Las criptomonedas han pasado de ser un exotismo propio de frikis, mafiosos o aventureros financieros, a convertirse en el objeto de deseo de millones de personas en todo el mundo. Decimos “objeto de deseo” porque, según datos de diferentes informes, como el ranking global de adopción de criptomonedas de Finder, alrededor de un 19 % de los adultos encuestados tienen en su poder criptomonedas.
Otros datos interesantes que se desprenden de este estudio son los demográficos, donde vemos que globalmente los hombres tienen criptodivisas en mayor proporción que las mujeres. En grado de adopción, España ocupa el puesto 23. con un 12 % de tasa; Vietnam está en primer lugar, con un 41 %, mientras que Bélgica, con un 26 %, está a la cabeza en la UE. Bitcoin es la criptodivisa más habitual.
Criptodivisas, ¿la joya de la corona para invertir?
Las criptodivisas llevan entre nosotros apenas 12 años, desde la irrupción del Bitcoin en el escenario financiero mundial allá en 2009, tras proponerse teóricamente en los años 80 del siglo pasado. Bitcoin es la criptodivisa por antonomasia, basada en tecnología blockchain, que a estas alturas es un término que ha calado en la sociedad de un modo notable y con algoritmos de tipo proof of work para realizar todas las operaciones criptográficas que garantizan la seguridad y trazabilidad de la cadena de bloques donde se lleva cuenta de las transacciones realizadas con los Bitcoins.
Fuente: Wikipedia
Después del Bitcoin empezaron a llegar otras criptodivisas llamadas “altcoins”, las monedas alternativas a Bitcoin. en general, se denomina “altcoin” a cualquier cripto que no sea Bitcoincon. Cuentan con un fundamento tecnológico similar, donde las transacciones se registran en la blockchain en la que se sustenta cada criptodivisa usando diferentes algoritmos como el propio proof of work o el de proof of stake. Actualmente, hay más de 10.000 criptodivisas, aunque no todas ellas tienen interés financiero. Las más habituales después del Bitcoin (BTC) son Ethereum (ETH), Ripple (XRP), Litecoin (LTC), Bitcoin Cash (BCH), Cardano (ADA), Stellar (XLM) o Dogecoin (DOGE).
Un producto financiero inestable
Tras estos años, las criptodivisas han conseguido eliminar muchas reticencias sobre su futuro o supervivencia. Parece claro que, al menos las principales, están aquí para quedarse, aunque sujetas a variaciones en su valor que dependen de hitos que no siempre se pueden predecir usando los patrones que se siguen en otros campos, como el de los mercados de valores y las acciones tradicionales.
Las decisiones de gobiernos como el de China, en la dirección de prohibir el minado y las transacciones con criptodivisas, por ejemplo, son la causa de caídas en su valor que pueden suponer porcentajes muy significativos sobre su tasa de cambio previa a estos movimientos. Elon Musk, cuando permitió usar el Bitcoin para comprar sus coches Tesla, lo hizo subir de forma espectacular (y, por ende, el de otras monedas como Ethereum), pero cuando lo prohibió, causó otro terremoto en este mercado.
Cualquier decisión regulatoria o comercial relacionada con las criptodivisas conlleva cambios en su valoración, por lo que estamos ante un producto financiero de alto riesgo.
Además, hay que tener en cuenta que, para operar con criptomonedas, es necesario tener un wallet digital, donde almacenarlas. El mantenimiento de estos wallets es fundamental para asegurar que nuestras Bitcoins o Ethereums o la moneda de que se trate, están en nuestras manos. En muchos casos se usan wallets de terceros, que están sujetos a hackeos o desfalcos. No es la primera vez que una empresa con wallets gestionados es objeto de ataques, dejando a los clientes sin nada. Aunque ninguna empresa (sin importar el sector al que se dedique) es susceptible de hackeos, es clave saber elegir dónde poner nuestro dinero y conocer qué medidas de seguridad tiene implementadas para reducir al máximo este riesgo.
