El día que todos nos convertimos en futbolistas

El día que todos nos convertimos en futbolistas
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"Yo de mayor quiero ser futbolista". Esa es la respuesta que muchos niños daban, dan y seguirán dando a la pregunta de "¿Qué quieres ser de mayor?". Por supuesto, solo unos pocos elegidos logran cumplir ese sueño. Para los demás, afortunadamente, apareció la franquicia FIFA, creada por Electronic Arts.

Los videojuegos de fútbol no eran nuevos cuando FIFA hizo su aparición en 1993. Títulos míticos para ordenadores de 8, 16 y 32 bits como Kick Off, Match Day, Match Day II o Sensible Soccer habían demostrado el potencial de esos videojuegos. Sin embargo, las sucesivas entregas anuales de FIFA acabarían aprovechando el tirón de una forma excepcional para convertirse hoy en día en esos juegos con los que de un modo u otro todos nos convertimos en futbolistas.

Un repaso a la historia

En Navidad de 1993 Electronic Arts y su división EA Sports comenzaban su andadura en el mundo de los videojuegos de fútbol con un FIFA International Soccer (también conocido como FIFA 94, y en realidad aquellos apellidos desaparecerían pronto) que destacaba por un apartado: estar licenciado por primera vez por la organización FIFA que daba nombre al juego.

FIFA 94

FIFA 94, maravilloso. Recordad, el formato 4:3 sería la norma durante varios años más.

El juego en sí no aportaba demasiado --aunque eso sí, usaba una perspectiva isométrica-- frente a otros títulos de la época para máquinas de 16 bits. La evolución sería más bien lenta hasta FIFA 98, y afectaría sobre todo a una mayor atención al soporte de clubes o nombres reales de jugadores, pero con pocos cambios apreciables a la jugabilidad.

Sin embargo, en el citado FIFA 98 se dieron los pasos para una nueva era en FIFA, con un motor gráfico mucho más pulido, características de personalización de los equipos y jugadores, una inteligencia artificial mejorada y detalles como una banda sonora licenciada en la que destacaba sin duda el tema "Song 2" de Blur --imposible no pensar en FIFA cuando oímos esta canción--. Además, se incluía como en la edición anterior el modo de juego para partidos de fútbol sala que muchos usuarios querríamos poder recuperar en versiones modernas, aunque fuese a través de un DLC. Otro cambio importante: por fin el fuera de juego se aplicaba de forma correcta.

A partir de ahí, de nuevo versiones anuales con cambios no demasiado notables --aunque FIFA 2000 por ejemplo supuso un paso atrás en la jugabilidad--, con excepciones como FIFA 2001, que incluyó mecanismos que se quedarían para siempre como los de la barra de energía para el disparo (y que más tarde se extenderían a los pases). En el otro extremo estaban las curiosidades, como la opción de simular una falta y tirar de piscinazo. Otra novedad que marcaría la verdadera revolución de FIFA: sería la primera edición (y solo para PC) que se podía jugar online. Por supuesto, nadie entonces intuía la relevancia de aquella característica.

FIFA 2002

FIFA 2002 y los disparos a lo Oliver y Benji demostraba esa vocación Arcade de aquellos años de FIFA.

Un cambio gráfico especialmente espectacular se produciría en FIFA 2003, que también integró por primera vez el sistema EA Trax para controlar la reproducción de la música, además de su Freestyle Control para hacer regates y filigranas especiales que sería el preludio de las verdaderas maravillas que podemos hacer hoy en día con los jugadores más habilidosos en FIFA.

El juego online comenzaría a cobrar especial importancia con FIFA 2004, con un modo de juego multijugador de pago que permitía encontrar rivales de un nivel comparable para evitar tener que jugar únicamente contra el ordenador o consola si no teníamos a algún amigo o familiar al lado. Eso sí: Electronic Arts no ofrecía aún esa capacidad para la Xbox, algo que no haría hasta el año siguiente.

Las entregas anuales de FIFA seguirían llegando con mejoras en gráficos, soporte de clubes, algunas características que iban y venían, y esos modos online que se iban reforzando. Y entonces llegaría FIFA 2008, que para muchos supuso un verdadero salto cualitativo, no tanto por su motor gráfico--muy destacado, sí, y totalmente remozado para las Xbox 360 y PS3-- ni por la introducción del singular modo "Be a Pro".

