El procesador es el cerebro de un ordenador. No hay que olvidar otros componentes como la memoria, el almacenamiento o la tarjeta gráfica dedicada, desde luego, pero la CPU está un escalafón por encima en la jerarquía.
Piensa que, si cambiamos el procesador en dos equipos con la misma memoria, almacenamiento o tarjeta gráfica, el comportamiento puede variar notablemente. Sin embargo, para un mismo procesador, los cambios en el resto de componentes no impactan de forma tan directa en la experiencia de uso de un equipo.
Gran parte del trabajo que ha realizado Intel en los últimos años ha sido el de mejorar la arquitectura de los procesadores, con especial atención a aquellos dedicados a ordenadores portátiles. Cuando hablamos de arquitectura, nos referimos a cómo se organizan dentro de los chips los miles de millones de transistores de los que se componen. Su función es que las instrucciones de las que se componen los distintos programas que utilicemos se ejecuten del modo más rápido posible y con el menor consumo de energía.
Vatios, rendimiento, temperatura y portátiles, o cómo conciliar lo irreconciliable
Los procesadores consumen energía cuando están funcionando. Cuanto más rendimiento exhiben, más energía consumen y cuanta más energía consumen, más vatios (potencia) precisan. Cuantos más vatios, más temperatura alcanzan, lo cual hace que se necesiten sistemas de refrigeración más capaces para contener los grados de la CPU dentro de márgenes seguros para la electrónica y confortables para el usuario.
Y cuanto más ambicioso sea el sistema de refrigeración, más tamaño y peso se requiere para implementarlo, lo cual va en contra de los requisitos de diseño de los portátiles, especialmente de los más delgados y ligeros, tipo Ultrabook o convertibles 2 en 1.
Para conciliar de un modo óptimo estas variables, Intel ha desarrollado los procesadores Alder Lake Intel Core de 12ª generación. En ellos introduce novedades tan interesantes como su arquitectura híbrida, con núcleos tanto de alto rendimiento como de alta eficiencia, entrando en funcionamiento unos y otros dependiendo del escenario de uso concreto en cada momento.
También ha definido tres rangos de potencia en vatios que facilitan su integración en diferentes factores de forma y categorías de portátiles. Los U son micros Intel Core para portátiles en versiones de 9 W y 15 W. Los P son los procesadores de 28 W y los H son los de 45 W, con la excepción de los Intel Core i9-12950HX e Intel Core i9-12900HX, que llegan a los 55 W. A más vatios, más tamaño y peso tendrán los equipos que los integren.
Así, los procesadores H estarán en los portátiles gaming y para creadores, mientras que los P gobernarán los equipos delgados y ligeros y los U harán lo propio en ultraportables con menos de 1 Kg de peso o en convertibles 2 en 1.
Los procesadores U con menos vatios los descubriremos en propuestas muy finas y livianas. Los P, en un rango intermedio de vatios, desplegarán su labor preferentemente en portátiles que pueden ser también delgados y ligeros. Todas ellas son recomendaciones, por supuesto, pero es perfectamente viable, por ejemplo, que haya modelos de 1,4 Kg equipados con una CPU H.
La clave radica, en parte, en el sistema de refrigeración que empleen los fabricantes. Y hay auténticos ingenios muy elaborados, capaces de mantener la temperatura de la electrónica dentro de límites muy razonables y seguros incluso sin tener que ocupar un espacio significativamente grande.
Alder Lake H, P y U: similitudes y diferencias
Los procesadores para portátiles Intel Core de 12ª generación Alder Lake H, P y U comparten muchos elementos en común. En todos los casos, tenemos la arquitectura híbrida que combina núcleos de alto rendimiento “P” (de Performance) con núcleos eficientes “E” (de Efficiency).
En estas tres familias, hallamos modelos Intel Core i7, i5 e i3, añadiendo los Intel Core i9 si se trata de la serie H. Los núcleos Performance son compatibles con SMT (Simetric Multi Threading) o, lo que es lo mismo, cada core puede procesar dos hilos de ejecución. En cambio, los Efficient cores procesan un hilo por núcleo.
En este sentido, la serie U de 15 W y 9 W cuenta con dos núcleos de alto rendimiento y ocho eficientes, menos para los Intel Core i3, que integran cuatro Efficient cores. En cuanto a los Pentium y Celeron de 15 W y 9 W, reúnen un único núcleo de grandes prestaciones y cuatro eficientes.
