: el teletrabajo ya no les ata a la oficina. 

Y por tanto, puestos a elegir dónde plantar su casa oficina, ahora se decantan por ciudades más pequeñas donde existe un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal, buen clima o mejor acceso a la vivienda. Y en España, tenemos los ingredientes perfectos.

El ranking. La comunidad mundial de expatriados InterNations entrevistó a más de 15.000  personas de 173 nacionalidades a las que se les pidió que valoraran 25 aspectos de la vida urbana en el extranjero del uno al siete. Con estas calificaciones se crearon cuatro índices principales sobre calidad de vida urbana; finanzas y vivienda; vida laboral urbana; y facilidad a la hora de establecerse en la ciudad. En base a ellos se clasificó a las 66 ciudades analizadas en un ránking con un resultado inesperado.

El giro. Según este análisis, cuatro de las diez mejores ciudades del mundo para vivir son españolas. Concretamente, el estudio sitúa a Valencia en primer lugar, a Alicante en segundo, a Málaga en el sexto y a Madrid en el noveno. Sin duda un indicio del potencial que tiene el país en temas que de verdad influyen al ciudadano medio europeo: huir del mal clima, tener seguridad en las calles, beneficiarse de un sistema sanitario que funcione y pagar un alquiler más barato.

Resultados del Expat City Ranking 2020, realizado por InterNations.
Resultados del Expat City Ranking 2020, realizado por InterNations.

Balance. Lo cierto es que aunque estas cuatro ciudades coinciden en su buena puntuación en las categorías de calidad de vida urbana y facilidad para establecerse, flaquean en otros criterios. Por ejemplo, en sus oportunidades laborales, donde son consideradas como mediocres o directamente pobres. En el caso de Valencia, la ciudad del Turia está siempre entre las cinco primeras en todos los índices analizados salvo en uno. Aún así, pasa de ocupar el primer puesto en calidad de vida urbana y coste de vida local, a la posición 46 en posibilidades laborales.

Y ahí es donde entra en juego el teletrabajo y su rápida implantación mundial. Bajo el manto de una pandemia brutal, cada vez más empresas están mandando a sus trabajadores a casa para realizar sus labores desde allí. Este factor abre un amplio abanico de posibilidades para los trabajadores a la hora de elegir dónde establecerse, ahora desatados de las cadenas de la oficina. ¿Mejor cerca de la playa que en una ciudad atestada y contaminada, no?

Vivienda. Uno de los criterios que más penaliza a grandes ciudades europeas como París o Londres es el alto coste de alquiler o el difícil acceso a una vivienda, además de la insatisfacción financiera. Aproximadamente tres de cada diez expatriados en París declararon estar descontentos con su situación financiera y el 70% dijo que la vivienda no era asequible. Viena, por ejemplo, pese a situarse en el puesto 16, lidera la categoría de transporte. Y Dublín, situada en el puesto 58, lidera la categoría de condiciones de trabajo.

Listado de ciudades en el Expat City Ranking 2020 ordenadas según la facilidad de acceso a la vivienda.
Listado de ciudades en el Expat City Ranking 2020 ordenadas según la facilidad de acceso a la vivienda.

De 66 ciudades, Londres registró el puesto 51 y Nueva York, el 34. Los expatriados de ambas ciudades coincidían en las altas oportunidades profesionales que estas ciudades ofrecen pero renegaron, aún así, de una atención médica inasequible o de alquileres fuera del alcance de sus posibilidades. Además de las complicaciones que se pueden derivar de las políticas gubernamentales que restringen la movilidad de migrantes calificados, como el Brexit.

Resultado. Todo esto parece indicar que estamos empezando a asistir a una era de nómadas digitales. Trabajadores expatriados que, ahora beneficiados de su trabajo en remoto, buscan recorrer mundo y establecerse por cortos periodos de estancia en países que hagan de sus vidas algo más fácil. O quizás podemos estar dejando atrás el cliché familiar del nieto/a que va a buscarse la vida a Reino Unido o Estados Unidos. Porque, ¿quién quiere irse ahora si podemos hacer lo mismo desde casa? Pero eso sí, sin lluvias diarias que arruinen el día.

Imágenes: Unsplash/InterNations

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