FIFA 2008

No. FIFA 2008 fue revolucionario por su mecánica de juego, más pausada y que parecía dar los primeros pasos hacia un juego de fútbol que apostaba más por la simulación y menos por ese clásico enfoque "arcade" de las primeras ediciones.

A partir de ahí, la evolución fue sólida. Características como "Be a Pro" siguieron creciendo --ya se podían jugar partidos de 10 contra 10--, y desde luego FIFA 09 representó para muchos una perfecta evolución de aquel gran primer paso de FIFA 08. Ni el FIFA 10 ni el 11 fueron tan destacables a mi parecer, pero de nuevo iban consolidando todos esos pilares y construyendo mejoras a su alrededor: más fluidez, mejor control, mejor física del balón y los jugadores, y cómo no, mejores modos online.

FIFA 2012

FIFA 2012 llegaría con la polémica Defensa Táctica

En septiembre de 2011 aparecería FIFA 12, un título que de nuevo se asentaba sobre las bases de una franquicia que definitivamente parecía haber dejado atrás a su gran rival pero que aún así seguía evolucionando con cambios singulares. En este caso, el más destacable fue el nuevo modo de defensa táctica (Tactical Engine) que hacía algo más complicado defender para los jugadores convencionales que simplemente utilizaban la vieja técnica de presionar al jugador como en ediciones anteriores.

Otros cambios como el Motor de Impactos o el Dribbling de Precisión también se sumaban a los grandes cambios en la jugabilidad, aunque sin duda esa llegada de la nueva forma de defender y "bregar" para tapar tanto al jugador como la línea de pase fueron muy polémicas. Tratar de robar el balón esta vez era peligroso y podía dejar al defensor literalmente vendido, por lo que la técnica parecía favorecer un control más manual y una simulación aún más real del fútbol. La nueva filosofía defensiva tardó en calar entre los usuarios --que tenían acceso al viejo sistema en modo offline y en amistosos online-- pero en mi opinión fue un acierto que, no obstante, sigue teniendo margen de mejora.

Lo demostró FIFA 13, una edición que el año pasado mantuvo la esencia del título anterior con un mejor motor de impactos, una defensa táctica ya más pulida y un juego online que afianzaba otro de los conceptos introducidos en FIFA 12: las temporadas y divisiones que hacían que nuestro yo más competitivo se picase aún más --si es que eso era posible-- en los modos online.

¿Qué nos deparará FIFA 14? La demo y las primeras impresiones de medios especializados dejan entrever que de nuevo se trata de una edición evolucionaria, pero que parece cambiar un aspecto fundamental: la velocidad de juego, que es algo menor --para algunos FIFA últimamente iba algo acelerado-- y que parece de nuevo respetar de forma más fiel el ritmo del fútbol de la vida real.

En el siguiente vídeo se hace un curioso repaso a la evolución visual de toda la saga --exceptuando al recién puesto a la venta FIFA 14--, y se demuestra lo mucho que han cambiado las cosas en estos años.

O estás conmigo, o contra mí

Windows vs Mac OS X. iOS vs Android. GNOME vs KDE. Vi vs emacs. Xbox vs PlayStation. Y tantas y tantas otras rivalidades eternas. Y cómo no, nuestro protagonista también se caracteriza por eso.

FIFA vs PES

De hecho, es casi imposible hablar de la historia de FIFA sin mencionar a su gran rival durante años y años. Pro Evolution Soccer --más conocido como PES-- fue el título de Konami que durante buena parte de esa batalla lideró el mercado y conquistó a gran parte de los aspirantes a futbolistas --aunque fueran virtuales--.

La única ventaja real que ostentaba FIFA en aquellos primeros años de rivalidad fue contar con el beneplácito oficial del organismo oficial FIFA lo que entre otras cosas permitió licenciar gradualmente más y más clubes, ligas y jugadores. PES tuvo muchos problemas para poder lidiar con ese aspecto, pero durante años logró conquistar a los más puristas gracias a una mayor atención a esa faceta de simulador que iba más allá del aspecto arcade de su competidor.

