Cinco años en tecnología pueden ser muchos o muy pocos, dependiendo de qué área de desarrollo se trate. Los ejercicios de predicción, por lo tanto, pueden fracasar estrepitosamente a poco que confundamos lo que queremos que suceda, con lo que puede suceder. En el caso de los portátiles, este planteamiento se aplica de un modo especialmente evidente: si vemos un portátil de hace 10 años y uno de ahora, aparentemente resultan similares en cuanto a diseño y apariencia, pero las tecnologías de procesador, almacenamiento, pantalla o conectividad han cambiado de una forma bastante más acelerada.
Si queremos responder a la pregunta de cómo serán los portátiles dentro de cinco años, tendremos que tener en cuenta esas “dos velocidades” de progreso a las que hemos aludido. En cualquier caso, en este momento, estamos también en pleno punto de inflexión en el diseño, con la irrupción de las pantallas plegables que están llegando a los equipos portátiles, tras unos años de maduración en el segmento de los smartphones.
De hecho, comenzaremos por el diseño este ejercicio de predicción especulativa sobre los portátiles dentro de un lustro.
Portátiles muy delgados, muy ligeros y bastante plegables
La tendencia en el diseño de equipos portátiles es la de ir aligerando peso en los modelos delgados y ligeros, al tiempo que aumentando el tamaño en los equipos gaming, para alojar los componentes más potentes en cuanto a rendimiento. El tamaño, en última instancia, seguirá dependiendo de los componentes que se usen para fabricar el equipo.
Con la mejora de los procesadores de bajo consumo y los diseños sin ventilación activa, el tamaño de los portátiles dependerá básicamente de la pantalla, que será plegable en muchos casos
En los portátiles delgados y ligeros, el rendimiento no tiene por qué ser máximo, sino suficiente para tareas cotidianas, sin un énfasis especial en el gaming o en aplicaciones de alta demanda de potencia de cálculo. De aquí a cinco años, los procesadores de bajo consumo mostrarán rendimientos idóneos con una fracción de los Vatios que se usan actualmente en CPUs como los Core i5, Core i7 o Core i9 de los portátiles Intel Evo de ahora, por lo que podremos tener diseños sin ventilación activa, con consumos reducidos, lo cual implicará que la batería podrá ser más delgada y ligera.
Esto favorecerá que los portátiles delgados y ligeros tengan un tamaño que dependa básicamente de la pantalla, que será plegable en muchos casos. La especificación Intel Evo para equipos plegables ya habrá alcanzado la madurez, con KEI (Key Experience Indexes o Índices Clave de Experiencia) muy exigentes, por ejemplo, en el número de aperturas de las pantallas, rendimiento o autonomía. Y también en el caso del grosor o el peso.
Para gaming y alto rendimiento: pantallas plegables, pero para aumentar el tamaño
En los portátiles gaming o específicos para alto rendimiento,el tamaño depende especialmente de los componentes que se usen. Los procesadores que se usen de aquí a cinco años, así como las tarjetas gráficas, serán claramente más potentes que los componentes para equipos de escritorio de alto rendimiento de hoy en día.
Seguiremos teniendo portátiles claramente “grandes”, aunque con tendencia a que el grosor y el peso estén dentro de rangos que hoy consideraríamos como bastante delgados y ligeros: en torno a los 2 cm de grosor e incluso menos de 2 Kg. De hecho, es muy probable que los equipos gaming entren dentro de la certificación Intel Evo, que actualmente los deja fuera al ser dispositivos que no se asocian fácilmente con portabilidad.
Los portátiles serán más delgados, ligeros y compactos (gracias a las pantallas plegables), aunque seguirán condicionados por el objetivo de rendimiento o los escenarios de uso, como el gaming o la creación de contenidos
Los procesadores que se usen en los equipos más top, como los Intel Evo, abarcarán más variedad, ya sean Core i5, Core i7 o Core i9, además de tener tarjetas gráficas Intel Arc dedicadas, tanto para gaming como para aceleración de aplicaciones de IA, con rendimientos compatibles con escenarios de uso tales como la Realidad Aumentada, Virtual o Mixta. En todos los casos, mantendrán un tamaño generoso para la pantalla, siendo posible que se vean diseños plegables que permitan extender su tamaño una vez desplegada.
De este modo, los portátiles gaming y para alto rendimiento podrán ser más manejables, pero manteniendo pantallas compatibles con las exigencias de sus usuarios. En el caso de los equipos para Creadores, es posible que la certificación Intel Evo los contemple, con rendimientos muy elevados en CPU y GPU, pero con diseños ultraligeros y con pantallas plegables con más tamaño que en los equipos delgados y ligeros.
A modo de resumen, los portátiles serán más delgados, ligeros y compactos (gracias a las pantallas plegables), aunque seguirán condicionados por el objetivo de rendimiento o escenarios de uso como el gaming o la creación de contenidos. La mejora en eficiencia y rendimiento de las próximas generaciones de procesadores y GPU de Intel favorecerá la reducción de centímetros y gramos en todos los casos.
