‘Punto de vista desde la ventana de Le Gras’ es, de forma más o menos oficial, la primera instantánea de la historia. Joseph Nicéphore Niépce, su autor, la tomó en 1826. ¿Sus rasgos característicos? Exposición prolongada (ocho horas) y una imagen borrosa, desenfocada y muy granulada. Pero tampoco hay que ponerse quisquilloso. El fotógrafo francés la tomó con una cámara oscura y una placa de peltre tratada con betún de Judea.
Todavía faltaban varias décadas para que la fotografía se convirtiese en un arte. Pero se habían sentado las bases. Tras los pasos de Niépce llegarían grandes autores de imágenes inconfundibles. Primero en blanco y negro, luego en color y más tarde saltando del analógico al digital. Hoy, son las cámaras de los móviles las que han popularizado el arte de inmortalizar nuestro entorno hasta cotas inimaginables hace solo unos años.
Con los smartphones de pantallas infinitas como el Alcatel 5V y una cuenta en Instagram, ya tenemos la mitad del camino recorrido. La otra mitad han de ponerla unas buenas prestaciones de hardware, software a la altura y ese don para imprimir tu personalidad en cada captura.
Autores del presente, del pasado y del futuro, por vuestras fotos os conoceremos.
Seis ilustres analógicos
Sin salirnos de la Francia de Niépce, Eugene Atget es uno de los primeros grandes documentalistas de la fotografía. Bajo su lente, un París que abandonaba el siglo XIX para adentrarse en el mundo moderno. Obligadas por las capacidades técnicas del momento, las exposiciones prolongadas y los reflejos son sus señas de identidad. Sus imágenes con aire fantasmagórico forman parte de la historia de la fotografía.
Saltando de generación y cruzando el Atlántico hasta Estados Unidos, tenemos que hablar de la ilustre Diane Arbus. Sus retratos del lado más oculto de Nueva York la llevaron a publicar en Vogue o Harper’s Bazaar. Además de la crudeza del gesto de los personajes, las luces duras, el uso intensivo del flash y la obsesión con la nitidez de las imágenes caracterizan el estilo de Arbus.
Continuamos nuestro breve paseo por la historia de los grandes nombres de la fotografía deteniéndonos en Cartier-Bresson y su afán por captar el instante perfecto. O en Robert Capa, maestro del fotoperiodismo y obsesionado con cambiar el mundo a través de sus imágenes. Y qué decir de los retratos de Irving Penn, que retocaba el contraste y la exposición de sus capturas por zonas. O de los paisajes salvajes de Ansel Adams con su sistema de revelado analógico también por zonas.
La lista de genios de la fotografía de autor es larga. Y eso que aún no hemos abandonado el período analógico. Ni el arte digital ni las prestaciones móviles habían hecho acto de presencia en el extraordinario mundo de la luz.
Auténticos iconos digitales
Han pasado casi 200 años desde que Niépce tiró su primera fotografía. Las cámaras y los formatos han cambiado tanto que apenas se reconocen a sí mismos. Es cierto que muchos grandes autores siguen apostando por la fotografía analógica, pero otros tantos han dado el salto a las posibilidades de la tecnología digital. De hecho, en los grandes premios, como el World Press Photo, la mayoría de trabajos presentados ya son en digital.
From a personal exploration of cultural heritage to Nigeria’s widows performing mourning rites, & from living standards in Bloemfontein townships to young Egyptian women’s views on divorce, discover the stories by #APJD members in ‘Four To Follow # 11’: https://t.co/PgVgcl0J6X pic.twitter.com/3C94yrg4uy
— World Press Photo (@WorldPressPhoto) 10 de noviembre de 2018
Los retratos espontáneos de Jim Darling son un buen ejemplo. Este artista ha aparcado casi por completo lo analógico y trabaja con un smartphone y varias apps de fotografía. Dice que la relación entre el sujeto y la cámara es completamente diferente si el fotógrafo empuña un móvil. El holandés Robert-Paul Jansen prefiere la naturaleza tranquila y misteriosa, menos espontánea. Pero la retrata de forma mágica con diferentes cámaras digitales, incluida la de su teléfono.
