A día de hoy es normal que autores, editores y aficionados se pregunten cómo destacar dentro del inmenso cosmos manga. De lo que se deduce que algo habrá hecho bien Disney con ‘Twisted Wonderland’, que se ha convertido en uno de esos hitos que no te esperas. Una serie que, poco a poco, ha conseguido hacerse un hueco en el complicado mar de estrenos. Y, lo que es más importante, sobresalir.
Los mimbres para el éxito los tiene. Piensa en una especie de Harry Potter anime. O mejor, piensa en un ‘Alicia a través del Espejo’ topándose con un shonen de los 90 donde todo está permitido. En el Instituto Night Raven, la academia de magos más prestigiosa de todo Twisted Wonderland, pasan muchas cositas.
Tras una espera que a muchos se le habrá hecho eterna, gracias a Planeta Cómic llega a España este enrevesado país de las maravillas —o de las pesadillas, en más de una ocasión—. El primer tomo de cuatro ya está disponible —el segundo llegará el 12 de junio— y no hay mejor ocasión para preguntarse: ¿qué hay tras el espejo?
De ‘Twisted Wonderland’ a Yana Toboso
Hablar de ‘Twisted Wonderland’ es hacerlo de Yana Toboso, mangaka nacida el 24 de enero de 1984 en Warabi, Prefectura de Saitama, Japón. Como es habitual en autores similares, poco se conoce de su vida personal —ni siquiera hay fotos suyas en todo internet—, de alguien volcada a su trabajo.
Yana es conocida principalmente por su obra ‘Black Butler’ (Kuroshitsuji), que comenzó a publicarse en 2006: acción y fantasía oscura inspirada en una Londres victoriana, con sectas y mundos paralelos que podrían recordarnos a 'Persona' y el universo de 'Shin Megami Tensei'. No en vano el anime fue adaptado por CloverWorks, responsables también de ‘Persona 5: The Animation’, ‘Wonder Egg Priority’ o ‘Spy x Family’.
Y ya en 2020 se convierte en la diseñadora de personajes y escenarios principal de ‘Disney: Twisted Wonderland’, el juego para Android e iOS que dio lugar a todo. La primera vez que Yana Toboso lo instaló en su smartphone, pasó toda la noche jugando hasta vencer al jefe del primer episodio usando solo cartas R. Acababa de redactar el manuscrito del manga que nos ocupa, tras haber firmado un acuerdo que le daría la oportunidad de mostrar una cara de Disney distinta a la percepción habitual que se tiene de la empresa dentro de Japón.
Para este 'Twisted Wonderland' que edita Planeta Cómic le acompañan la debutante Sumire Kowono —y es un auténtico prodigio, con escenas y composiciones con un talento tan abrumador que no nos extrañaría haberlo leído en 'Atelier of Witch Hat'—. Según sus propias palabras, quedó “atrapada” por las obras de Yana Toboso y cuando le encargaron adaptar a cómic el episodio de Heart Slabyul ni se lo creía. Y al otro lado, Wakana Hadzuki, también conocida como Wakana Hatsuki, guionista que trabaja aquí como asistente de composición para Yana Toboso.
De Yana Toboso a ‘Twisted Wonderland’
Y qué decir de ‘Twisted Wonderland’ que no se haya dicho ya. Memes, parodias en Wattpad y hasta episodios musicales circulan alimentando un fandom que cada día es mayor. Hay otros mangas a los que puede recordar esta fórmula: la Alicia en el País de las Maravillas de Jun Abe, sin ir más lejos. Pero algo tiene, algo que lo hace totalmente distintivo, primordial, que lo separa de casi cualquier cosa.
En el canal de YuuRei puedes encontrar una extensísima entrevista donde se explican las guías de este universo. Todo comenzó, repetimos, con una novela visual con sistema de cartas y unas pocas mecánicas de RPG. Un juego móvil creado por Aniplex y Walt Disney Japan.
La casa de Mickey Mouse buscaba repetir cierto éxito. Y es que esta no la primera vez que Disney colabora con destacados creadores de juegos japoneses en distintas interpretaciones a partir de creaciones clásicas de Disney: ‘Kingdom Hearts’ es el vivo ejemplo. A día de hoy, ‘Twisted Wonderland’ sigue recibiendo contenido y personajes —mediante un sistema gacha similar al de ‘Genshin Impact’ u ‘Honkai Star Rail’— que puedes comprar mediante gemas mágicas.
En la entrevista enlazada, Yana destacaba la importancia de diferenciar personajes por sus siluetas y colores, especialmente cuando varios aparecen juntos en pantalla, algo que también comparte con Shigenori Soejima, una de sus principales influencias. ‘Twisted Wonderland’ comparte esa problemática de representar chibis, de vestimenta y apariencia adorable, trazo redondeado y suave, frente a personajes altos y estilizados, de trazo más agresivo pero igual de detallado. Pasó meses iterando haciendo pruebas, hasta el punto de romper a llorar de frustración en ocasiones. Aquí está, por fin, el fruto de su trabajo.