Pantallas: Mini-LED y Micro-LED
Las pantallas han evolucionado de un modo muy rápido en los últimos años. Además de ser táctiles o no, o plegables o no, su tecnología puede ser LED LCD, OLED, Mini-LED o QD-OLED, como opciones que podemos encontrar hoy en día.
De aquí a 5 años, la tecnología que tendremos en la gama alta posiblemente sea la Micro-LED, donde cada píxel (o prácticamente cada píxel) tenga su propio LED individual, de modo que se consiguen negros perfectos, pero con tecnología LED en vez de OLED, con un tiempo de vida mayor, así como con brillos más ambiciosos.
Con tecnologías de detección de mirada, se podrán diseñar interfaces de usuario ágiles y complementarias, o alternativas para las actuales basadas en teclado, ratón o tactilidad
De momento, Intel Evo no define en su especificación KEI para la pantalla más allá de que sea táctil o plegable para los laptops foldables. También asocia su resolución con más o menos autonomía (menos resolución implica más autonomía). En 5 años, la resolución 4K debería ser la estándar para las pantallas.
Pero no sería de extrañar que, de aquí a 5 años, se contemplasen otras métricas estandarizadas para ellas, asociadas a tasas de refresco, niveles de brillo máximo y mínimo o consumo de energía. Tampoco podemos dejar de lado las pantallas en su acepción como gafas y visores para uso como wearables, como complemento o alternativa para las pantallas convencionales.
Con tecnologías de detección de mirada, se podrán diseñar interfaces de usuario ágiles y complementarias, o alternativas para las actuales basadas en teclado, ratón o tactilidad.
Conectividad: 5G, Wi-Fi 7 u 8 y UWB
La conectividad es un componente importante de la experiencia portátil. Actualmente, Intel la contempla de forma especial en la especificación Intel Evo, demandando la presencia de WiFi 6E en la parte de la tecnología, así como de la Intel Connectivity Suite en la parte del software, por ejemplo, para gestionar prioridades en el tráfico de red o la elección del canal y la frecuencia óptimas en cada momento.
La tecnología 5G, que empieza ahora a llegar a los portátiles, será parte imprescindible de la especificación Intel Evo de aquí a 2027, tras un tiempo de lentos avances en su despliegue inicial
De cara al futuro, la tecnología estándar será la WiFi 7, con grandes avances frente a WiFi 6 y con WiFi 8 (o como sea que se denomine) en estado de desarrollo. La tecnología 5G, que empieza ahora a llegar a los portátiles, será parte imprescindible de la especificación Intel Evo de aquí a 2027, tras un tiempo de lentos avances en su despliegue inicial.
El ancho de banda y la latencia, tanto para 5G como para WiFi 7, serán compatibles con aplicaciones de RA, RV o RM (Realidad Mixta).
La conectividad con periféricos en el radio de acción cercano, tales como smartphones, pantallas, wearables o soportes de almacenamiento, podrá ser también inalámbrica de alta velocidad usando bandas de ultra banda ancha o UWB, como extensión de tecnologías como Bluetooth. De hecho, la especificación Intel Evo, para entonces, apunta a que contemple esta tecnología así como los periféricos correspondientes, ahora que Intel Evo ha empezado a definir estándares para accesorios también.
Una tecnología “Thunderbolt UWB” (Ultra Wide Band) para conectar pantallas, periféricos o accesorios tendría bastante sentido, eliminando los cables, siempre y cuando los dispositivos en cuestión vengan con batería. Por su parte, Thunderbolt mediante cable físico seguirá evolucionando en cuanto a velocidad de transferencia y compatibilidad con dispositivos y periféricos.
La conectividad vía satélite también empezará a ser integrada, aunque para escenarios de uso aún específicos.
Procesadores x86: arquitecturas híbridas y multichip
La tendencia en procesadores es la de mejorar la eficiencia. Es decir, para un mismo rendimiento, reducir el consumo, y para un mismo consumo, aumentar el rendimiento. Intel, de aquí a cinco años, tiene margen para sacar al mercado dos o tres generaciones tecnológicas completas para sus procesadores y para sus tarjetas gráficas Intel Arc.
El mayor reto al que se enfrenta Intel es el de ir adoptando tecnologías de fabricación con tamaños para los procesadores progresivamente más reducidos y mayores densidades de transistores. Por lo pronto, está usando la litografía Intel 7 (10 nm). Después llegarán Intel 4 (7 nm), Intel 3 (7 nm mejorados), para pasar después a Intel 20A e Intel 18A. Después de Intel 3, se bajará el listón de los nanómetros para el tamaño de los transistores.
El diseño de los chips será híbrido, con cores para rendimiento y cores para eficiencia. Y además, serán multichip: en un mismo procesador habrá diferentes chips para la GPU, los cores o la parte de I/O. El número de cores, por otro lado, irá en aumento.
Una consecuencia de este tipo de diseño es la reducción del tamaño de las placas. A medida que se integran en un mismo chip los cores de CPU, GPU, conectividad, I/O o incluso memoria y almacenamiento, el tamaño de una placa base se reduce a la mínima expresión. Por ende, se puede reducir el espacio dedicado a la electrónica.
