Sin duda es el gran estreno de cine fantástico de este mes, que además, está sorprendiendo por su buen rendimiento en las algo desangeladas salas de cine: en España, además, está teniendo más éxito que en otros países del mundo, con 100.000 espectadores en su primera semana. Se trata de 'La sustancia', una fábula moral barbárica que dispara contra la superficialidad de la industria del espectáculo y los perjuicios para quienes participan en ella... con un tono verbenero y excesivo que la convierten en una película perfecta para ir al cine en compañía y palomitas para todos.
Con excelentes interpretaciones de Demi Moore y Margaret Qualley y el contrapunto caricaturesco de un febril Dennis Quaid, la película nos presenta una actriz cuyos mejores años ya han pasado. Tras ser despedida en parte debido a su edad, cae en una fase de desesperación que culmina cuando una misteriosa empresa le ofrece una sustancia que hace nacer una versión mejor y más joven de sí misma. Si acepta la cura milagrosa, hay unas estrictas reglas que debe respetar, por muy tentadora que sea la perspectiva de vivir una nueva juventud.
Con esos mimbres, Coralie Fargeat, a quien recordamos de 'Venganza', otra historia clásica de género modernizada temática y visualmente, construye una epopeya de body horror que, obviamente, le debe mucho a David Cronenberg (e incluso a su hijo Brandon Cronenberg: se advierten trazas aquí de películas como 'Antiviral' o 'Possessor'). Pero también a divertimentos festivos como la serie de los noventa de 'Historias de la cripta' o la insuperable comedia negra, de mensaje idéntico a 'La sustancia', 'La muerte os sienta tan bien' (dirigida por Robert Zemeckis, uno de los ideólogos y productores de 'Historias de la cripta', así que todo queda en casa).
El resultado de todo ese batiburrillo de influencias es una película que conviene ver en pantalla grande, porque su grotesco espectáculo sensorial no tiene rival, con maquillajes prácticos como hace tiempo que no se veían, especialmente en su conclusión. Y todo vertebrado por una ristra de mensajes justos, necesarios, obvios y con mucha retranca, de un feminismo contundente (como sucedía con 'Venganza') pero nada obvio, cuando entra en ciertos matices acerca de cómo percibe la sociedad a las mujeres cuando envejecen, y cómo éstas se ven obligadas a autopercibir su cuerpo. Un auténtico caramelo envenenado que no deberías esperar a ver en una pixelada versión vía streaming.
Ver 7 comentarios