El episodio de Heart Slabyul
Yuken Enma, Yu para los amigos, es un joven estudiante, practicante de kendo. Una noche, esperando al bus de vuelta a casa, un carruaje de apariencia extraña surge de la nada y se lo lleva a un lugar desconocido. Yu despierta en lo que parece el corazón de una pesadilla, en mitad de un concilio —una ceremonia de ingreso, en realidad—, tras pasar por un portal con forma de ataúd. Está en el Instituto Night Raven, el único lugar del mundo que reúne a los futuros magos.
Y si ha sido elegido, es porque tiene unas dotes excepcionales. Lo que parece una broma de mal gusto no tarda en revertirse como una tarea llena de pruebas y responsabilidades. Hasta que aparece el Gran Grimm, un tipo con apariencia mitad gato mitad mapache, que siembra el caos en la escuela y obliga a Riddle Rosehearts, un trasunto de Hermione comprometida con las reglas de la Reina de los Corazones, a actuar. Riddle sella los podemos del bicho y guía a Yu en sus primeros pasos.
Un juego de espejos
Y podríamos dejarlo aquí, pero estaríamos quedándonos en la superficie. Uno de los mayores atractivos de ‘Twisted Wonderland’ reside bajo la superficie, en las referencias veladas que podemos encontrar entre héroes y villanos. Héroes que tropiezan y villanos, egoístas, que viven la vida al máximo y enseñan lecciones muy valiosas, mostrando las consecuencias de la avaricia y la importancia de la honestidad por encima de ninguna habilidad mágica.
Como su propia Wiki indica, cada casa del Instituto Night Raven está inspirada en alguna de las películas de la Disney clásica. Por ejemplo, Heart Slabyul es la casa basada en ‘Alicia en el país de las maravillas’, ya no solo por la estética, sino por las personalidades: Riddle se basa en la Reina de Corazones y Ace, Deuce, Trey y Cater serían el equivalente a los soldados-cartas.
Savanaclaw está basada en ‘El Rey León’. No en vano, Leona es una especie de Scar, Ruggie es la hiena fiel y el punkie de Jack Howl se nos antoja el vástago de Scar que vimos en la secuela de Disney. Octavinelle es 100% ‘La Sirenita’: Azul es Ursula y, por su parte, Floyd y Jade representan a Flotsam y Jetsam, los dominios con cuerpo de anguilas.
Scarabia es la casa basada en el universo ‘Aladdín’: Kalim es el sultán y Jamil representa a Jafar. Ambos están en su segundo año y ambos “luchan” por destacar. Y está claro que Pomefiore es, sin ápice de duda, el mundo de ‘Blancanieves’: mientras que Vil Schoenheit es la Reina Malvada, Rook es el cazador asignado para eliminar a Blancanieves y Epel Felmier es la manzana. Su nombre, de hecho, suena con una fonética muy similar a “apple”, manzana en inglés.
Una de nuestras casas favoritas, Ignihyde, vendría a representar ‘Hércules’ y toda la gran saga de personajes, con Idia Shroud en el papel de Hades y Ortho Shroud, su hermano pequeño, el cual, si bien no representa a ningún personaje existente, sí tiene algo de Filoctetes.
Por último, Diasomnia se basa en la casa de la Bella Durmiente, como no podría ser de otra forma: Malleus Draconia es Maléfica, Lillia Vanrouge es su contrapartida, Silver es Aurora y el pequeño Sebek Zigvolt es como un poder representado en un personaje bondadoso de una fuerte conexión con conexión con Lillia y Silver. Ah, y tampoco nos olvidemos del símbolo escolar general, el cuervo.
Un cuervo que también nos da pistas sobre la institución en sí misma y los líderes que la gobiernan. En el lado de los docentes, el profesor de ciencias y alquimia, el estricto y obsesivo Divus Crewel, se basa parcialmente en Cruella de Vil, la villana de ‘Ciento y un dálmatas’. Por su parte, Ashton Vargas, profesor de educación física, es un narcisista igual que el Gastón de ‘La Bella y la Bestia’ e incluso su nombre y apellido parece una especie de anagrama fonético del propio Gastón.
Y pese a su carácter otaku, esta reinterpretación de los villanos clásicos de Disney ha conseguido despertar el interés de los originales. El misterio que desvela, cómo conecta todo y cómo elude las relaciones manidas, convierten a ‘Twisted Wonderland’ en algo único. Algo que asume la difícil tarea de ser accesible y divertido aunque vestido bajo una apariencia oscura, de naturaleza burlesca. Todo un carnaval de creatividad que, tras no pocas imploraciones de los fans, por fin llega a España.
Imágenes | Planeta Cómic
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