La gestión del consumo, además, será más granular y precisa, adaptando el consumo en cada momento al rendimiento exigido, de forma instantánea y dinámica. Actualmente, Intel Evo ya contempla los procesadores de las series “P” y “H” de alto rendimiento, además de las series “U” con consumos (y rendimientos) más comedidos, gracias a que un procesador “H”, a pesar de su mayor rendimiento, gestiona el consumo de un modo granular, progresivo y preciso sin que sature el sistema de refrigeración o que demande un aumento significativo de peso o grosor.
En cinco años, esta tendencia parece que será la que se potencie: mejorar el rendimiento sin que suponga un incremento significativo de grosor, peso o consumo en los equipos.
Gráficos para gaming e IA
Actualmente, Intel Evo ya contempla los equipos con gráficos Intel Arc discretos. No solo se trata de gaming, sino también de aceleración de aplicaciones que se beneficien de tecnologías de IA o Deep Learning. Intel Evo demanda la presencia de DL-Boost incluso ahora, a partir del uso de procesadores Core i5, Core i7 y Core i9 que ya cuentan con esta aceleración Deep Learning Boost.
De cara a 5 años más adelante, estas tecnologías estarán presentes de forma habitual en los equipos en general y en los Intel Evo en particular, con una aceleración paulatinamente más lograda.
Carga ultra rápida e inalámbrica, pero autonomías no demasiado diferentes
La tecnología detrás de las baterías, por su lado, no parece que vaya a evolucionar de forma radical en estos próximos años. Desarrollos como el de las baterías de estado sólido basadas en condensadores son prometedoras, pero están aún lejos de convertirse en habituales o revolucionar la movilidad.
La mejora de la autonomía vendrá más por el lado de la optimización del consumo de los componentes que por la evolución de la tecnología de las baterías. Intel ya certifica autonomías en la vida real de más de 9 horas con la más reciente especificación Intel Evo, y dentro de 5 años tendremos más, pero no muchísimas más horas. Realmente tampoco se necesitan 24 horas de autonomía para propósito general, por lo que es factible que los equipos portátiles reduzcan el tamaño y peso de la batería manteniendo la autonomía, favoreciendo la movilidad y portabilidad, así como los diseños plegables.
En cualquier caso, la carga rápida sí parece que evoluciona más rápido. Intel certifica con Intel Evo 4 horas de autonomía para media hora de carga. Y en el futuro podremos tener velocidades mayores, una vez que USB-C aumenta su capacidad en Vatios hasta 250W como ya es el caso, al menos teórico.
Cargar un portátil en media hora parece bastante realista y conservador de cara a 5 años vista. Y hacerlo de forma inalámbrica, también
Cargar un portátil en media hora parece bastante realista y conservador de cara a 5 años vista. Y hacerlo de forma inalámbrica, también. Una modalidad de carga que es probable que llegue también a los portátiles y a futuras especificaciones Intel Evo.
Los accesorios se beneficiarán de esta mejora en la tecnología de carga, reduciendo el tamaño de la batería para una misma autonomía o prolongándola para un mismo tamaño, usando un mismo cargador para todos.
Por otro lado, parece que la legislación europea tendrá algo que decir, exigiendo que las baterías sean extraíbles por parte del usuario.
Interoperabilidad entre el portátil y todo tipo de dispositivos y la nube
Una tendencia al alza es la de la interoperabilidad con otros dispositivos. Actualmente, esta tendencia se manifiesta en desarrollos como Intel Unison. ¿Objetivo? Permitir que un portátil integre y extienda la experiencia de uso de un smartphone Android o iOS a un portátil, de forma que se puedan recibir notificaciones, recibir y hacer llamadas o transferir archivos.
En el futuro, es de esperar que se puedan usar aplicaciones móviles en el ordenador de un modo fluido, natural y productivo. Y extender esta integración a pantallas externas, tabletas o incluso dispositivos virtuales basados en tecnologías cloud.
La interacción con la nube también es otra tendencia. Intel, de hecho, también cuenta con certificación Intel Evo para equipos Chromebook, que son una gama de producto con un gran potencial, que avanza y progresa lentamente, pero de forma constante. Windows 11 también tiende a integrar tecnologías cloud, como Microsoft 365 con One Drive.
Mejores experiencias portátiles, más ligeras, con rendimiento de escritorio
En cinco años, las experiencias portátiles serán más ligeras, con diseños similares a los de ahora, pero potenciando formatos como el de las pantallas plegables, así como llevando el rendimiento de los equipos de escritorio actuales a los portátiles del futuro, tanto en CPU como en GPU e IA.
La certificación Intel Evo jugará un papel relevante, en tanto en cuanto define un camino y una hoja de ruta clara e inteligente para los fabricantes, a los que se invita a integrar tecnologías, componentes y funcionalidades recogidas en la especificación Evo de cada generación.
Esto hace que los avances se realicen en una dirección clara, en vez de dispersarse bajo la forma de ensayo y error. Los KEI de Intel Evo recogen las tendencias más relevantes y útiles en la vida real, acelerando su adopción y democratizándolas.
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