La Península Ibérica quiere ser el referente europeo en hidrógeno verde, y ya sabe cómo: qué es el H2Med

La Península Ibérica quiere ser el referente europeo en hidrógeno verde, y ya sabe cómo: qué es el H2Med
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Con la crisis energética y la misión de cortar la dependencia del gas y petróleo rusos como telón de fondo, la transición hacia las energías limpias —explicaba ayer la presidente de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen— se ha vuelto ya “no solo apremiante, sino vital”. Con ese propósito bien definido, España, Francia y Portugal acaban de escenificar en Almería su apuesta por el corredor de hidrógeno verde H2Med, una infraestructura que la propia Von der Leyen parece mirar con buenos ojos. “Va en la dirección correcta. Tiene potencial de ayudarnos”, aseguraba el viernes.

El respaldo, tanto de Madrid, París y Lisboa, como el de la propia presidenta de la CE, no es una cuestión menor para un proyecto clave que aspira a salir adelante con respaldo comunitario.

¿Qué es el H2Med? A su modo, la infraestructura que toma el relevo del frustrado MidCat, un gasoducto transpirenaico que contaba con el respaldo de Madrid pero no de París, que se opuso a su trazado a través de los Pirineos. Para desenrocar la situación hace algo menos de dos meses, en octubre, los Ejecutivos de España, Portugal y Francia anunciaron un “acuerdo político” que dejaba de lado el gasoducto e impulsaba, en su lugar, un “corredor de energía” que interconectaría la Península Ibérica con el resto de la Unión Europea a través de un canal entre Barcelona y Marsella.

Poco más se detalló entonces de un proyecto que se bautizó como BarMar, salvo que su objetivo sería el transporte de hidrógeno verde; eso sí, a través de una infraestructura preparada para otros gases renovables y —aún más importante— “una proporción limitada de gas natural como fuente de energía temporal y transitoria”. Además de la tubería marítima Barcelona-Marsella, el acuerdo incluía el compromiso con la conexión CelZa, un conducto entre Celourico a Beira (Portugal) y Zamora.

¿Qué más sabemos del proyecto? Sus detalles quedaron botando con un horizonte claro: 9 de diciembre, fecha de una cumbre de líderes del sur de Europa en la que volverían a encontrarse los representantes de los tres países. La cita se celebró ayer y sirvió para varias cosas: perfilar detalles técnicos, recalcar el respaldo de los Ejecutivos e, igual de importante, mostrar que a priori Bruselas lo ve con buenos ojos. No es una cuestión nada menor si se tiene en cuenta que el proyecto H2Med requerirá una inversión de alrededor de 2.500 millones de euros y del visto bueno de la CE puede depender que entre el 30 y 50% de ese desembolso parta de las arcas comunitarias.

"Respaldo su presentación". De todas las declaraciones que ayer se lanzaron sobre H2Med, quizás la más relevante, por lo que puede anticipar de cara a su financiación, la dejó la dirigente de la Comisión Europea. “La Península Ibérica está llamada a convertirse en uno de los principales centros energéticos de Europa. Y la UE será parte de esta historia de éxito […]. Un corredor de hidrógeno a través de la península puede conectarse con el suministro de hidrógeno de la región mediterránea”, celebró ayer Von der Leyen, quien incluso se atrevió a ir más allá en sus declaraciones.

“Acojo calurosamente este acuerdo entre Francia, España y Portugal porque vuestro proyecto H2Med va absolutamente en la dirección correcta. Tiene potencial de ayudarnos a construir una verdadera red troncal europea de hidrógeno. Respaldo su inminente presentación para convertirlo en un proyecto de interés común, lo que lo haría elegible para solicitar el apoyo financiero de la UE”. Eso precisamente es lo que plantean hacer sus impulsores: presentar el proyecto a la CE en cuestión de días, el próximo 15 de diciembre, con el propósito de que reciba lo antes posible la etiqueta de proyecto de interés comunitario, PCI, por sus siglas en inglés, clave para la financiación.

¿Qué sabemos sobre los detalles técnicos? Desde que se presentó el proyecto, en octubre, se han ido desgranando algunos detalles técnicos. La infraestructura se apoya en dos grandes patas: un conducto terrestre de 248 kilómetros entre Celorico da Beira, en Portugal, y Zamora, con un coste de unos 350 millones de euros; y el enlace submarino entre Barcelona y Marsella, una conexión que —detalla El País— medirá 455 km y alcanzará una profundidad máxima de 2.557 metros.

Una vez en la costa gala podrá distribuirse hacia otros enclaves del continente, como Alemania o Italia. El objetivo pasaría por que la construcción pueda arrancar a finales de 2025 o comienzos de 2026 y la infraestructura esté lista para 2030. En el calendario influiría en cualquier caso los trámites de una estructura transeuropea, lo que incluye tanto los requisitos de una dotación de este tipo como el visto bueno de los propios países. El BarMar trasladaría cada año dos millones de toneladas de hidrógeno verde. El H2Med alcanzaría así el 10% del objetivo de hidrógeno renovable marcado por Bruselas en el plan “RePower EU”, que fija una meta de 20 millones de toneladas para 2030.

¿Hay retos sobre la mesa? Como mínimo, quedan preguntas, como concretar las características técnicas, cronograma y financiación, aspecto este último en el que resultan claves las declaraciones lanzadas ayer por Von der Leyen. Otra de las claves es qué se canalizará a través del conducto. En octubre pareció abrirse la puerta a "una proporción limitada de gas natural" con carácter "limitado" y "transitorio", pero para lograr la etiqueta comunitaria de PCI la estructura debería enfocarse a los gases de carácter renovable, una categoría en la que no entraría el gas natural.

El proyecto es relevante porque aspira a aprovechar el potencial de la Península Ibérica, con su capacidad para la generación de energía fotovoltaica y eólica, con unas costas aún por explotar para las instalaciones offshore, un músculo clave para la producción de hidrógeno verde. Francia también plantearía no obstante incorporar a la tubería "hidrógeno rosa", en el que participa la energía nuclear, con un peso relevante en el país. La discusión sobre ese aspecto aún está sobre la mesa.

Imagen de portada: La Moncloa

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