Así ha reducido Schneider Electric su factura de la luz un 50%, y esto es lo que podemos ahorrar nosotros

Así ha reducido Schneider Electric su factura de la luz un 50%, y esto es lo que podemos ahorrar nosotros

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Así ha reducido Schneider Electric su factura de la luz un 50%, y esto es lo que podemos ahorrar nosotros

The Hive, el «cuartel general» de Schneider Electric en París, es un edificio impactante. Su nombre, que significa La colmena, en inglés, procede de los panales de su azotea, colocados allí para poner su granito de arena a la hora de combatir la intimidante desaparición de las abejas, que son las principales responsables de la polinización. Sin embargo, esta característica no es más que una anécdota si la enfrentamos a las demás peculiaridades de este edificio.

Puede parecernos que hoy en día se usa el adjetivo «inteligente» con cierta ligereza al aplicarlo a los objetos, pero The Hive es realmente un edificio inteligente diseñado de arriba abajo para adaptarse como un guante a las necesidades de las personas que trabajan cada día en su interior, y, sobre todo, para ser eficiente desde un punto de vista energético. Schneider Electric ha utilizado para alcanzar este objetivo buena parte de las tecnologías que comercializa, y parecen haber funcionado: ha conseguido reducir un 50% su factura de la luz. Pero lo mejor de todo es que esas soluciones también pueden aplicarse a la mayor parte de nuestras viviendas.

Este es el punto de partida

En 2050 el número de personas que vivirá en las grandes ciudades será el doble del actual, alcanzando los 6.400 millones de urbanitas. Por otra parte, en 2025 el 66% de las grandes ciudades estarán ubicadas en los países con economías emergentes. Y, como es lógico, todas las personas que vivirán en ellas necesitarán, al menos, consumir unos niveles de energía equiparables a los de las grandes ciudades de hoy en día, lo que podría poner en serios aprietos a los sistemas de suministro energético mundiales, y, lo que es peor, desencadenar trastornos muy importantes, quizás irreversibles, en el medio ambiente. A menos que cambiemos las reglas del juego.

Pero, antes de ver qué podemos hacer y cómo afectaría a nuestro bolsillo, repasemos un par de datos más que nos ayudarán a delimitar el escenario en el que nos encontramos. Actualmente los edificios de todo el mundo consumen el 40% de la energía y el 25% del agua que necesitamos los seres humanos. Si volvemos a las cifras del párrafo anterior manteniendo los niveles de consumo actuales podemos intuir sin esfuerzo que a medio plazo tanto la energía como el agua serán dos recursos aún más valiosos y escasos de lo que lo son hoy en día. Todas las cifras que he manejado hasta ahora proceden de estudios de Schneider Electric, y nos permiten hacernos una idea bastante precisa de cómo es el escenario en el que nos encontramos, y cómo evolucionará si no tomamos medidas.

Smartcities

Afortunadamente, podemos ser optimistas. Es cierto que el panorama no pinta muy bien si no optimizamos el consumo de dos de los recursos más valiosos que tenemos, la energía y el agua, a los que, por otra parte, todos tenemos derecho. Pero también es verdad que ya tenemos soluciones tecnológicas que nos permiten ser más eficientes, y es muy probable que durante los próximos años lleguen muchas más (la fusión nuclear es sin duda una de nuestras grandes esperanzas).

Los edificios consumen el 40% de la energía y el 25% del agua que necesitamos los seres humanos

Las innovaciones que han hecho de The Hive no solo un edificio inteligente, sino también una edificación muy eficiente desde un punto de vista energético, pueden ser implementadas, además de en los edificios de oficinas, en nuestras viviendas. Pero lo mejor de todo es que gracias a ellas no solo conseguiremos utilizar mejor nuestros recursos y cuidar más el medioambiente, sino también ahorrar. De hecho, Schneider Electric ha conseguido reducir su factura de la luz en su sede central un 50%, como os anticipé al principio del post. Seguro que todos firmaríamos por beneficiarnos de un ahorro como este, sobre todo si tenemos presente que el precio de la energía se incrementará en el futuro con toda probabilidad.

La solución de Schneider Electric

Un apunte interesante: The Hive se alzó en 2011 como el primer edificio del mundo que obtuvo la certificación ISO 50001, que asegura su eficiencia y sostenibilidad energética. Lo curioso es que Schneider se instaló en él en 2008, y hasta ese momento era un edificio completamente normal, por lo que esta compañía decidió integrar en él buena parte de sus soluciones de eficiencia energética y automatización para, de esta forma, reducir su impacto ambiental, ahorrar energía, y, por qué no decirlo, rebajar la factura eléctrica, algo que también viene bien a las grandes compañías.