Además de grandes maestros, la irrupción de esta manifestación artística en el entorno móvil ha puesto la fotografía de autor al alcance de cualquier persona. La tecnología nos ha echado una mano para democratizar la fotografía profesional. Y la mejora no parece tener freno. Como ejemplo, el recientemente presentado Alcatel 5V, que llega provisto de inteligencia artificial (IA). El dispositivo cuenta con una cámara trasera doble (una de 12 y otra de dos megapíxeles) con profundidad de campo real.
Unido al efecto bokeh (logrado con la doble cámara trasera), la inteligencia artificial del Alcaltel 5V reconoce hasta once tipos de escenas de forma automática. En función del tipo de retrato, el paisaje o la cercanía del objeto inmortalizado, ajusta automáticamente contraste, saturación, brillo, nitidez y resolución sin intervención del fotógrafo. Así, las especificaciones técnicas quedan al margen. Todo lo que importa es reflejar el sello del autor.
El fotógrafo y filmaker de viajes Javier del Cerro nos desvela en este vídeo sus trucos para que las fotografías hechas con el móvil resulten verdaderamente impactantes:
Influencers y redes sociales
Los puristas quizá se mesen los cabellos, pero lo cierto es que el móvil y las redes sociales han revolucionado la fotografía. Un paseo por Instagram, buceando bajo miles de escenas de vacaciones y vídeos de gatitos, saca a la luz grandes ejemplos de arte y fotoperiodismo que algún día formarán parte de los libros de historia junto a los insignes nombres que acabamos de revisar. Y es que en la era de los influencers sigue existiendo la fotografía de autor.
Los retratos de Lee Jeffries buscan encontrar la esencia del ser humano. Sus texturas, sus imágenes con mucho contraste y su juego con las luces y las sombras lo colocan entre las grandes firmas de Instagram. Eso y sus 283.000 seguidores.
Los últimos años de la vida de Marcus Bleasdale han transcurrido en la República Centroafricana. Allí ha seguido de cerca el conflicto que azota el país dejando constancia gráfica
Su trabajo para National Geographic y otras grandes publicaciones se centra en denunciar la violación de los derechos humanos en todo el planeta. Además de un par de cientos de miles de seguidores en Instagram, su trabajo le ha valido la medalla de oro Robert Capa.
El retrato de lo cotidiano de Omar Z. Robles, las imágenes de arquitectura pensadas por y para el formato smartphone de Sebastian Weiss y el fotoperiodismo 100% móvil del español José Luis Roca son otros de los miles de buenos ejemplos de fotografía de autor en redes sociales. Cuentas como las de National Geographic, World Press Photo o el proyecto Every Day Africa destacan en un entorno fotográfico hiperestimulado.
Una relación consolidada
El binomio móvil y fotografía no solo funciona por la flexibilidad del dispositivo, siempre listo en el bolsillo. Ni por la calidad de las cámaras o las lentes. La autonomía (el Alcatel 5V tiene un batería de 4.000 mAh) y la perfecta integración de software y hardware que comentábamos antes (el modelo de Alcatel suma IA, capacidades biométricas y Google Lens) contribuyen a que la relación sea más fuerte que nunca.
La fotografía es arte, ojo y un puñado de parámetros técnicos con infinitas combinaciones. Quien aprenda a dominar la luz y la sombra, los colores y los contrastes, tendrá mucho ganado.
El salto del analógico al digital, después al móvil y hoy a la inteligencia artificial ha abierto el abanico de posibilidades del fotógrafo de autor. Aun así, por sus fotos seguiremos reconociéndolos.
Imágenes | Eugene Atget, Unsplah/Justin Main, World Press Photo, Lee Jeffries, Marcus Bleasdale
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