Con todo, es posible adentrarse en este mundo de un modo progresivo y consciente gracias a plataformas como Bitpanda, que se sitúan en una posición de “intermediarios facilitadores” entre el mundo de los grandes mercados y las necesidades de los pequeños inversores. De hecho, es posible dedicar cantidades de dinero pequeñas, a partir de 1 euro, para invertir tanto en criptodivisas como en acciones o metales gracias a las modalidades de inversión fraccionadas, una propuesta que en Europa solo Bitpanda pone al alcance de los usuarios. Pero veamos cómo manejar nuestro dinero con cierta seguridad.
1. Invertir es un trabajo
Para adentrarse en el mundo de la inversión, sea 1 euro o sean 1.000, es conveniente adoptar una actitud proactiva. Invertir no es jugar y, para eliminar elementos de riesgo (al menos, los que dependan de nosotros), es conveniente dedicar tiempo a conocer aquello por lo que vamos a apostar. Bitpanda lo llama “inversión de calidad”. En este artículo, puedes encontrar desarrollado este consejo.
2. Invertir conlleva riesgos, siempre, así que hay que asumirlos
Con todo, por mucho que te prepares, nunca estás exento de sufrir pérdidas. La clave está en ver las pérdidas como parte de esta actividad que es la inversión. No todo depende de nosotros y nadie tiene la varita mágica de la verdad.
La cuestión está en pensar en términos de probabilidades y suavizar las que tienen que ver con las pérdidas. Bitpanda lo hace a través de productos como los criptoíndices y los ETFs, donde combina diferentes criptomonedas y diferentes valores bursátiles (en los ETFs) de modo que las pérdidas de unos compensan las ganancias de otros y viceversa.
3. Empieza por pequeñas inversiones
Una plataforma como Bitpanda admite una inversión tanto en criptomonedas como en acciones a partir de 1 euro. Es una oportunidad extraordinaria para adentrarse en este mundillo sin comprometer tu estabilidad económica. Una regla clave es la de no invertir más dinero del que estés en disposición de perder sin que ello haga que se tambaleen tus finanzas.
Sí, puede que pienses –si ganas– que podrías haber cosechado una cantidad más importante si hubieras invertido más. Pero también hubieras perdido más en caso contrario. Recuerda, no estamos jugando a la lotería: es un trabajo y hay que familiarizarse con las operaciones básicas de trading antes de poder asumir inversiones de más entidad.
4. Estudia, estudia, estudia
Hay centenares de recursos educativos disponibles online para familiarizarse con la terminología y las estrategias de inversión. Antes de ponerte a fondo con movimientos de gran calado, es conveniente practicar aprovechando que una plataforma como Bitpanda lo pone fácil.
La propia Bitpanda cuenta con recursos educativos y en muchos casos podrás poner en práctica las estrategias descritas directamente desde la app de gestión de nuestros activos. Actuar con rapidez puede ser clave en algunas estrategias, por lo que es esencial conocer perfectamente las herramientas a nuestra disposición, tener fondos en nuestra cuenta de dinero fiduciario (fiat), llevar parte de ese caudal a nuestro monedero para realizar las transacciones, etcétera.
5. Las operaciones con criptos son irreversibles: cuidado
Es importante tener en cuenta que las operaciones con criptomonedas en su propia red (blockchain) son irreversibles: una vez realizada una transacción, no hay vuelta atrás. Así que ten mucho cuidado cuando envíes cripto desde un wallet a otro.
Es lo bueno de las criptodivisas: no pueden hackearse (ojo, que los wallets sí si las empresas no son de fiar). Antes de elegir una compañía para operar con criptos, asegúrate de que es de confianza y con una buena reputación, al tiempo que cuente con las herramientas adecuadas para ti.
6. Elige bien tus activos
Este consejo es bastante obvio, pero es necesario tomar decisiones de alto nivel para invertir en criptodivisas. Hay monedas más estables que otras, sujetas a una menor variabilidad. Bitpanda permite operar con más de 80 criptodivisas. Bitcoin suele ser la puerta de entrada para muchos inversores, es la primera, la más popular y aproximadamente un 40 % de toda la inversión del mercado cripto está en Bitcoin.
