Innovar sobre un diseño de hace 20 años es posible: así lo ha hecho BMW con el icónico joystick de sus coches

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¿Sabrías decir cuándo aterrizó la digitalización en el automóvil? No como concepto teórico o experiencia futurista en un salón del automóvil, sino como una prestación materializada en un modelo en concreto.

La revolución actual en la interacción humanos-máquinas ha absorbido de lleno, como está previsto, a la industria de la automoción. Su génesis se remonta generaciones atrás y es complicado encontrar una única senda para establecer cómo y cuándo ha cambiado el modo en que nos relacionamos con un coche. Sin embargo, en ese maremágnum de tecnologías emergentes encontramos algún timón al que agarrarnos.

En el último CES 2021, celebrado en remoto por motivos ya obvios, BMW ha presentado cuál será el siguiente capítulo de la relación que tienen sus coches con unos conductores cada vez más usuarios.

Para ilustrar su apuesta, ha echado una mirada al pasado para contrastar tecnologías y ayudarnos a entender qué ha cambiado en la consola central de los vehículos en los últimos veinte años. De hecho, en su promoción, se ha atrevido con un diálogo intergeneracional con mucha miga entre el "abuelo" BMW Serie 7 y su "nieta" BMW iX.

Del botón por función a la multifunción del joystick

Idrive 2001

Dentro de la historia de la digitalización del automóvil (dicho así, suena como una asignatura universitaria muy apetecible), merece un epígrafe propio el BMW Serie 7 E65. Presentado en el Salón de Frankfurt de 2001 el turismo introducía lo que conocemos como iDrive.

¿Un joystick? ¿Una ruleta? ¿En un coche? Estos fueron los interrogantes que se plantearon entonces aquellas voces más discordantes con un sistema que, no solo terminó por convencer a sus detractores, sino que ha sido objeto de imitación por parte de otros fabricantes.

Pero el verdadero sentido de iDrive en 2001 fue mucho más profundo. Y es que, hasta la fecha, toda función de un vehículo se expresaba en el salpicadero a través de un botón. De haber seguido esa tendencia, el habitáculo de un turismo actual sería similar al de la cabina de un Boeing 737.

iDrive propició que se pudieran acceder a varias funciones a través de un único control. Estas se visualizaban a través de una pantalla e interfaz organizada en diferentes menús, en lo que supuso una innovación inédita en materia de digitalización. A esto se le sumó el primer sistema cartográfico que se podía operar por comandos de voz.

El despertar del infoentretenimiento

La llegada de iDrive no supuso un adelanto unidireccional. Es decir, el avance no solo jugó a favor de la comodidad o la seguridad al reducir la actuación del conductor a un único gesto, sino que abrió la puerta a introducir nuevas funcionalidades.

Mejorar la interoperabilidad entre conductor y automóvil implica enriquecer el léxico con el que se comunican. Así, iDrive facilitó nuevas funciones en materia de navegación, entretenimiento o comunicaciones en el interior del vehículo.

Con el paso de las generaciones, iDrive se ha ido perfeccionando. Por ejemplo, una vez las pantallas táctiles llegaron al automóvil, el sistema también hizo lo propio.

Mediante lo que se conoce como Touch Controller, iDrive permite operar de forma táctil sin necesidad de acudir a la superficie de la pantalla, optimizando la atención al volante.

La reformulación actual de iDrive

¿Sigue demostrándose útil una aplicación como iDrive para la próxima generación de modelos? Para responder a esto, primero es preciso conocer en qué línea de planificación se mueven fabricantes como BMW.

La explosión del infoentretenimiento ha llevado a que las acepciones dentro del significado de conducción hayan crecido, de modo que ahora los fabricantes diseñan los vehículos para que vivamos "experiencias". Esta tendencia ha ido e irá en aumento a medida que la inteligencia de los vehículo siga acelerándose.

Para el BMW iX, el fabricante ha elegido concentrar sus argumentos en una nueva línea de minimalismo. Se persigue cierta elegancia a través de una carga de alta tecnología. Si a esto añadimos el potencial que supone la nueva inteligencia y comunicación con el vehículo, podemos comprender esa proyección de álter ego.

Los ingenieros de BMW de nuestros días se han permitido un lujo que no tenían los de antaño: dejarse guiar por la nueva ventana de emociones ancladas al desparrame tecnológico del iX.

Entiéndase "desparrame" como una abstracción, pues como decimos, en el habitáculo iX impera el minimalismo y el ambiente interior de lo visto hasta ahora parece inspirarse en el nuevo audiovisual sci-fi (como sacado del vientre del proyecto Devs).

En este contexto (habitáculo), iDrive sigue muy presente. Muta para adaptarse a su nuevo hábitat y permanece su espíritu y utilidad a la hora de hacer más sencilla la conducción. Y no solo eso...

¿Qué es lo que aporta el nuevo iDrive?

"Electric drive yourself to hell, tamagotchi". Esto es lo que le diría un personificado, antiguo y celoso BMW Serie 7 de 2001 al nuevo BMW iX si pudiera hablar. De hecho puede, porque se lo dice a la cara o, mejor dicho, a la calandra, en el satírico spot que BMW ha elaborado a propósito del CES:

Aparte de la entretenida pugna tecnológica entre "abuelo" y "nieta", el titular va más encaminado a las intenciones para que iDrive acompañe al BMW iX en el camino hacia la consolidación de la conectividad y la conducción autónoma.

Esto implica su adaptación para las nuevas funcionalidades: los sistemas de asistencia capaces de conocer e interpretar el entorno exterior al coche y los cada vez más servicios provenientes de la nube.

En este caso, el límite no está en el cielo, sino en la consecución de la conducción autónoma plena o nivel 5. Sin embargo, antes de conseguir algo así, nos aguarda un camino infoentretenido.

Idrive 2

En lo que al sistema de asistencia inteligente del BMW iX respecta, abre más vías de comunicación mediante imagen, voz y gestos. De hecho, BMW planea aplicar todo el potencial del machine learning en la ecuación.

Si en el desarrollo neurológico de un bebé su experiencia sensorial es más que crucial, lo mismo está aconteciendo en términos de inteligencia para los vehículos. De este modo, el BMW iX gestiona una cantidad ingente de información para fomentar la prevención vial o realizar predicciones en la fluidez del tráfico o la disponibilidad en los estacionamientos.

iDrive seguirá siendo un nexo de unión perfeccionado. El sistema tiene todavía mucho que decir para que nuestro coche sepa más de nosotros.

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