El coche eléctrico introduce un cambio muy importante en lo que supone la experiencia de conducir un vehículo. Pasamos de un motor de combustión, ya sea gasolina o diésel, a uno propulsado por electricidad. Si ya notamos cambios simplemente por utilizar un tipo de combustible u otro, lo cierto es que cambiará tu experiencia de conducción cuando te pasas al coche eléctrico. Y lo hará para bien.
Es algo que notas desde la primera toma de contacto, ya sea porque hemos pasado por el concesionario para conocer este tipo de vehículos y hacemos una prueba o porque alguien conocido que dispone de uno nos permite probarlo. Basta con entrar en el habitáculo, sobre todo si lo hacemos en el asiento del conductor, para notar las diferencias.
Por supuesto, no todos los vehículos eléctricos son iguales. Vamos a tomar como referencia el nuevo Corsa, que está disponible tanto en diésel y gasolina como 100% eléctrico, para revisar las diferencias entre ambas versiones.
Un coche más cómodo de conducir
Los coches eléctricos como el Corsa-e cuentan con un cambio automático. Esto implica que el conductor carece de los tres pedales habituales, acelerador, freno y embrague para pasar a dos, acelerador y freno. Si conducimos habitualmente por ciudad vamos a notar una gran diferencia, puesto que simplemente nos tenemos que preocupar por acelerar y frenar. A veces, ni siquiera eso.
Conducir un coche eléctrico es más sencillo y divertido
El cambio automático solo tendrá tres opciones: para iniciar la marcha, para ir marcha atrás y el conocido como punto muerto una vez que hemos parado. Solo tenemos que pisar el acelerador con mayor o menor intensidad para que el motor eléctrico entregue la potencia y vayamos más o menos rápido según nos interese. En este sentido, el Corsa-e dispone de una potencia de 136 CV y un par máximo de 260 Nm, lo que le permite acelerar de 0 a 100 km/ h en 8, 1 segundos y tiene una velocidad máxima de 150 km/h.
El coche eléctrico puede ser también muy divertido de conducir si queremos exprimir esa aceleración instantánea que nos ofrece. Es una de las cosas que al empezar a conducirlo llama la atención: la entrega de potencia simplemente con pisar el acelerador.
Aprovechamos la frenada para recargar la batería
El motor eléctrico de Opel dispone de frenada regenerativa. Se trata de una tecnología que lleva años utilizándose en alta competición (Formula 1 por ejemplo) y que aprovecha la energía que se genera durante el frenado para recargar la batería. A efectos prácticos, basta con soltar el acelerador para notar como el coche se detiene. El conocido como freno motor de los coches de combustión pero llevado a otro nivel.
Técnología de Fórmula 1 aplicada a tu coche
En este sentido tenemos dos modos implementados en los motores Opel eléctricos. Con el modo D, conseguimos una deceleración de hasta 0,6 m/s2 al levantar el pie del acelerador, mientras que el modo B es un poco más fuerte en la frenada y consigue hasta 1,3 m/s2. En ambos casos no se encienden las luces de freno. Lógicamente el modo B consigue recargar energía en nuestra batería.
Esto se traduce en una mayor autonomía y una forma de conducir más relajada. Simplemente aprendemos a conducir en ciudad y al ver que nos acercamos a un semáforo, en poco tiempo tendremos calculado a qué distancia tendríamos que soltar el acelerador según nuestra selección de frenada, para parar justo antes de llegar al mismo o al vehículo detenido delante de nosotros. A medio y largo plazo supone un ahorro importante en el mantenimiento del sistema de frenado, en pastillas, líquido, latiguillos, etc.
Una conducción más eficiente
El motor eléctrico está pensado para trabajar de forma diferente según el trayecto que vayamos a realizar. Para ello, cuenta con diferentes modos de conducción: Eco, Normal y Sport. Cada uno aplica diferentes parámetros a la respuesta del acelerador, la dureza de la dirección y la potencia del motor.
- El modo Eco está pensado para conducir en la ciudad ya que el motor entrega un máximo de 82 CV, lo que ofrece una velocidad máxima de 90 km/h. Esto es más que suficiente para cualquier tipo de trayecto urbano y es el más eficiente a la hora de mejorar la autonomía del vehículo.
- El modo Normal entrega un máximo de 105 CV, por lo que alcanzaremos una velocidad máxima de 130 km/h. Está pensado para trayectos mixtos, tanto urbanos como interurbanos.
- En el modo Sport ya podremos disponer del total de los 136 CV y una velocidad máxima de 150 km/h. Está pensado para carretera y es el que tiene un consumo más alto de batería. Lógicamente, vamos a ser más eficientes si mantenemos una velocidad constante que si estamos acelerando y parando constantemente debido a una retención, por ejemplo.
Hay que tener en cuenta el estilo de conducción, el tipo de vía, la presión de los neumáticos, la carga que llevamos, el uso que hacemos del aire acondicionado o las luces por la noche, etc., ya que son factores que afectan a la autonomía. Nosotros decidimos cómo de eficientes queremos ser con nuestra forma de conducir. Hay que tener presente que la duración de la batería en el caso del Corsa-e es de 337 km. Si tenemos en cuenta que el trayecto medio diario es raro que sobrepase los 50 km, tenemos suficiente para la mayor parte de nuestros trayectos en una semana laboral, y cargarlo solo el fin de semana.
