Hemos hablado mucho de los coches eléctricos, de los modelos que hay y de las hazañas que ya han conseguido algunos en términos de autonomía y eficiencia. Sin embargo, no son los únicos vehículos que van por carretera que en los próximos años también se moveran con este sistema. Los camiones están en el punto de mira y esta semana hemos visto un paso adelante.
BMW y SCHERM han presentado y puesto en funcionamiento el primer camión eléctrico que funciona sin necesidad de combustibles fósiles y que además no emite ningún tipo de emisión a la atmósfera. Puede parecer algo baladí pero hay varios motivos para ver este anuncio como una gran noticia para la evolución de los vehículos que funcionan con electricidad.
Poca autonomía, de momento
El camión de 40 toneladas de peso tiene un rango de unos cien kilómetros por carga. Cada proceso de carga llega entre tres y cuatro hora. Como os podéis imaginar, anda lejos de las autonomías que ofrecen los coches eléctricos por lo que sus primeras tareas serán transportar repuestos de coches de una fábrica a otra en distancias muy cortas.
El avance es importante por un motivo muy claro: los vehículos pesados emiten grandes cantidades de dióxido de carbono y las diferentes administraciones regulatorias trabajan en reducir estas cantidades cada determinado tiempo. Que en el día de mañana fueran completamente limpios y tuvieran unas autonomías que los hicieran viables sería un gran avance.
Según la Comisión Europea, el sector de transporte es el único que está aumentando la emisión de CO2. De hecho, desde 1990 ha crecido un 20,5% y a día de hoy son los responsables de un 25& de las emisiones que hacen todos los medios de transporte y un 6% del total si contamos todas las categorías.
La Unión Europea define una normativa en función de la potencia del motor y con los años (la última revisión es de octubre de 2008) se han vuelto más estrictas. Hace un año, además, definieron un nuevo programa para mantener las cantidades actuales de aquí a 2050 para que no vaya en aumento el impacto medioambiental que tienen estos vehículos. De hecho, Bruselas puso hace tiempo en funcionamiento un programa para calcular el impacto que tiene un camión o un autobús.
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