La pandemia global ha supuesto una disrupción en muchas de las dinámicas que acostumbrábamos a manejar en nuestras relaciones personales y profesionales. Más que una disrupción podríamos hablar de aceleración de un proceso que ya estaba en curso. En las últimas cinco décadas hemos visto cómo las tecnologías y procesos analógicos han ido moviéndose hacia el espacio digital dentro de lo que se ha dado en llamar “transformación digital”.
Esta transformación ha hecho que pasemos de la película fotográfica a las cámaras digitales. Del vinilo o el casete analógicos al soporte óptico del CD, el MP3 y ahora el streaming de Spotify. Del VHS o el celuloide a soportes como el DVD o el Blu-Ray y, luego, también al streaming. Igualmente, se transforman las formas de comunicarnos: de la cabina de teléfono al móvil, del móvil a la mensajería y de la voz a la videollamada.
De la presencia a la telepresencia
El otro gran proceso que estamos viviendo es el del paso de la presencialidad a la telepresencialidad. Es un poco el resultado de la confluencia de logros como el del afianzamiento de las tecnologías cloud, que permite articular servicios como los relacionados con el ecommerce y la logística.
En las empresas, este proceso se refleja en una de las grandes tendencias de este siglo: el teletrabajo. Durante estos últimos años se ha tratado de ir migrando de un modelo de presencia física en la oficina a otro telepresencial, aunque hasta la llegada de la pandemia había sido complicado superar las resistencias al cambio que mantenían muchas organizaciones.
El confinamiento obligó a acelerar este proceso de un modo abrupto y brusco, lo cual supuso afrontar un periodo de convulsión. La buena noticia es que la tecnología necesaria para desplegar soluciones de teletrabajo estaba lista, probada y era funcional.
Las soluciones de colaboración: de la alternativa a la realidad
La clave del teletrabajo no solo es la de ofrecer al trabajador una plataforma para desempeñar su función en una ubicación remota. Es aportar un “espacio” de colaboración que permita mantener la relación con los equipos de trabajo en un momento en el que el trabajo colaborativo es clave para agilizar los procesos de negocio.
En este sentido, la crisis ha supuesto una oportunidad para pasar de una “colaboración analógica” a una “colaboración digital”, eliminando barreras como el tiempo o el espacio para compartir ideas, preguntas o ponernos al día en un proceso de negocio, una campaña o un proyecto.
El valor del contacto personal se mantiene del mismo modo que la experiencia del vinilo o del libro en papel se mantiene, pero en un contexto más amplio donde las herramientas digitales de colaboración se encargan de maximizar la productividad.
Las herramientas de colaboración, mejor si se usan sobre dispositivo inteligentes
De un día para otro, herramientas de colaboración que antes eran marginales y una alternativa para situaciones donde no era posible viajar o desplazarse físicamente, como Microsoft Teams, Google Meet o Zoom, se convirtieron en la tabla de salvación de todo tipo de empresas. Desde las PYMES hasta las grandes organizaciones y multinacionales se vieron abocadas a pasar del trabajo en la oficina al trabajo remoto.
El problema con la adopción de estas herramientas de colaboración radica en su uso sobre dispositivos elegidos más por su disponibilidad que por su capacidad. Zoom, Temas o Meet se pueden instalar sobre muchos equipos, pero la experiencia de las reuniones depende en gran medida de la calidad de los dispositivos que se usen. Por ejemplo, una cámara VGA en un portátil con micrófonos de poca solvencia no brinda una comunicación de calidad y fluida. Del mismo modo, compartir una presentación mientras se comenta puede convertirse en una pesadilla si no tenemos un sistema adecuado.
Para las empresas, esto es también un quebradero de cabeza en los departamentos TI, que se ven asediados por incidencias acerca de las reuniones y sesiones de colaboración. Y en muchos casos sin posibilidad de realizar un soporte remoto si se usa equipamiento sin capacidad de gestión a distancia.
Lenovo, tan pronto como se empezaron a realizar los movimientos de migración hacia modelos telepresenciales, aplicó su filosofía “Smarter Technology for All” a la resolución de las necesidades en el campo de la colaboración de los profesionales, empresas y organizaciones y la materializó en su gama de soluciones ThinkSmart dentro de su ecosistema de oficina inteligente.
Lenovo ThinkSmart: colaboración con inteligencia
La familia de soluciones ThinkSmart de Lenovo está pensada para proporcionar una experiencia colaborativa de calidad en los aspectos que tienen que ver con el audio, el vídeo y el hardware sobre el que funcionan Microsoft Teams, Zoom o Google Meet. Son propuestas en las que ya vienen preinstaladas estas herramientas de colaboración, de modo que las empresas y organizaciones solo necesitan elegir la solución ThinkSmart que consideren óptima o esté ya desplegada en la empresa.
Así, Lenovo ofrece Google Meet Series One Room Kits para Google Meet, ThinkSmart Hub para MS Teams, ThinkSmart Hub para Zoom, ThinkSmart View para Teams y la herramienta de gestión ThinkSmart Manager para los equipos de mantenimiento TI.
Son combinaciones pensadas para salas de reunión con uno o varios participantes, optimizadas para cada software de colaboración, ya sea Teams, Zoom o Google Meet. Por ejemplo, ThinkSmart View está pensada para puestos de trabajo individuales, descargando del ordenador las tareas de colaboración de Teams y llevándolas al View de un modo natural y fluido en un formato óptimo para cualquier espacio de trabajo personal. Además, es un dispositivo gestionable remotamente también por el departamento TI.
Google Meet Series One Room Kits, por su parte, permite configurar las salas de reunión de un modo totalmente escalable dependiendo del tipo de estancia, su tamaño y el número de personas que usarán la solución de colaboración. Lenovo ha pensado en todo, incluyendo la conexión de las cámaras 4K mediante PoE para eliminar cables o la motorización de las cámaras para que recreen movimientos pan & zoom al cambiar de sujeto en las reuniones. El sonido contempla cancelación de ruido True Voice y además podemos controlar la reunión mediante comandos de voz, del tipo “Hey Google”.
ThinkSmart Hub para Zoom o Teams contempla un hardware similar en ambos casos, aunque preinstalado con la herramienta que elija el cliente. Es un hardware de gran calidad, con sistemas de sonido de matriz de micrófonos cuádruple full duplex aptos para salas pequeñas, medianas y grandes.
El servicio de soporte de Lenovo lo pone aún más fácil
En los casos en los que las empresas no cuenten con un departamento TI o prefieran delegar la gestión y despliegue de las soluciones de colaboración, Lenovo cuenta con el servicio Premier Support, un soporte técnico disponible 24 horas los 365 días del año.
También provee de servicios personalizados para empresas en los que se incluyen análisis de las necesidades concretas para que la solución elegida sea la óptima, sin quedarse pequeña, pero también sin que estemos matando moscas a cañonazos. Dispone de servicios de asesoramiento en el caso de que haya cuellos de botella que impidan que las soluciones de colaboración funcionen como se espera. Si es necesario, forman al personal para que usen todas las funcionalidades de los equipos y despliegan in situ la infraestructura al estilo “llave en mano”.
El resultado son soluciones de colaboración y telepresencia en las que se maximiza la productividad eliminando las fricciones que impedirían una experiencia satisfactoria en el uso de las herramientas colaborativas.