Para los que no saben qué cripto elegir cuando empiezan, Bitpanda dispone de los criptoíndices, unas “cestas” en las que se incluyen las 5, 10 o 25 criptos más importantes del mercado y se reajustan de forma mensual.
7. No te dejes llevar por los impulsos
En inversión hay fenómenos psicológicos que tienen su equivalente en otras áreas de nuestra vida. Como el FOMO (Fear of Missing Out), que básicamente hace nos agobiemos pensando que estamos perdiendo una oportunidad por el mero hecho de ver a otros haciendo algo, ya sea ir a un evento o invertir en una criptomoneda.
Tomar decisiones bajo los efectos de estos estados emocionales no es la mejor idea cuando se trata de invertir. Lo ideal es adoptar una estrategia propia y ser fiel a ella. Elegir activos adecuados y seguir la evolución a la larga o a la corta.
8. Invertir está bien, pero no pierdas de vista las ganancias
En las inversiones, es importante saber cuándo recoger la cosecha. La propia dinámica de la inversión puede engancharnos, pero si llega un momento en el que la rentabilidad está dentro de lo que esperábamos como objetivo, lo suyo es monetizar los activos y pasar a otra cosa. O a la misma, pero de otro modo, partiendo de una base sólida.
Diversificar es una estrategia que contribuye, bien llevada, a suavizar las estadísticas, amortiguando las posibles pérdidas (y posibles ganancias, claro). Dicho de otro modo, nos movemos fuera del pelotazo y entramos en la inversión más tranquila. Los pelotazos se parecen más al mundo de las apuestas que al de la inversión, recuérdalo.
9. Mantén políticas de seguridad para tus datos
Operar con una app como la de Bitpanda o desde un ordenador tiene sus ventajas. No obstante, si tienes dinero en juego, recuerda definir políticas de seguridad estrictas para tus dispositivos y aplicaciones. Utiliza autenticación de doble factor en tus cuentas, instala antivirus y no cargues aplicaciones de dudosa procedencia. No dejes tu dispositivo a ninguna persona y asegúrate de que nadie te hace fotos cuando emplees tus claves, como las de los wallets.
Si tienes dispositivos hardware para almacenar tus datos, que estén encriptados, a ser posible. Toda precaución es poca cuando se trata de proteger nuestra inversión.
Invertir sí, pero con acceso a nuestros fondos
Un detalle importante, especialmente si somos usuarios de a pie, es el de cómo disponemos de nuestros activos si queremos movilizarlos. Hay plataformas que no ponen fácil convertir nuestras criptomonedas en una forma de pagar o comprar. Bitpanda, en cambio, ha creado una plataforma completa que permite tanto invertir como operar con nuestros activos digitales.
La forma de ofrecer servicios como la inversión fraccionada es a través de la creación de una plataforma intermedia convenientemente certificada y securizada de acuerdo con los estándares más rigurosos de la UE. Bitpanda gestiona los activos digitales que pone a disposición de sus clientes, transformándolos en productos financieros intermedios que se ofrecen a los usuarios de la plataforma.
El usuario ve activos digitales incluso cuando las bolsas están cerradas, o de forma fraccionada, pero en la práctica opera sobre la plataforma de Bitpanda. Esta, además, ofrece a sus clientes desde una tarjeta de débito, que se respalda con los fondos de los usuarios dentro de la plataforma de Bitpanda, hasta un ecosistema de token propio: BEST.
BEST está construido sobre la blockchain de Ethereum y es un token diseñado para premiar la confianza de los usuarios de la plataforma Bitpanda. De esta manera, los usuarios pueden ganar BEST según su actividad de trading, cantidad de BEST que tengan invertidos, al tiempo que reciben ventajas exclusivas y mucho más. También es posible invertir en BEST del mismo modo que lo haríamos en cualquier otro criptoactivo de la plataforma, ya que también fluctúa en el mercado
En definitiva, la atracción por el universo de las criptomonedas es cada vez más fuerte, sin embargo, conviene introducirse en él con cautela y de la mano de una empresa solvente y confiable.
