China tiene en su mano asfixiar a la industria tecnológica mundial con tres minerales. Y va a intensificar su control

  • El país liderado por Xi Jinping es el mayor productor mundial de grafito, germanio y galio

  • El próximo 1 de diciembre China intensificará el control de las exportaciones de grafito

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China controla la producción mundial de grafito con una contundencia indiscutible. En 2021 produjo nada menos que 820.000 toneladas de este mineral, mientras que Brasil, que es el segundo país en esta clasificación, apenas rozó las 68.000 toneladas. Y Mozambique, el tercero en liza, se conformó con 30.000 toneladas. Este mineral es crucial para la industria de la automoción por una razón de peso: tiene un papel fundamental en la fabricación del ánodo de las baterías utilizadas por los coches eléctricos.

China acapara el 90% del grafito, lo que coloca a este país en una posición privilegiada que la Administración de Xi Jinping ha aprovechado para dejar de abastecer a EEUU y los países de su órbita. Con este movimiento China ataca simultáneamente dos frentes. El primero es evidente: cerrar el grifo del grafito es una forma de responder a las sanciones de EEUU en materia de semiconductores. No obstante, este paso también persigue fortalecer la ya de por sí muy sólida posición de China en el mercado del coche eléctrico.

Sin embargo, el grafito no es la única arma en manos del Gobierno de Xi Jinping si nos ceñimos al mercado de las materias primas. También controla la producción de otros dos minerales que interpretan un papel fundamental en las industrias de los semiconductores, el coche eléctrico y las telecomunicaciones: el germanio y el galio. Y en la coyuntura actual de tensión entre la alianza liderada por EEUU y China el Gobierno de este último país no está dudando en ejercer su control de estos tres minerales con el propósito de defender sus intereses.

China está haciendo una auténtica exhibición de fuerza a EEUU y Europa

El control férreo de las exportaciones de germanio y galio por parte de la Administración china entró en vigor el pasado 1 de agosto. Y el del grafito se intensificará a partir del próximo 1 de diciembre. El Gobierno de Xi Jinping defiende que esta estrategia es un ingrediente fundamental de su política de seguridad nacional, un argumento que coincide casi palabra por palabra con el que esgrime EEUU cada vez que despliega un nuevo paquete de sanciones dirigido a las empresas chinas.

Los productores tienen que tramitar una licencia de exportación antes de entregar estas materias primas a sus clientes

En la práctica estas medidas de la Administración china fuerzan a los productores de grafito, germanio y galio a tramitar una licencia de exportación antes de entregar estas materias primas a sus clientes fuera de las fronteras de China. Los exportadores tienen necesariamente que precisar a qué cliente van a entregar estos minerales y para qué van a ser utilizados. Y, por supuesto, la Administración china tiene la potestad de prohibir la exportación de cualquiera de estas materias primas si lo considera necesario.

Durante los meses de agosto y septiembre China apenas exportó galio y germanio, aunque en octubre permitió a sus productores vender a sus clientes extranjeros pequeñas cantidades de estos minerales. Con el grafito está haciendo exactamente lo mismo, y nada parece indicar que a corto o medio plazo el panorama vaya a cambiar lo más mínimo.

Este tira y afloja constante no es más que un recordatorio a EEUU y sus aliados de la capacidad de control que ejerce el Gobierno chino sobre algunas de las materias primas esenciales para las industrias de los semiconductores y la automoción. Además, la imposibilidad de prever cuál será el próximo movimiento de China sume al mercado de las materias primas en una incertidumbre que con frecuencia desencadena el incremento del precio de los minerales sometidos a este escrutinio.

Imagen de portada: Steve Jurvetson

Más información: Bloomberg

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