El núcleo principal de la fiebre por los superhéroes (es decir, Marvel y DC) no nos está dando grandes alegrías (no las está dando ahora pero tampoco es que antes diera demasiadas). Sin embargo, su popularidad, que ha hecho que todas las productoras del mundo anden a la búsqueda de su propio Batman o sus propios Vengadores, sí que ha llevado a rincones interesantes de la infinita cosmogonía superheroica.
Prime Video, que siempre ha estado interesada en el tema (ahí está su reivindicable parodia 'La garrapata', cuya primera temporada se remonta a 2017, es decir, a los inicios de la plataforma), nos ha dado de hecho dos excelentes visiones laterales de los superhéroes. Una es 'The Boys' y sus abundantes spin-offs, una sátira sangrante del lado oscuro de la gente con capa y antifaz. La otra es 'Invencible'.
Planteada muy acertadamente como una serie de animación, 'Invencible' se basa muy fielmente en un cómic book de Robert Kirkman ('The Walking Dead') que plantea un acercamiento, si no realista, sí racional a los superhéroes. Cuenta la historia de un adolescente que tiene superpoderes heredados de su padre: precisamente esos poderes les llevarán a enfrentarse. Todo esto aderezado con múltiples secundarios como una pseudo Liga de la Justicia o un organismo gubernamental que controla a los superseres.
Esta semana ha llegado a Prime Video la segunda mitad de la segunda temporada, unos meses después del estreno de la primera mitad. Y llega en un momento álgido: el reencuentro de Invencible con su padre y el inicio de las catastróficas desdichas que eso a a implicar. Cada vez más ágil y profunda con los temas que propone, 'Invencible' es uno de los mayores tesoros superheroicos de la televisión actual. Uno que sí entiende a la perfección todo el maravilloso potencial de estos iconos.
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