Aparentemente, tenía todo para triunfar. Un actor juvenil entonces en boga (Hayden Christensen, recién salido de la trilogía de precuelas de 'Star Wars'), un director que atesoraba algunos éxitos (la primera 'Bourne', 'Sr. y Sra. Smith', y que unos años más tarde dirigiría la sensacional 'Al filo del mañana') y la intuición de que los superhéroes eran un mercado a explotar. Sin embargo, no hubo suerte: 'Jumper' (que puedes ver en Disney+, Prime Video y Netflix) no cuajó en taquilla y se frustraron los claros planes de franquicia.
Pero vale la pena recuperarla: es una estupenda película de superhéroes que, aunque palidece al compararla con la mucho más ambiciosa y acertada 'Iron Man', de ese mismo año, tiene todo el descaro y la imaginación de los mejores cómics del género. Y todo gracias a un estupendo planteamiento que sabe explotar a fondo el potencial de los poderes de su protagonista y al brío despreocupado que Liman imprime a sus imágenes.
'Jumper' cuenta la historia de un joven que ha nacido con el poder de teletransportarse a cualquier lugar que desee. Siempre lo ha usado para vivir de forma despreocupada, robando y viviendo solo. Todo cambia cuando conoce a otro "saltador" que le confirma que hay muchos como él, y que además están en peligro, perseguidos por una asociación que se dedica a perseguirlos por todo el mundo.
Divertida y desprejuiciada, 'Jumper' rebosa un montón de ideas atractivas y de puro tebeo, como la asociación comandada por Samuel L. Jackson y cómo se enfrentan a los Saltadores. Con escenas de acción perfectamente concebidas y ejecutadas (sobre todo cuando implican múltiples saltos a velocidad frenética), 'Iron Man' pudo saber ver con más acierto qué quería el público, pero 'Jumper' conectó a la perfección con lo que debería ser un buen cómic de superhéroes juveniles.
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