La popularización de la impresión 3D coge ritmo en Estados Unidos

La popularización de la impresión 3D coge ritmo en Estados Unidos
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Uno de los pasos que debe dar la impresión 3D para popularizarse es llegar al gran público. A día de hoy resulta muy difícil justificar la compra de cualquier modelo que hay en el mercado al usuario de a pie. Es cierto que hay propuestas muy atractivas, y algunas muy útiles como Foodini, pero todavía andan lejos de acabar en la mesa de muchos hogares.

Una propuesta interesante para darla a conocer es la que están haciendo algunas cadenas como Staples o Shapeways en Estados Unidos: la oportunidad de poder imprimirte tus figuras en la tienda casi al momento. En España ya tenemos algo parecido, con un bar en Barcelona, y sin duda atraerán la atención de muchos curiosos que no conozcan bien la tecnología.

Hacia el gran público pero sin responder preguntas claves

La propuesta de Staples surge de una colaboración con 3D Systems, que lleva desde el 2010 comercializando creaciones con este tipo de impresoras. El objetivo es que los consumidores se puedan llevar sus creaciones directamente desde la tienda sin necesidad de enviárselas a casa posteriormente.

Este tipo de propuestas para darse a conocer son interesantes. Sobre todo para que la gente vea cómo es el producto final: material, textura, dureza, colores… Sin embargo hay un punto clave para que realmente las impresoras 3D entren en el hogar: que la gente vea que esta herramienta es útil y es una buena inversión.

Muchos de nosotros ya hemos visto los objetos que se pueden imprimir. En la aplicación más comercial hemos visto que se pueden crear figuritas de todo tipo, aunque algunos intenten limitar su distribución a través de DRM.

Es cierto que en la ciencia se han conseguido avances muy interesantes: como imprimir un cráneo pero a día de hoy no ofrece nada realmente potente al usuario. Quizá al más manitas sí, pero al resto del mundo no le sale rentable pagar por una impresora 3D, todavía.

Vía | Bloomberg Business Week

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