El evento de Google que se celebró ayer a las 18:00 (hora peninsular española) permitió que por fin conociésemos de forma oficial el nuevo Nexus 7, pero además destacó por la presentación del singular Chromecast. Casi de pasada Google añadió otro anuncio esperado: el de Android 4.3.
La nueva versión del sistema operativo móvil de Google apenas tuvo relevancia en una presentación claramente dominada por el Nexus 7 --que simplemente tenía que confirmar las numerosas filtraciones-- y que tuvo especial relevancia por la nueva apuesta de Google en el terreno de la relación con la televisión. ¿Por qué Android 4.3 estuvo en segundo plano?
Google no necesita respuesta a iOS 7 de momento
Al menos eso parece a juzgar por el ritmo con el que se está actualizando Android y por el ciclo de lanzamiento de nuevas versiones. Se lleva hablando de Android 5.0 Key Lime Pie desde hace meses, pero Google no ha lanzado más que actualizaciones menores de un Jelly Bean que mantiene su validez.
Y la mantiene por sus buenas prestaciones pero, probablemente también, porque la competencia tampoco está amenazando esa solidez. La última apuesta de Apple con iOS 7 podría haber cambiado las cosas, pero lo que se ha podido ver no parece haber preocupado a los desarrolladores de Android, que parecen tener margen suficiente para trabajar en una versión más redonda para cuando realmente la necesiten.
Jelly Bean ha sabido crecer de forma coherente. En su lanzamiento se introdujeron características dignas de mención como el soporte multiusuario (solo para tablets), la llegada de Google Now o una interfaz de usuario más fluida. La versión 4.2 llegaría en noviembre con cambios más cosméticos que otra cosa --aunque hubo inclusiones importantes como SELinux en materia de seguridad-- y esa tendencia se ha mantenido en un Android 4.3 no especialmente destacable en novedades.
¿Android 4.3 o Android 4.2.3?
La relevancia de esta versión parece ser media incluso tal y como fue presentada en el desayuno de prensa ofrecido ayer. Apenas sí dedicaron unos minutos a hablar de algunas de las novedades, entre las que destacan los perfiles restringidos para aplicaciones y datos y el soporte --este sí, más interesante-- de Open GL ES 3.0.
Esas opciones se suman a otras como el soporte del modo Bluetooth Low Energy (o Bluetooth Smart), las mejoras en el sistema de ubicación a través del uso de redes WiFi o el soporte a la codificación VP8 desde dispositivos Android, algo que se suma a un nuevo framework modular de gestión del DRM del que sacarán provecho los distribuidores de contenidos de vídeo.
Pero esos cambios no son especialmente significativos y confirman esa madurez de un Android que hoy en día es una plataforma sólida y que de momento parece estar asumiendo una actitud más conservadora. Un acierto, en mi opinión. ¿Y en la vuestra?
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