Esa rivalidad ha pasado por varias etapas: a esa época de dominio total de la franquicia de Konami le han seguido los años dorados de FIFA, que invirtió más y mejor en recursos importantes como su motor de juego y su cada vez más completo sistema de licencias. Sin embargo, la rivalidad parece haberse despertado en las nuevas ediciones, con un PES que a pesar de necesitar recorrido, ha comenzado a plantar las bases para volver a tener un futuro prometedor.

Por supuesto, en algo que polariza tanto como un juego de ordenador, es probable que un jugador de FIFA casi siempre sea fiel a este título, y viceversa. Y aún así, y como en otros muchos casos, cada desarrollo tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Para quien ha aceptado ambas durante muchos años, pasarse al otro bando resulta casi impensable.

Mucho más que un juego

Puede que FIFA empezara como un mera forma de jugar partidos de fútbol en el ordenador o la consola, pero sus creadores fueron nuevas formas de aprovechar sus capacidades. FIFA se convirtió pronto no en un juego, sino en un verdadero pack de juegos con distintos modos que, siempre con el fútbol como base, permitían sacarle más partido al título.

Modos de juego

Así nació por ejemplo el modo Carrera, que ha ido evolucionando para convertirse en el mejor aliado de los jugadores que por una u otra razón no sacan partido de los modos de juego online. Así tanto si los jugones quieren actuar como entrenador, jugador o entrenador-jugador, las posibilidades de FIFA en las distintas ediciones son asombrosas. Las mecánicas se han ido puliendo y más y más parámetros han ido entrando en un completísimo modo que aporta otra forma de disfrutar del juego. En FIFA 14, por ejemplo, llega un nuevo modo de funcionamiento para los ojeadores que hace que la búsqueda de talento sea mucho más "realista", pero es solo un detalle más de los muchos que ha aportado este modo.

Otra de las joyas de la corona es FIFA Ultimate Team, con un apartado que mezcla conceptos de los juegos arcade con los de estrategia y aprovecha un concepto que todos los que han sido niños probablemente han podido vivir en sus carnes: el del intercambio de cromos. La profundidad y potencial de este modo de juego también es impresionante, y en sí mismo es otra de esas partes de FIFA que permiten sacar infinitas horas de juego y diversión al título.

FIFA Ultimate Team

Los cromos vuelven a nuestra vida gracias a Ultimate Team

Los modos de entrenamiento se han convertido también en sí mismos en otra de las partes del juego que aportan valor propio, como lo hacen los modos Be a Pro ("Conviértete en profesional"), el modo EAS FC Match Day --con seguimiento de la temporada real y actualización de jugadores--, o los torneos que reproducen torneos reales en los que también podremos conseguir diversos logros.

Pero sin duda son los modos online los que más logran ofrecer a los aficionados a la competición contra otras personas: la llegada de las temporadas y divisiones, con 10 partidos por temporada en cada división, han sido bien aprovechadas en las últimas ediciones, y lo cierto es que salvo algunas incidencias en los lanzamientos de algunas ediciones de FIFA, lo cierto es que estos modos online funcionan de forma fantástica.

A esos partidos uno contra uno se suman los modos cooperativos que tienen sus pros y sus contras. La posibilidad de jugar hasta 11 contra 11 es muy atractiva, pero lo normal si no jugamos con amigos o conocidos es que el partido sea para nosotros la viva imagen de la anarquía. Si nuestros compañeros de juego saben aprovechar este modo, no obstante, el partido puede convertirse en una verdadera delicia.

FIFA según un campeón del mundo

Para alguien que como yo lleva toda la vida jugando al FIFA pero de forma moderada (rondo la tercera y segunda divisiones en el modo online) había un apartado más que era necesario tener en cuenta para completar esta historia: la de FIFA desde el punto de vista de un jugador profesional.

FIFA Alfonso Ramos

Alfonso Ramos, bi-campeón del mundo FIWC en 2008 y 2012

Y el mejor ejemplo que se me ocurría era Alfonso Ramos (@alfonso11ramos en Twitter), dos veces campeón del mundo FIWC (2008 y 2012). Toda una autoridad que comentó con nosotros algunos de las claves de la evolución de FIFA. Antes, con tan solo 8 años, hizo sus primeros pinitos con el mítico Sensible Soccer, pero en cuanto FIFA llegó a su casa ya no faltó una edición. Las reuniones con amigos para jugar eran frecuentes, y Alfonso comenzó a sacarle a este juego mucho más partido. Y nunca mejor dicho.