Planificar los viajes de forma diferente
Además, en términos de eficiencia energética, un motor eléctrico aprovecha mejor la energía. En un motor de combustión, hasta un tercio de la energía generada se desperdicia en forma de calor. En cambio, en un motor eléctrico, aproximadamente, el 95% de la energía se aplica en la rotación de las ruedas.
En los viajes largos es donde más tenemos que planificar nuestra ruta. Esta autonomía de 337 kilómetros nos obligaría a realizar una parada en una zona de repostaje para viajes que excedan esta distancia. Debemos tener en cuenta que por seguridad vial es recomendable hacer una parada cada dos horas, al menos para estirar las piernas y evitar el cansancio o que disminuya nuestra atención en un viaje largo. Será este momento donde aprovechemos para recargar batería.
El Corsa-e puede recargar el 80% de su batería en 30 minutos con un cargador de 100 kW. Basta con planificar nuestro viaje de forma adecuada para no tener problemas para llegar a nuestro destino. Hay aplicaciones como Charge My Car de Free2Move que nos ayudan en esta tarea.
Más seguridad en la conducción del coche eléctrico
En ciudad una de las cuestiones más importantes es la capacidad de respuesta ante situaciones imprevistas. El vehículo eléctrico ofrece una capacidad de aceleración notable, 0 a 100 km/ h en 8, 1 segundos en el modo Sport, pero que incluso en el modo Eco es muy buena: nos permite salvar cualquier imprevisto en la ciudad para hacer un adelantamiento o evitar un obstáculo. El freno tradicional, acompañado de la frenada regenerativa, también nos da un plus de seguridad.
Todo esto, además, va acompañado del sistema ADAS de Asistencia a la conducción, donde podemos destacar los sistemas de control de crucero adaptativo para mantener la distancia con el coche que nos precede, alerta de cambio involuntario de carril, asistente de cambio de carril y freno de emergencia autónomo.
Aparcar no será un problema
Si hay algo que condiciona nuestra vida en los desplazamientos en la ciudad es el aparcamiento. Los espacios libres siempre parecen más pequeños de lo que son y no estamos seguros de si el coche cabe en ese hueco o cuántas maniobras tenemos que hacer para lograrlo.
Los vehículos eléctricos de Opel vienen con cámara de visión trasera para ayudarnos en esta tarea y, además, disponen de un asistente de aparcamiento automático: el vehículo gira de forma autónoma el volante y nosotros solo tenemos que acelerar o frenar según nos vaya indicando.
En este punto, el vehículo eléctrico tiene varias ventajas en la ciudad. Por un lado, en la mayoría de ayuntamientos están exentos de pagar ORA y el servicio de estacionamiento está regulado. También podremos acceder al centro de la ciudad sin problemas, incluso en los días que haya limitaciones a la movilidad por episodios de alta contaminación.
El coche pasa aparcado el 97% de su tiempo, ¿aprovechamos para recargar batería?
Pero más interesante todavía es aparcar y recargar batería en un mismo lugar: los cargadores públicos. Esto cambia totalmente nuestra experiencia al conducir en ciudad, ya que por el momento es fácil encontrar estos cargadores y aparcar si no están en uso. Mientras nuestra batería carga, podremos disfrutar de nuestro ocio o realizar cualquier gestión. La mayoría de estos cargadores públicos son, además, gratuitos. Si ya el coste del kilómetro recorrido es más bajo en un coche eléctrico, si aprovechamos este tipo de cargadores, supondrá un gran ahorro a medio y largo plazo.
Un ejemplo sencillo: vamos a realizar la compra al supermercado y dejamos nuestro vehículo aparcado y cargando sin tener que estar dando vueltas por el parking del centro comercial. O si hemos ido al cine y a cenar o mientras estamos trabajando. La realidad es que vamos a tener muchas posibilidades de ir realizando recargas en la ciudad de forma habitual, sobre todo si tenemos en cuenta que, estadísticamente, cualquier vehículo pasa más tiempo aparcado que en movimiento.
Que el silencio te acompañe
Por último, una cuestión que llama mucho la atención nada más montar en un coche eléctrico: la ausencia de ruido. El motor es silencioso y eso se traduce en un habitáculo aislado, donde vamos a ir más relajados. Pero también en un menor impacto en el entorno, en la ciudad. No vamos a compartir nuestra música con el ruido del motor, ni tampoco necesitaremos ponerlo, si no lo deseamos, a un volumen muy elevado.
En este sentido, son interesantes las opciones que acompañan al Corsa-e o el Moka-e, el SUV electrificado de Opel, como son los sistemas de carga inalámbrica para nuestros smartphones. Basta con dejarlos sobre la bandeja indicada para que se recarguen. También disponen de Apple CarPlay™1,3 y Android Auto™2,3 para comunicarnos, informarnos o para nuestro entretenimiento, incluido control por voz y transmisión de audio vía Bluetooth®5. Todo ello controlado por Multimedia Navi, una gran pantalla digital de 7" en su versión básica o de 10" en la más avanzada.
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