Las furgonetas son todo un fenómeno en sí mismo. Hace unos días contamos cómo, ante la expansión descontrolada de la fiebre SUV, las furgonetas habían terminado por convertirse en un refugio para las familias que buscan un vehículo fiable y más barato. No es el único atractivo. Quienes necesitan un coche práctico para sus vacaciones también tienen en las furgonetas un vehículo perfecto.
Pero el amor por las furgonetas es algo que supera generaciones. Un buen ejemplo es el cariño que se tiene en España por la famosa Citroën C15, un vehículo que se considera casi indestructible y que las redes sociales han resucitado recientemente hasta convertirla en todo un fenómeno viral.
Pero España no es un caso aislado. Si pensabas que nuestro amor por la Citroën por la C15 era único, tenemos una mala noticia: en Japón adoran la Renault Kangoo. Y llevan más de una década recordándolo con quedadas multitudinarias.
Más de 2.000 Renault Kangoo a los pies del Monte Fuji
Era el año 2009 y desde Occidente mirábamos igual de extrañados a Japón como lo hacemos ahora. Miyuki Hatoyama, quien pasaba a convertirse en primera dama, aseguraba que había vivido una experiencia extraterrestre, con vuelo incluido en un ovni. Y aunque no éramos conscientes, un fenómeno igual de extraño empezaba a tomar forma a los pies del Monte Fuji.
Allí, desde aquel lejano 2009, miles de personas se reúnen para celebrar su amor por la Renault Kangoo. En un principio, unos pocos entusiastas se sumaron a la concentración. Este año se han contabilizado más de 2.000 furgonetas y 5.000 asistentes.
El evento es ya un clásico entre los aficionados japoneses al motor. Cada año, los más entusiastas del modelo francés se reúnen en Yamanakako con sus furgonetas. Un evento que ha crecido tanto que, incluso, este año ha sido inaugurado por Junpei Ogawa, presidente de Renault en Japón.
La cita, incluso, ha servido en alguna ocasión para que la firma presente ediciones especiales exclusivas para el mercado japonés. En 2016, cuando la afluencia de vehículos era la mitad que la actual, los franceses aprovecharon para anunciar la venta de una terminación única para el mercado nipón, con colores inspirados en las casas del País Vasco francés.
Para entender la fiebre que existe por el vehículo, merece la pena leer la crónica de Autozine de la última edición. En ella explica que, igual que sucede en el camino contrario, para los japoneses todo lo europeo les resulta exótico y atractivo. Señala también que la Renault Kangoo ha triunfado por un hecho puramente práctico. El mercado está roto entre los pequeños kei cars y los grandes y lujosos familiares. La furgoneta francesa llega a un nicho de mercado intermedio que está huérfano de otras opciones.
Con el paso de los años, la quedada anual ha ido ganando peso. Lo que empezó siendo una reunión de apenas un centenar de dueños de la furgoneta se ha convertido en un evento ineludible para los mayores aficionados de la marca que disfrutan de conciertos, furgonetas tuneadas, concursos de habilidad para las mascotas, eventos deportivos y mercados de productos franceses.
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Fotos | Renault
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