Aquellos primeros FIFA, como él confirmaba, eran divertidos, pero poco exigentes. No costaba meter goles, y de hecho había varios trucos para meter goles inverosímiles. La cosa cambiaría con FIFA 08, donde "se pasó de un correcalles a un modo de juego totalmente distinto, en el que se controlaba el ritmo de juego".

Alfonso también nos hablaba de esa rivalidad en la que el motor de PES fue primero superior para luego ir perdiendo enteros. Aquí, explicaba el bicampeón del mundo FIWC, el mérito fue de FIFA por invertir en el desarrollo de un motor cada vez más pulido, y el demérito de PES, con el que Konami "ganó un dineral" pero que no supo evolucionar adecuadamente. "PES se ha estancado, FIFA se lo ha currado más", comentaba.

También hablamos sobre qué era necesario para tratar de llegar a jugar de forma profesional a FIFA. Para los que os animéis, hay varias ligas y campeonatos que están en marcha constantemente. La Liga de Videojuegos Profesional es una de las más conocidas y reputadas, y en ella hay un ránking general y luego una división de honor en la que están los 10 mejores jugadores de cada año. Cada temporada descienden dos de esos jugadores y suben dos del ránking general.

Otras como la ESL Pro Series, Eurogamers Online o los campeonatos como el citado FIWC (oficial) y el campeonato Virgin Gaming (con un premio para el ganador de nada menos que 140.000 dólares) son también referentes en este campo. Como en todo, lo importante es jugar y aprender lo máximo posible de cada partido, y, sobre todo, de cada derrota, comentaba también Alfonso en uno de los muchos vídeos que graba para tratar de dar consejos sobre como mejorar el nivel de juego en FIFA.

Por supuesto, no faltaron los comentarios sobre diversos apartados del juego, como los últimos cambios en los sistemas de defensa táctica, que a él en particular no le convencían del todo. Alfonso dejaba claro que hoy por hoy la defensa en FIFA condiciona el ataque: cuesta más atacar, y de hecho su estrategia ante los partidos es salir con una táctica defensiva (ni siquiera equilibrada), para luego tratar de ir aprovechando diversas situaciones en juego.

Quedó claro que para Alfonso FIFA aún podía mejorar mucho, y de hecho tenía una deseo especial: el retorno de un modo de fútbol-sala como el que existió en FIFA 97 y 98 que ahora podría nutrirse del motor de los actuales FIFA, y que sería más fiel al fútbol-sala actual y no tan espectacular como el que ofrecen los FIFA Street, donde se pueden "hacer cosas imposibles". Quizás los reponsables del producto le oigan.

Aún nos queda FIFA para rato

Si habéis jugado al FIFA, estaréis probablemente de acuerdo en que este es uno de esos juegos que parece tener cuerda para rato. Las versiones anuales no suponen una gran revolución salvo en contadas ocasiones, pero a pesar de ello parece casi imposible no dejarse arrastrar por esas novedades y, sobre todo, por la realidad de que muchos jugadores de los modos online acaban dando el paso --más temprano que tarde-- a las últimas ediciones, dejando las antiguas algo olvidadas.

FIFA

En realidad eso no importa demasiado: podremos seguir disfrutando de un buen partido al FIFA 2008 si así lo queremos, y también podremos reírnos de los gráficos que antes nos asombraban en las viejas versiones para PC de los primeros años de este nuevo milenio. Lo importante, lo esencial, es que FIFA ha ido conquistándonos con mayor o menor acierto a lo largo de estas, ya, 21 ediciones anuales --sin contar los títulos derivados--.

La ventaja, por supuesto, es que da igual la edad que tengamos. Tanto si somos chavales de 12 años como jóvenes de veintipocos o maduritos de la escuela de los 8 bits --mi caso-- con los 40 a la espalda, FIFA seguirá logrando lo que posibilitó desde sus inicios.

Que todos, al final, nos convirtiéramos en futbolistas.

En Vida Extra | 'FIFA 14': análisis

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