Francia tenía un plan para ofrecer coches eléctricos a 100 euros al mes. Se ha chocado con la realidad: no existen

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Hace casi un año (era agosto de 2023 pero ya a finales) cuando Francia anunció que tenía un plan para acercar el coche eléctrico a las familias más modestas: un leasing de 100 euros. Una cuota mensual para "una oferta asequible de vehículos eléctricos (...) estableciendo mecanismos de arrendamiento para acompañar a los hogares más modestos", en palabras de Emmanuel Macron recogidas por La Tribune.

Un año después, el programa sigue estancado. Por el camino, el coche eléctrico ha sido casi un asunto de estado en el país galo. Se ha buscado encaje para que Tesla instale allí su próxima gigafactoría (que previamente se había contemplado para España), se han mostrado contrarios a la idea de que Stellantis traiga a España algunos de sus próximos lanzamientos, pelea con los fabricantes para que produzcan sus modelos más asequibles y pelean con Alemania si se deben poner restricciones a los coches eléctricos chinos.

Y después de que el famoso leasing se pusiera de nuevo encima de la mesa hace unos meses, ahora es el medio francés Capital el que alerta de que la búsqueda de modelos que cumplan con todos los requisitos que busca el Gobierno francés es poco menos que una quimera.

Coche eléctrico, barato y Europa: tres palabras anatgónicas

Hace unos días, Carlos Tavares aseguraba que no estamos preparados para producir en Occidente los vehículos de masas que compramos. El CEO de Stellantis cree que éstos se encarecerían tanto que, pese a dar trabajo, subiría la inflación. Es, según sus cuentas, necesario producir en países menos desarrollados.

El problema para Francia es que lleva tiempo luchando porque esto no suceda y los fabricantes se queden, al menos, en suelo europeo. A pesar de tener a Alemania frente a ellos, creen que los coches chinos no compiten en las mismas condiciones que los europeos, lo que les ofrece una ventaja que les permite reducir drásticamente sus precios.

Un buen ejemplo es el MG4 Electric, que ya se sitúa por debajo de los 20.000 euros en una de sus versiones. Francia ha reiterado que estos coches los produce una mano de obra mucho más barata y sin estar sometidos a todas las regulaciones madioambientales que sí son exigidas en Europa. Un aspecto que la misma Unión Europea ya está legislando.

Por ello, está decidida a aplicar algunas restricciones contra estas empresas en sus próximas ayudas a al compra de coches eléctricos. A falta de concretar todos los detalles, los planes de los franceses pasan por sacar de esta opción a los vehículos que superen un máximo de emisiones de CO2 durante su producción y distribución lo que, en la práctica, es una medida para eliminar de las ayudas a todos los coches chinos.

Sin embargo, esto también tiene sus daños colaterales. De la oferta para hacerse con un coche eléctrico acogiéndose a estas ayudas también saldrían los vehículos europeos o estadounidenses fabricados en China, como los Tesla Model Y que no llegan desde Berlín o modelos de Volkswagen, entre otros.

Y con esos requisitos, el problema lo tienen para encontrar candidatos que encajen dentro del plan "coche eléctrico por 100 euros al mes" como Emmanuel Macron prometió. En marzo todavía no se hablaba del tope máximo del precio de los vehículos que podrían optar a la ayuda. Ahora, parece que los vehículos elegidos tendrán que tener un modelo base por debajo de los 25.000 euros.

Según se señala en el medio francés Capital, el Gobierno ya habría elegido al nuevo Citroën ë-C3 y al Renault Twingo E-Tech para formar parte de estas ayudas. Y esto sería todo. El Renault 5, candidato a formar parte de este elenco, todavía tiene un precio por definir. El resto de candidatos, no cumplen con los requisitos que se quieren imponer para los vehículos de mayor presupuesto.

Al igual que con las ayudas a la compra, en el Gobierno francés quiere ofrecer esta ayuda para familias modestas únicamente con modelos fabricados en Europa. El problema es que su precio es demasiado alto y el resto de los candidatos, como el Dacia Spring o el MG4 Electric, son fabricados fuera de las fronteras de la Unión Europea, lo que provocaría una importante contradicción en las medidas a tomar.

Y los fabricantes parecen decididos a producir fuera de las fronteras de la Unión Europea. Más allá de las palabras de Carlos Tavares, Estados Unidos se está convirtiendo en refugio para algunos fabricantes, que se quieren aprovechar del plan de incentivos impulsado por Joe Biden para atraer la producción de vehículos eléctricos. Al mismo tiempo, fabricantes como Tesla, Volkswagen o BYD ya miran a India para producir sus modelos más asequibles con el objetivo de ahorrar costes. Menos oferta para el plan francés.

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