El grupo Volkswagen está "en llamas" y hay un sospechoso: los costes derivados del coche eléctrico

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Volkswagen no está pasando por su mejor momento. La transición al coche eléctrico está siendo un verdadero quebradero de cabeza para la firma germana, que ve cómo a Porsche le va mejor yendo por libre y Audi pide comprar una plataforma china para lanzar su próximo coche eléctrico.

Por el camino, en un año han dicho adiós a su CEO, han tenido que rectificar algunas decisiones de diseño y están explorando nuevas vías en el software para poder volver a ser todo lo competitivos que han sido hasta ahora. También Cariad, su división dedicada exclusivamente al software, ha sido señalada.

Y, a todo lo anterior, hay que sumar que las ventas no convencen.

Volkswagen "en llamas"

Todo esta transición al coche eléctrico le está resultando convulsa a Volkswagen. Como contamos hace unos días, levantar una marca desde cero es complicadísimo, pero tener una firma histórica tampoco garantiza que el cambio a un modelo completo de cero emisiones sea un camino de rosas.

Según apuntan los medios germanos, en Volkswagen no están contentos con los resultados que están obteniendo. Según aseguran en Deutsche Presse-Agentur GmbH (agencia de noticias germana) y el periódico Nordwest Zeitung, la demanda de coches eléctricos es menor de la esperada y Volkswagen ha tenido que ajustar la producción de una de sus plantas este verano, como medida desesperada.

Según sus cuentas, la demanda de vehículos eléctricos está un 30% por debajo de lo esperado, lo que supone un verdadero problema para la firma que ve cómo Tesla se hace con la inmensa mayoría del pastel. Tanto que el Tesla Model Y llegó a ser el primer coche eléctrico en ser el modelo más vendido en Europa durante un trimestre completo.

Al mismo tiempo, en China tampoco pasa por momentos sencillos. Hasta hace poco ha sido la firma que más coches vendía pero BYD ya le ha arrebatado esa posición. A ello hay que sumar que las rebajas de Tesla, que cuenta con un margen de beneficios mucho mayor, ha sacado los colores a modelos que son más caros pero con menores prestaciones.

La fotografía general preocupa. A falta de conocer las ventas del Q2, en Europa los VW ID.3 e ID.4 consiguieron imponerse como los terceros y cuartos coches más vendidos en Europa en el Q1. Sin embargo, vendieron algo más de 17.000 y 16.000 unidades. Tesla supero las 19.000 unidades con su Model 3 pero el Tesla Model Y arrasó hasta tal punto que superó las 71.000 unidades. La misma cantidad que la suma de los VW ID.3 e ID.4, el Dacia Spring, el Volvo XC40 Recharge y el Fiat 500.

"Nuestras estructuras y procesos siguen siendo demasiado complejos, lentos e inflexibles", ha asegurado Thomas Schäfer

Preocupa tanto que, según Wards Auto, Thomas Schäfer, CEO del Grupo Volkswagen, ya está avisando de que "el techo está en llamas". Así se lo ha asegurado el dirigente en una reunión interna mantenida con otros altos cargos.

El medio asegura que Schäfer ha apuntado a que la compañía está lidiando con "costes muy altos en muchas áreas", lo que incentivará la puesta en marcha de "programas de rendimiento", medidas para ahorras hasta 10.000 millones de euros al conglomerado automovilístico en los próximos tres años.

El CEO de Volkswagen ha pedido a sus empleados que sean más ágiles, pues asegura que sus "estructuras y procesos siguen siendo demasiado complejos, lentos e inflexibles". Es uno de los problemas recurrentes a los que se tienen que enfrentar las grandes compañías automovilísticas, que ven cómo la reconversión de fábricas, el desarrollo de software y la producción de motores de combustión más eficientes está suponiendo una importante rémora en sus cuentas.

Desde Reuters apuntaban hace meses a cómo Tesla ha ganado la partida a los grandes fabricantes en este sentido. Su firma ha nacido con el ADN de aquello en lo que esperan convertirse los fabricantes tradicionales. El único camino de alcanzar a la empresa de Elon Musk es agilizar los procesos, simplificar la producción y liberarse de empleados para producir coches más sencillos de fabricar.

El cambio de paradigma es enorme para una compañía como Volkswagen. De hecho, ya ha anunciado que ha dejado de pelear por la venta en masa y que su nuevo camino pasa por vender menos coches pero a un precio superior. Es un giro radical en la táctica de una empresa que hasta ahora se había considerado "el coche del pueblo".

Tanto es así que Volkswagen lleva tiempo coqueteando con la idea de dónde se situará el suelo del coche eléctrico. Su modelo más modesto aspira a situarse en la frontera de los 25.000 euros y ha llegado a afirmar que no les interesa vender un coche con el que no saquen un margen de beneficio superior a un 6%, lo que podría expulsarles de la gama de entrada.

Al mismo tiempo, tienen que ver cómo los rivales van pasando a su lado como misiles. Su plataforma más ambiciosa no deja de retrasarse y el Volkswagen ID. 2all no se espera hasta 2025. Sólo el tiempo dirá qué han hecho sus rivales para entonces pero el MG4 Electric, del tamaño de un Volkswagen ID.3 (calcado en medidas), ya se vende por menos de 20.000 euros.

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Foto | Martin Katler

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