A nadie en el mundo le importan menos las opiniones de sus lectores ahora mismo que a J. K. Rowling

A nadie en el mundo le importan menos las opiniones de sus lectores ahora mismo que a J. K. Rowling
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Las redes sociales han logrado hacer que podamos acercarnos a los creadores. Conocer mejor cómo viven el día a día, saber qué es lo que les motiva y qué puede formar parte de su inspiración para hacer sus obras. También ha servido, claro, para saber en tiempo real de qué pie cojean.

Eso se ha vuelto en contra de algunos creadores, como el responsable de Sherlock, Steven Moffat, de quien se ha descubierto que la mala construcción de sus personajes femeninos puede no ser un descuido como tal sino más bien un plan calculado de no atender a un tipo de personajes (todo un género, nada menos) que no le interesa desarrollar. Le pasó parecido a Alejandro Jodorowsky, que parece estar tan mal de la olla como delirantes son sus películas. Y parece que ahora a muchos se les está cayendo la careta con J.K. Rowling.

Sí, la escritora de las sagas de Harry Potter, la diseñadora de buena parte de los espacios mentales seguros para millones de jóvenes de todo el mundo. Si te has paseado alguna vez por Twitter en los últimos dos años sabrás que la británica es una de las celebridades más reacias a Trump, a quien ha llegado a retratar como la cara aún más oscura de Voldemort. Y parece ser que eso no está sentando bien a muchos defensores de Trump.

Y es lógico, si ves que la autora de las obras que te marcaron, con las que te emocionaste, sale a despellejar a aquel en quien confiaste en las urnas, es comprensible tu decepción, tu molestia. Lo que esas personas probablemente no esperaban es que la escritora, en lugar de hacer oídos sordos a las críticas como hacen la mayoría de famosos, las elevase y exhibiese a sus audiencias internacionales para reírse de tus quejas.

J.K. Rowling está totalmente on fire

Dl U328670 039 Venga, va, quema mis libros. Besis. Bye.

Y no hay quién la pare.

Como si fuera una nueva encarnación de Dumbledore, se ha puesto su capa y ha cogido la varita para hacer diversos patronus digitales en forma de tuits con los que exorcizar el miedo que se le tiene al monstruo. Rowling no se corta a la hora de comparar esta contienda política internacional con su universo mágico. A un lado, los buenos, los seguidores de la Orden del Fénix o socialdemócratas; en el otro, los mortífagos, ahora reconvertidos en alt-right.

Así que sí, hay personas republicanas a las que esto les ha parecido fatal. Y hay que reconocer que sus tuits respuesta han sido, hasta el momento, la mar de divertidos.

“He quemado todos mis libros de Harry Potter después de 17 años como fan. La Piedra Filosofal fue uno de los primeros libros que leí jamás. Siento mucho que esto tenga que acabar así… Me avergüenzas, me das asco y nunca más voy a volver a leer tu trabajo”, dijo alguna usuaria desconocida de Twitter. A lo que Rowling contestó: “Supongo que es cierto lo que dicen: puedes mostrarle a una chica unos libros sobre el ascenso y la caída de un autócrata. Pero no puedes hacerla pensar”.

“Me alegro de haber encontrado este artículo en Yahoo. Ahora quemaré todos tus libros y películas también”, dijo otra persona. Rowling no tuvo que esforzarse demasiado: “Bueno, el humo de los DVDs pueden ser tóxicos y de todas formas ya tengo su dinero. Así que adelante, toma, yo te presto el mechero”.

Son muchos los tuiteros a los que les ha escamado que una autora de literatura infantil haga campañas políticas tan contundentes en redes sociales. Por ejemplo, a un tuit de Rowling explicando que considera que las historias que están apareciendo ahora tienen muchas resonancias con las de los países dictatoriales, Mr America le contestó: “Eres una mujer mayorcita cuya carrera profesional al completo se basa en hacer historias de nerds que convierten a personas en ranas. Deja la política”.

A eso Rowling sólo podía responder: “En. Los. Países. Libres. Cualquiera. Puede. Hablar. De. Política. Intenta pronunciar las sílabas en voz alta, a ver si algún lector fluido puede ayudarte”. También hubo muestras de apoyo entre los defensores de Rowling.

Como dijo Christine, “Estoy pensando en comprar dos tomos de cada libro para compensar. Uno para mí y otra copia que donaré para lectores interesados. ¿Alguien se apunta?”. También a ella le respondió la británica. “De hecho estamos pensando en venderlos de dos en dos en el futuro. Una política de ‘Lee uno, quema otro’ para aquellos a los que les guste la magia pero no el trasfondo moral”.

Como ella misma se despidió, en realidad son más los mensajes que le han llegado de apoyo que de lo contrario. “Quiero darle las gracias a todos los que me habéis enviado mensajes inspiradores, que suman muchos más que los comentarios negativos. Dejo esto para seguir produciendo más leña”.

¿Y qué ha estado diciendo Rowling contra Trump?

Dl U278633 014 Sorry not Sorry.

Como apuntábamos, el desbordamiento de quejas y trolleos que está recibiendo la escritora recientemente por sus mensajes están motivados por los múltiples ataques que Rowling ha venido haciendo contra las políticas de Trump y su equipo. Parece que a la creadora le ha molestado especialmente el veto de los ciudadanos de ciertos países musulmanes. Después de que se aprobara la nueva medida de la Casa Blanca contra la libre entrada de sirios o iraquíes en el país, la autora publicó una cita de la Biblia:

"'¿De qué le sirve al hombre conquistar el mundo si para ello tiene que perder su alma?' Mateo 16:26".

También había ocurrido antes de que Trump se convirtiese en POTUS. Cuando se difundió la cinta en la que el empresario hablaba de coger a las mujeres por el coño, Rowling escribió lo siguiente: "Todos esos hombres que corren a decir ahora que hablan de nosotras igual que como lo hizo Trump en ese video igual creen que están ayudando".

También en el debate contra Hillary Clinton dijo esto: "Bien, ahí lo tenéis. Una muy inteligente y experta mujer discutiendo contra un gigantesco huevo de Twitter naranja. Es tu turno, América".

Y contra las formas verbales de Trump en general: "Trump dice "sólo palabras, gente". Esa es su acusación y su defensa. Las palabras no importan. Los actos no importan. Si seguimos pensando eso estamos perdidos".

Por otra parte, también es normal que a Rowling le den igual las amenazas de quema de sus libros. Ya lo hicieron hasta en seis distintas ocasiones en el pasado grupos cristianos por una supuesta incitación a la brujería y satanismo, y también intentaron censurar su venta en la corte de Georgia.

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