Por su parte, en la serie P se han implementado seis cores de grandes prestaciones para el procesador de gama más alta, el Intel Core i7-1280P, que se reducen a cuatro para el resto de chips Intel Core i7 e i5, y dos para el Intel Core i3-1220P. Eso sí, todos disponen de ocho núcleos eficientes.
En la serie H, vemos seis núcleos de alto rendimiento en los Intel Core i7, y cuatro en los Intel Core i5. La eficiencia descansa en ocho núcleos para los Intel Core i7 e i5, salvo en los procesadores más modestos de cada familia i7 e i5, donde encontramos cuatro E-cores.
Finalmente, la familia HX está formada, básicamente, por procesadores de escritorio adaptados a su uso en portátiles. Tenemos hasta ocho núcleos “P” más ocho “E”, con una potencia de hasta 55 W de base, y no cuentan con tecnologías como la integración de Thunderbolt 4 en el propio procesador. Además, la iGPU integrada es menos potente que en los U, P o H y necesitan usar un chipset dedicado para funcionar.
Llegados a este punto, es conveniente explicar que los procesadores Alder Lake Intel Core de 12ª generación H, P y U para portátiles exhiben la mayor parte de los elementos que vienen en un chipset de escritorio. Por tanto, y simplificando (un poco) la explicación, con la propia CPU un portátil ya cuenta con procesador, tarjeta gráfica, conectividad y comunicaciones sin necesidad de chips adicionales.
La 12ª generación de procesadores Intel Core es compatible, además, con memoria DDR5, más rápida que la DDR4, así como con PCIe Gen5, que también mejora sus prestaciones frente a PCIe Gen4. Ambas tecnologías contribuyen a optimizar el comportamiento y la eficiencia de los equipos con microprocesadores Alder Lake.
Las diferencias en rendimiento entre los diferentes modelos de CPU se aprecian en las velocidades de reloj de base y máximas (turbo), el tamaño de la memoria caché o los límites de potencia en vatios, base y turbo, que pueden manejar. La velocidad base es la velocidad mínima a la que funciona la CPU cuando no está en reposo, mientras que la turbo se refiere a la máxima velocidad que alcanzan los núcleos cuando trabajan “a todo gas”. Esta última se mantiene tanto tiempo como la temperatura del procesador esté por debajo de los límites seguros de funcionamiento.
Alder Lake y la arquitectura híbrida: rendimiento y eficiencia por diseño
Como estamos viendo, Intel ha apostado por procesadores que combinan núcleos con un rendimiento y consumo energético elevados con otros de menor rendimiento, pero también menos devoradores de energía. Esta propuesta se apoya en la colaboración del sistema operativo, que actúa como director de orquesta para “encaminar” los hilos de ejecución de las aplicaciones a los cores óptimos en cada situación.
Para instrumentar esa distribución de los hilos de ejecución entre los distintos núcleos, Intel ha introducido el denominado Thread Director. Este hace posible el trabajo conjunto entre el sistema operativo Windows 11 y un microcontrolador integrado en el procesador que reparte los hilos entre los núcleos disponibles “P” y “E”.
Los hilos de ejecución más exigentes irán a los cores de altas prestaciones y los que no demanden un rendimiento elevado pasarán a los eficientes, realizando esta asignación en tiempo real y para cada proceso en ejecución.
Intel Evo: especificaciones nuevas para procesadores nuevos
Con la introducción de los nuevos procesadores Alder Lake Intel Core de 12ª generación para portátiles, la compañía tecnológica también ha actualizado los requisitos para la especificación Intel Evo, que ahora llega a su tercera generación. En consecuencia, los portátiles con sello Intel Evo contemplan ahora a los procesadores H y no solo a los de menor consumo, como los U. Thunderbolt 4 es un requisito obligado, así como Wi-Fi 6E.
No es casualidad que Intel haya dotado de estas tecnologías a los procesadores Intel Core de 12ª generación para portátiles. Las mejoras en eficiencia redundan en tiempos de uso con batería de más de 9 horas para ordenadores con pantallas Full HD, con grosores de menos de 15 mm y tamaños de pantalla entre 12’’ y 16’’.
Estos procesadores también son idóneos para los nuevos portátiles con pantallas plegables que están llegando al mercado, y para los que también hay certificación Intel Evo.
De este modo, los equipos Intel Evo son fácilmente identificables como portátiles con las propiedades y el comportamiento premium que exige esta especificación. Y también contempla aspectos como los de colaboración inteligente o procesamiento de vídeo y audio en reuniones online o videollamadas, respondiendo al más alto nivel a las nuevas necesidades de la sociedad de hoy en un amplio espectro de escenarios.