Para reducir la factura de la luz a la mitad es necesario «atacar» varios frentes simultáneamente: la infraestructura eléctrica (es preferible usar lámparas LED a cualquier otro sistema de iluminación), los sistemas de monitorización y control, y la implicación de las personas que utilizan las instalaciones. De hecho, en lo que concierne a esta última medida Schneider Electric defiende que es posible ahorrar entre un 10 y un 15% de la energía sin invertir un solo euro en tecnología; sencillamente modificando los hábitos de los usuarios. En cualquier caso, una de las innovaciones que han hecho posible que The Hive sea un edificio eficiente es el sistema de monitorización diseñado para ofrecer información en tiempo real acerca del sistema del aire acondicionado, la calefacción, el suministro eléctrico, el estado de ocupación de cada habitación, etc.

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Conocer toda esta información es muy importante por dos razones. La primera es que nos permite adaptar el consumo de energía a nuestras necesidades en un momento dado, eliminando, de esta forma, el gasto superfluo. Los sensores de control de presencia son importantes en este escenario porque pueden identificar si una habitación está o no ocupada en un momento determinado para activar o desactivar el aire acondicionado automáticamente, por ejemplo. Y la segunda razón consiste en que el sistema de monitorización permite detectar cualquier anomalía de consumo para determinar su origen y actuar en consecuencia.

Podemos ahorrar entre un 10 y un 15% de la energía que consumimos modificando únicamente nuestros hábitos

En una instalación como la de The Hive están implicados termostatos «inteligentes», paneles de control, sensores de presencia, sistemas domóticos, etc. Como veis, son innovaciones que existen desde hace tiempo (muchas de ellas muy vinculadas al área de negocio de Schneider Electric), pero lo realmente importante es que cuando trabajan de una forma coordinada pueden ofrecernos una reducción del gasto energético muy notable. Pero esto no es todo. También es posible utilizar esta tecnología para incrementar la calidad del aire que respiramos y mejorar la seguridad del edificio. Según Schneider, el aire que hay en el interior de The Hive tiene una calidad cincuenta veces superior a la del exterior debido a que su sistema de monitorización controla el nivel de dióxido de carbono en tiempo real para permitir la entrada de aire del exterior, previamente filtrado, cuando es necesario.

Y, en lo que concierne a la seguridad, estas instalaciones cuentan con puertas con equipos de cierre electrónico que pueden ser abiertas utilizando una tarjeta magnética u otro sistema de identificación; alarmas, cámaras de videovigilancia, etc. En cualquier caso, lo más interesante para la mayor parte de nosotros es la posibilidad de reducir drásticamente nuestro gasto en energía. Quizás no igualemos el 50% de ahorro que ha alcanzado Schneider Electric en su sede, pero es muy posible que optando por soluciones similares a las utilizadas por esta compañía nuestra factura de la luz se reduzca notablemente.

La inversión se recupera en cuatro años

Todo lo que hemos visto hasta este momento pinta muy bien. Gracias a estas innovaciones podemos reducir nuestra huella de carbono, que contabiliza los gases de efecto invernadero de cuya emisión somos responsables cada uno de nosotros de forma directa o indirecta, con los evidentes beneficios que esto representa para el medio ambiente. Además, reduciremos la cantidad de energía que consumimos, y nuestra factura eléctrica será más liviana. Y, como hemos visto en el apartado anterior, los sistemas de control y domótica pueden mejorar sensiblemente nuestra calidad de vida. Sin embargo, todo esto podría quedar empañado si el coste derivado de la implantación de toda esta tecnología es demasiado alto.

Consumir menos energía acarrea ventajas económicas, medioambientales, sanitarias, y, además, mejora nuestra calidad de vida global

Durante nuestra visita a The Hive los responsables de Schneider Electric nos confirmaron que ellos han conseguido recuperar la inversión que realizaron para hacer posible el 50% de ahorro energético que he mencionado varias veces en el artículo en tan solo cuatro años. No está pero que nada mal, y, en principio, también parece interesante para un uso doméstico. Quizás estas cifras no sean extrapolables de una forma directa a una vivienda convencional, pero nos ayudan a intuir con bastante claridad lo interesante que es apostar por este tipo de soluciones, sobre todo si sabemos que el ahorro en energía nos va a permitir recuperar el dinero que hemos invertido en estos sistemas en pocos años. Cuando menos, merece la pena pensárselo.

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