La NASA ha empezado a instalar el “sistema nervioso” del telescopio que se sumará al James Webb: 72.420 metros de cables

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El Telescopio Espacial James Webb es una especie de una máquina del tiempo que nos está ayudando a entender mejor desde los resplandores posteriores al Bing Bang hasta la formación del sistema solar, sin embargo, sus instrumentos solo pueden estudiar una fracción del universo. Para mejorar nuestro conocimiento del cosmos en esta emocionante misión, pronto tendremos un nuevo colaborador.

Se trata de un telescopio de próxima generación que está siendo construido por la NASA y cuyo programa estuvo a punto de cancelarse en varias oportunidades. Estamos hablando del telescopio de sondeo infrarrojo de campo ancho Nancy Grace Roman, un prometedor elemento científico que recibe su nombre en honor a la primera jefa de astronomía de la NASA y que será lanzado en 2027 por SpaceX.

El Telescopio Nancy Grace Roman va tomando forma

Desarrollar cualquier misión especial es una tarea titánica, pero los seres humanos hemos demostrado que podemos hacer cosas increíbles para explorar el cosmos (las robustas sondas Voyager 1 y 2 sin un claro ejemplo de ello). Con el Telescopio Nancy Grace Roman no será diferente, por lo que los equipos se encuentran ante el gran desafío de integrar todos sus componentes y hacerlos funcionar a la perfección.

Un equipo de técnicos de la NASA está completando la instalación del “sistema nervioso” del nuevo telescopio. En contras palabras, el cableado eléctrico que brindará conectividad y energía a cada uno de los segmentos del observatorio, incluidos ordenadores, sensores, paneles solares y demás. ¿Cómo se conectará todo esto? Con 32.000 cables y 900 conectores cuidadosamente ordenados.

La agencia espacial estadounidense explica que si se ubicaran todos los cables uno detrás del otro, abarcarían 72.420 metros (72,4 kilómetros). Casi todos estos cables ahora se encuentran una estructura provisional, aguardando sus primeras pruebas. Eso sí, ha sido una tarea que ha demandado dos años de trabajo por parte de 11 técnicos del Centro de Vuelo Espacial Goddard sobre bancos y escaleras.

Pero todavía quedan muchos desafíos por superar. Los técnicos e ingenieros ahora están enfocados en mover el sistema eléctrico al esqueleto del telescopio. Este procedimiento será realizado en una sala limpia, donde además se conectarán la mayoría de los componentes. La construcción del observatorio parece encaminada, una buena noticia para los especialistas y aficionados del espacio.

Imágenes: NASA

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