¿Te imaginas a multinacionales estadounidenses de rostro amable posicionándose sobre la situación de Donbass o el conflicto catalán? Esta semana Ariz Kader, profesor especializado en estudios de Oriente Medio, vio “que alguien lo posteaba y no me lo podía creer. El McDonald’s de Azerbajan está promocionando la toma militar de Nagorno-Karabaj”.
McDonald a las armas: el medio canadiense CTVNews ha confirmado la autenticidad de los posts, que se hicieron en Instagram y en Twitter y que después han sido borrados. “Cada centímetro del país debe quedar unido e indivisible!”, “¡Agita la bandera de tu tierra natal!”, eran algunos de los comentarios publicados, acompañados de pendones y soldados mirando al horizonte. Hablamos de un conflicto en el que los muertos ya se están contando en miles.
Hay rumores de que Burger King y Papa Johns se sumaron al fervor azerbaiyano, felicitándose de la “liberación” de Shusha, pero no se ha podido confirmar si estos posts fueron montajes o no.
En realidad el nacionalismo sigue ahí: ahora mismo las cuentas de redes sociales de mcdonalds.az combinan posts promocionando los juguetes de Minions de sus Happy Meals con normas de restricciones por coronavirus y loas a las fuerzas armadas o felicitaciones por el día de la independencia. Hay, sin embargo, un agujero de contenido entre el 15 de octubre y el día de ayer, cuando hicieron una declaración excepcional para recordar que el objetivo de la marca global no es otro que “crear espacios donde la gente pueda reunirse a comer y compartir momentos juntos”, lo que da pie a pensar que hubo algún tipo de toque corporativo desde arriba.
I’ve been a loyal @McDonalds customer for years, but that ends now.
— Alex Galitsky (@algalitsky) October 27, 2020
McDonald’s Azerbaijan has endorsed Aliyev’s genocidal aggression against #Armenia & #Artsakh.
We are going to #BoycottHate until McDonald’s takes action.https://t.co/V4DAuAwIC2 pic.twitter.com/QmmtuITy2h
¿Por qué esto es un lío para McDonalds? Porque no se trata de una empresa local con la vista fijada únicamente en lo que pase en este territorio, sino de una multinacional en la que comen personas de todo tipo de procedencia. Existe por ejemplo en Francia o en Estados Unidos un importante número de desplazados armenios que podrían sentirse atacados y busquen boicotear la marca, como ya están algunas asociaciones llamando a hacer. Desde 2018 la cadena de los arcos dorados se suscribió a los principios rectores sobre las empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. No es plan de promocionar ningún bando en un conflicto armado.
Quién es quién en el conflicto Nagorno-Karabaj: este es un territorio en el que viven 150.000 personas, de mayoría étnica armenia, que vive desde los años 90 bajo el mando de una organización autodeterminada de este mismo pueblo y no reconocida por la mayoría de actores internacionales. La ONU considera que es un territorio ocupado por Armenia que le corresponde legítimamente a los azeríes. Azerbaiyán tiene detrás a Turquía, cada vez más nacionalista y expansionista, y Armenia tiene a Rusia, quien sobre el papel debe defender a Armenia (aunque vende armas a ambos bandos), pero en cuyo territorio existe un gasoducto inaugurado el año pasado que pasa por Turquía y que alivia la dependencia de Europa del gas ruso. Un conflicto de siglos de historia que ha vuelto a estallar con mayor virulencia que nunca en treinta años de relativa paz.
Recuperación o guerra: el bando con legitimidad jurídica es Azerbaiyán, pero, ¿quién está siendo más sanguinario? En ninguno de los dos casos han renunciado a las bombas de racimo, cuyo uso en un entorno civil residencial está prohibido por las leyes de la guerra. Si nos fiamos de Human Rights Watch, hay al menos cuatro incidentes documentados del uso de estas armas por parte del bando pro-Turco entre armenios mientras que Azerbaiyán, pese a denunciar hechos similares, no ha dejado pasar a los observadores para constatarlo. A día de hoy hay más de 2.000 víctimas en uno y otro lado, muchos de ellos civiles. A Armenia le interesa venderlo como guerra mientras que a los otros de enfrentamiento, y como mínimo estamos ante una catástrofe humanitaria. El actual slogan de McDonalds es “Lovin´beats hatin”, cuya traducción libre sería algo así como “amar vence al odio”.