A comienzos de diciembre se produjo una noticia que conmocionó a la ciencia y a la observación astronómica: el gran Observatorio de Arecibo no aguantó más y se desplomó a causa de un colapso de su plataforma de 900 toneladas. Ya se había anunciado una futura demolición semanas antes por parte de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) de Estados Unidos, pero aun así, la noticia fue dramática.
Por dicho anuncio previo, la reacción en el momento del colapso fue de dar por perdido el histórico centro, tras décadas de valiosas aportaciones. Sin embargo, Wanda Vázquez Garced, gobernadora de Puerto Rico, ha aprobado estos días un presupuesto de 8 millones de dólares mediante una orden ejecutiva encaminada a eliminar los escombros causados por el desplome de la plataforma y estudiar cómo reconstruir el gran Observatorio.
Arecibo es ya zona histórica
La orden ejecutiva ha servido para dos cosas. En primer lugar para establecer el objetivo de reconstruir y rediseñar el radiotelescopio, y en segundo lugar, de forma simbólica, para establecer el lugar como zona histórica. Así se refirió Vázquez Garced al futuro del malogrado observatorio:
"El gobierno de Puerto Rico está convencido de que el colapso del radiotelescopio trae una gran oportunidad de rediseñarlo, teniendo en consideración las lecciones aprendidas y las recomendaciones de la comunidad científica para que sea relevante por décadas".
Es decir, en este momento, el proyecto va más allá de hacer del sitio un lugar de peregrinación turística, sino que quiere adaptarlo a los nuevos tiempos y reconstruirlo otorgándole una modernidad que le haga ser mucho más duradero a partir de su regreso a la actividad.
Esto choca con el proyecto inicial de desmantelamiento, pero va en línea de lo que el propio Congreso estadounidense ha pedido a la NSF en paralelo un estudio a realizar en 60 días capaz de cuantificar "las causas y extensión de los daños" junto al "plan para retirar los restos de una forma segura y respetuosa con el medioambiente".
Peor no queda ahí, porque el Congreso también habla de "proceso para determinar si establecer una tecnología similar en el lugar, junto con los costes asociados estimados". Es decir, que la reconstrucción tiene dos vías abiertas que, eso sí, todavía dependen de estudios de viabilidad y de costes.
El año pasado, la congresista Jenniffer González anunció un presupuesto de 12,3 millones para Arecibo, procedentes de asignaciones suplementarias para desastres. Según el Observatorio de Arecibo, se usaron 4 millones, y el resto aún no han sido gastados. En cualquier caso, tanto esa partida como la de los 8 millones de esta semana se quedaría muy corta para un proceso completo de reconstrucción, estimado en más de 300 millones de dólares.
Vía | Microsiervos, mixx.io
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