Los coches autónomos de Waymo han empezado a tocarse el claxon unos a otros. A las 4 de la madrugada

  • Una nueva función que toca el claxon para evitar colisiones a baja velocidad no ha salido del todo bien

  • Los coches de Waymo empezaron a pitarse entre ellos al intentar aparcar en su estacionamiento reservado

  • El conflicto robots vs humanos vive un nuevo episodio con la llegada de robotaxis a vecindarios

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Los robotaxis de Waymo han estado despertado a los vecinos de San Francisco con conciertos polifónicos de claxon durante la madrugada, según cuenta NBC,  pitándose unos a otros como si tuvieran un energúmeno al volante. Pero son autónomos.

Por qué es importante. Este cómico incidente deja entrever que es más difícil de lo que parece integrar coches autónomos en entornos urbanos. Y que las interacciones de las máquinas, incluso entre ellas, también pueden tener consecuencias para los humanos.

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El contexto. Waymo, la empresa de coches autónomos de Alphabet, desplegó hace unos meses su flota en San Francisco para cualquier cliente tras una fase de pruebas. Para dar descansos a sus coches y evitar que circulasen durante demasiadas horas seguidas, alquiló un aparcamiento en el barrio South of Market.

@curiosior @Waymo robots gather together at 4 AM every morning in front of my apartment and honk their horns at each other. This absurdity happens most of the day. #robot #car #cars #carsoftiktok #fyp #selfdriving ♬ Comedy Scenes - Comical, stupid, odd, lovely (Drumless)(1441321) - Ponetto

Qué ha ocurrido. Los coches de Waymo han estado tocando el claxon entre ellos mientras intentaban aparcar. Alrededor de las cuatro de la madrugada se produjo la fase más molesta.

  • Algunos vecinos se despertaron por los bocinazos, como el del vídeo superior.
  • Hasta una hora duró el ruido.
  • Una vecina transmitió en directo el espectáculo.

La explicación de Waymo. La empresa dice que hace poco introdujo en sus coches la función de tocar el claxon automáticamente para evitar choques a baja velocidad, pero no anticipó que la usarían tan repetidamente para sus propios intentos de aparcamiento. También dicen haber identificado el problema y están trabajando en una solución.

En perspectiva. Es un incidente que suena gracioso pero nos recuerda que la introducción de tecnologías de conducción autónoma en espacios urbanos pueden tener efectos secundarios imprevistos hacia los vecinos.

A medida que los coches autónomos se vayan haciendo más habituales por nuestras calzadas y calles, es probable que veamos más incidentes similares entre robots y humanos. Todo irá bien si despertarse por unos bocinazos de madrugada es lo más grave.

Imagen destacada | Gibblesmash en Unsplash

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