Con la sorpresa de haber presentado sus propios tablets Surface todavía en el cuerpo, Microsoft ha tranquilizado a sus aliados en telefonía con unas declaraciones bastante contundentes en las que confirma que no tienen intención de sacar su propio teléfono.
El rumor sobre un posible traspaso de su estrategia con los tablets hacia el mundo de la telefonía móvil saltó enseguida la semana pasada. Pero en ese territorio, Microsoft ha declarado que tienen un buen ecosistema de aliados con los que están satisfechos.
No deben de estar muy contentos con los aliados en tablets
La lógica nos hace pensar que esas palabras podrían significar que en el mundo de los tablets no están precisamente tan satisfechos. Cuadraría así esta afirmación con las declaraciones de uno de sus socios más perjudicados por Surface, Acer, que fue de las primeras compañías que salió a hacer declaraciones al respecto y si recordáis, comentó que para ellos Surface era solo un toque de atención de Microsoft sobre cómo quería que fueran los tablets con Windows 8.
Microsoft no debe efectivamente de confiar mucho en ellos. Windows 8 es la gran apuesta de la empresa, y con el ritmo de adopción del formato tablet parte de su estrategia se basará en imponerse en ese terreno. Pero que la experiencia sea satisfactoria y resulte funcional no solo para el entretenimiento sino para la productividad no es una tarea sencilla, y han decidido tomar ellos el mando para que Windows 8 en tablets no sea un segundón como Android frente a iOS en experiencia de usuario.
Pero, ¿por qué ha iniciado Microsoft una competición en un mercado como el de los tablets y no en el de los teléfonos si tampoco es un terreno en el que vayan sobrados?
Seguramente Nokia, que con su alianza con la empresa de Redmond “casi” es un spin-off del gigante, tiene bastante que ver. Al final, de tanto ir el cántaro a la fuente …
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