Salimos de la autoescuela con todos los conceptos en orden. Corregimos al resto de conductores, miramos con desconfianza los movimientos de nuestros padres al volante y, conforme pasan los meses, nos vamos olvidando de conducir. Al menos, de conducir correctamente según marcan las normas de circulación.
En esa pérdida de conocimientos, de olvidos más o menos intencionados, un sospechoso habitual: las rotondas. Un lugar conflictivo donde es habitual encontrarse con situaciones de riesgo, pequeños toques entre vehículos o, en el mejor de los casos, llevarse un simple susto.
Por ello, la DGT hace mucho hincapié en cómo se debe circular por una glorieta. De hecho, es habitual ver esta información en sus redes sociales para aclarar algunos conceptos que todos deberíamos conocer pero que, sin duda, no todos los conductores aplican.
¿Cómo debemos circular por una glorieta?
Lo primero que tenemos que tener claro es que una glorieta es una extensión de una calle o una carretera, ya tenga uno o dos carriles. En ella, quien esté circulando por el carril interior, lo estará haciendo como si circulara por la izquierda y, al contrario, quien se mueva por el carril exterior estaría haciendo lo propio por el carril derecho.
Hay que tener en cuenta que antes de entrar en una glorieta, siempre tendremos un ceda el paso. Es decir, quienes circulan por el interior de una glorieta siempre tienen prioridad, por lo que antes de circular por la misma debemos aminorar la marcha, cerciorarnos de que otro vehículo no avanza en nuestra dirección y, llegado el caso, detenernos si no se dan las condiciones de seguridad mínimas a la entrada.
Esto es importante porque al entrar en una glorieta con varios carriles, deberemos mantenernos en el carril por el que ya estuviéramos circulando. Léase, el conductor del carril izquierdo deberá continuar por el interior de la rotonda. El del carril derecho, por el exterior.
Sin embargo, como explica la DGT, no está permitido salir de la glorieta desde el carril izquierdo, cortando a los conductores que circulan por el exterior. En una glorieta, siempre tenemos que abandonar la misma por el carril derecho. Como bien recoge otro usuario en una de las respuestas al tweet, la glorieta es como una calle donde todas las salidas están a la derecha.
Es decir, si en una calle recta no podemos atravesar uno, dos o más carriles para salir por la derecha, tampoco lo podemos hacer en una glorieta. En caso de no poder salir de la misma, será necesario dar una segunda vuelta y situarnos a la derecha antes de salir de la misma.
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Foto | DGT
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