Uno de los datos más curiosos que siempre sorprenden a los que lo leen es que ha ido más gente a la luna que al lugar más profundo de la Tierra, debajo de los océanos. Ese punto es la fosa de las Marianas, en el océano Pacífico, al sur de Japón y bajo bandera estadounidense. Allí es donde se han hecho las fotografías más profundas.
Las profundidades de los océanos es una inexplorada por las dificultades técnicas y el coste que supone una expedición a esos puntos. De hecho, seguro que conoces a uno de los que han bajado. Ni más ni menos que James Cameron, el famoso director de cine. Él desarrolló una de las cápsulas más avanzadas para grabar en 3D la profundidad de la fosa. Y es parte importante, por lo tanto, de su historia.
Las dificultades de bajar a más de 10.000 m de profundidad
La fosa de las Marianas alcanza en su punto más profundo los 11.034 m, en el abismo de Challenger. Se extiende a lo largo de unos 2.550 kilómetros con una anchura de 69 en forma de media luna. Si metiéramos el monte Everest en su interior, todavía quedarían miles de metros por cubrir. La supervivencia humana es imposible sin un vehículo especialmente preparado.
Para que os hagáis una idea, según las declaraciones del propio James Cameron en el documental que hizo, se tarda más de dos horas en descender a lo más profundo. Y la presión es tan alta que las cápsulas de los submarinos tienen un grosor de 90 mm. Así evitan que la presión nos destroce.
Si quieres vivir una aventura en las profundidades extremas, solo tienes que esperar a una nueva alianza de EYOS Expeditions y Caladan Oceanic para que vuelvan a llevar a turistas al abismo de Challenger. Aquel viaje costó 750.000 € por persona.
Podemos encontrar fotografías, pero cuando consiguen alcanzar semejante profundidad, se suele grabar vídeo más que hacer fotografías. Se puede sacar mucho más provecho de una grabación que de un único fotograma. Pero sí que llevan, al menos, una cámara fotográfica.
Muy pocas veces se ha alcanzado la profundidad máxima con tripulación. La última fue el 10 de noviembre de 2020, por un equipo chino con el submarino Fendouzhe (luchador en chino). Batieron un récord que todavía no ha sido superado. Alcanzaron 10.909 m y recolectaron muestras biológicas, sedimentos y rocas del lecho marino.
Hicieron 13 inmersiones antes del récord, y en ocho de ellas superaron los 10.000 m. Lo más increíble de aquella expedición es que la misión fue trasmitida en directo por la emisora oficial CCTV de Beijing y sirvió para demostrar al mundo el avance de China a nivel tecnológico.
Ahí la presión es de 1.086 bar, más de mil veces la presión normal al nivel del mar. Lo más grave es que ahí dentro han encontrado plásticos, fruto de la contaminación. Los animales que viven ahí también sufren nuestra presencia.
Cómo hacer fotografías y vídeos a semejantes profundidades
Muchos países financian estas investigaciones, pero la más famosa es la de EEUU, la famosa Ocean Exploration, con una de las páginas más completas sobre el tema que podáis encontrar. Ahí es donde hemos encontrado gran parte de la información.
Como bajar a la profundidad de la fosa de las Marianas es muy complicado y caro, normalmente se conforman con bajar a 4.500 m aproximadamente con un ROV (vehículo operado a distancia), un submarino no tripulado que se controla desde el barco. Está conectado a la nave por un cable (¿Os acordáis de 'Titanic'?)
Estos equipos de alta tecnología, de tamaños diversos, desde una caja de zapatos a una camioneta, son modulares, lo que significa que se pueden ir añadiendo diversos elementos en función de la tecnología que necesite el equipo científico que lo alquile.
Los ROV tienen el poder de un jugador de rugby, pero la destreza de un neurocirujano, como dice David Wotherspoon, del Instituto Schmidt Ocean. Y necesitan ojos para poder ser operados a distancia. Y sobre todo luz, algo que no existe en las profundidades de la tierra.
La equipación básica de imagen de estos submarinos es la siguiente. Las marcas de estas cámaras no son conocidas por el gran público. En primer lugar, encontramos un sistema para localización Insite Pacific Mini Zeus HD de 1080i; una cámara científica SULIS Subsea Z70, con resolución 4K y un zoom 12X; cuatro cámaras HD DSPL FlexLink HD Multi SeaCam. Y por supuesto iluminación LED DSPL SLS-6150 y dos luces LED suplementarias Newtsun de 500 w.
La calidad de estos equipos es impresionante, pero sus características llaman nuestra atención. Por ejemplo, la Sulis Z70 tiene un objetivo zoom Zeiss de 12 aumentos, pero llama la atención el tamaño del sensor, de tan solo 1" y una resolución de 20 MP. Y está tan protegida que pesa 13 Kg.
Esta equipación está montada alrededor del ROV para poder registrar todos los ángulos, incluso para tener siempre controlado el cable umbilical del que hemos hablado. Y están preparadas tanto para hacer vídeo como para fotografía. Cualquiera de las fotografías que veamos de las profundidades están tomadas con estos equipos.
Las grabaciones de James Cameron
Podemos afirmar que las imágenes de más calidad que podemos encontrar del fondo marino más extremo las tomó James Cameron en 2012. Tardó dos horas en alcanzar los 10.898 m que alcanzó. Bajó solo en el 'Deepsea Challenger', un submarino con forma de torpedo de fibra de vidrio y una capa de acero que soporta la presión de 1000 atmósferas de la fosa, que él mismo ayudó a diseñar.
Estaba tan equipado que algunos lo compararon con un estudio de televisión completo. Así pudo grabar el documental 'Deepsea Challenge 3D' que se presentó en 2014. Los fotogramas de ese vídeo son las mejores fotografías y más profundas que se han tomado jamás.
Ahí se utilizaron cámaras especializadas y creadas para este sumergible, pues hasta entonces no existía nada semejante. Estoy convencido de que la experiencia acumulada en este proyecto es lo que ha servido que este director haya tenido muy claro cómo grabar la segunda parte de Avatar.
Pero han pasado ya muchos años y en la actualidad encontramos equipos más avanzados como los que ofrecen empresas especializadas como Triton, que fueron capaces de grabar esa maravilla de documental de la BBC 'Blue Planet II'
Desde un punto de vista técnico fotográfico, los problemas son muchos. Los equipos tienen que soportar la presión por encima de todo, evitar la condensación y por supuesto disponer de sensores que soporten la escasa luz y permitan registrar el color real.
De hecho no sabemos el color de las profundidades, pues depende de la temperatura de color de los equipos. Y como nunca ha llegado la luz, no sabemos exactamente si lo que vemos es real. Pero mientras tanto, podemos fijarnos en las imágenes de un lugar en la tierra en la que solo han estado 7 personas.
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