El Global Education Forum de Microsoft se celebraba este año en Barcelona y no podíamos dejar pasar la oportunidad de acercarnos al debate y muestra de cómo se están integrando la tecnología e internet en la educación.
Hablaremos con detenimiento de ello, pero antes queríamos compartir nuestra conversación con Jan Muehlfeit, presidente de Microsoft Europa con el que hemos hablado precisamente de tendencias y futuro de la tecnología en el mundo educativo. Esto es lo que nos ha contado.
Xataka: Lo primero de lo que me gustaría que hablásemos es del "hype" que existe sobre la tecnología en la educación. Parece como si nadie supiese cuál es el mejor modelo para llevar la tecnología a la educación de una manera en la que realmente se mejore ésta, pero todo el mundo habla de ellos.
Jan Muehlfeit: Primero hablemos de lo que está ocurriendo. El Wall Street Journal publicó un gran artículo sobre esto semanas atrás, en el apuntaba que en tres años todas las compañías serán empresas de software, sea cual sea su negocio. Suena bastante absurdo pero la idea no lo es. Lo que dice es que tu software y tu sistema en torno a él será la clave diferenciadora, competitiva, para tu negocio. Mercedes es un gran ejemplo: el 60% del personal está desarrollando ya software allí. Es una compañía de motor, pero el software se ha hecho realmente importante dentro.
Así que pienso que tendremos una educación muy diferente porque la que hay ahora no será capaz de cumplir con las necesidades de las industrias y las empresas, por eso hay que cambiar la educación. Y la tecnología puede hacerlo.
Por encima de todo, hay que saber que la tecnología es la herramienta, no el fin. El fin es conseguir buena educación, más conocimiento y mejores habilidades. La tecnología es sólo la manera de conseguirlo. Y a medida que la tecnología esté más presente, la inteligencia, el cerebro, será más importante porque la única manera de competir, ya seamos individuos, organizaciones o países, será con la habilidad de desbloquear el potencial humano, que es justo donde la tecnología puede ser muy útil.
Creo que lo que conseguirá la tecnología es convertir a los profesores más en “entrenadores” y mentores: ayudarán a los niños a darle forma a su pensamiento. Por ejemplo: cuando alguien pide trabajo en Microsoft, una de mis preguntas en las pruebas es “¿Y cuántas gasolineras hay aquí en Barcelona?”. Realmente, no me interesa para nada el número real, pero sí que el candidato sea capaz de pensar “bien, pues habrá, no sé, un millón de familias, cada familia tiene de media un coche y medio, etc…” Vamos, probar su manera de pensar y no su conocimiento. El conocimiento es algo que muchísima gente puede memorizar pero la manera en que piensan… eso es algo mucho más complicado de conseguir.
Por eso creo que la tecnología conseguirá cambiar varios puntos clave de la educación:
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Desbloqueará nuevas maneras totalmente personales e individuales de aprender. Por ejemplo, Khan Academy ya lo hace: allí ya puedes aprender a tu ritmo y a tu manera. Si prefieres hacerlo con números y de una manera lógica, puedes. Y si prefieres hacerlo más gráficamente o narrativamente, también.
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La educación se volverá completamente global. Mi hija ahora mismo está estudiante con alumnos de tres continentes diferentes y es una manera muy poderosa de intercambiar ideas.
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Las habilidades para trabar en equipo serán claves en las futuras generaciones y la escuela será el lugar donde se aprendan. Imagínate qué pasaría si los miles de desarrolladores de Windows no fuesen capaces de trabajar juntos? No serían capaces de sacarlo adelante. Por eso este punto es esencial. Desafortunadamente, esto no es algo que ahora mismo se fomente en el colegio.
Y una última: gracias a la potencia de computación, que siguiendo lo que dice la ley de Moore se duplica cada año, y gracias a los cambios que esto está provocando en las economías y en la sociedad, creo que la gente nunca dejará de aprender. En el pasado, acababas la universidad y ya, estabas listo, preparado para tu vida profesional. Ya no será así.
Xataka: Ahora mismo estamos viviendo toda una moda con los MOOCs, tipo Coursera. Al mismo tiempo, como decías, estamos viendo que una de las figuras claves para este futuro será el profesor. Pero la tendencia de los MOOCs apunta hacia menos profesores… ¿Se trasladará esto al resto de la educación y tendremos menos profesores con muchísimos más alumnos?
Jan Muehlfeit: Creo que los profesores, con la tecnología, podrán estar mucho más dedicados a los estudiantes, y hacerlo de manera más individual: entrenarles, servirles de mentor, formarlos para llevarlos hacia un nuevo nivel.
Es cierto que los MOOCs están ahí y son un gran fenómeno, pero nadie está aún ganando dinero con ellos. Ahora mismo son un subsidio de otras vías educativas. Soy muy optimista, y me alegro mucho de que hayan surgido, pero aún tenemos que entender bien cuál va a ser su modelo de negocio.
No, no tengo miedo a cómo afecten a la figura del profesor: siempre habrá muchísima demanda de buenos profesores. Es cierto que más y más conocimiento se trasladará a los estudiantes gracias a MOOCs, y los profesores, entonces, lo que harán será dar forma a cómo los estudiantes aprenderán.
Xataka: Cuando te escuchaba en la conferencia, veía una visión muy "capitalista" de la educación: "Tenemos que aprender para conseguir las habilidades que el mercado nos demande”. Pero en Europa hay una visión muy diferente de la educación, mucho más humanista, que además ahora está en debate. ¿En el futuro de la educación, qué rol tendrán estas habilidades?
Jan Muehlfeit: Creo que la educación tiene dos partes: por un lado, la centrada en el terreno laboral; por otro, la social. Al Ingeniero del futuro yo le veo como alguien que tendrá un gran conocimiento técnico, pero contará con un gran número de habilidades secundarias y con un gran conocimiento de la historia.
En Finlandia crearon la Universidad de Aalto y la llamaron Universidad de la Innovación uniendo las facultades de Bellas Artes, Economía y Tecnología. Es un espectro de educación muy amplio que veremos más y más porque son temas que se solapan, no son estancos, y Europa puede aprovechar mucho de lo que ya ha andado en su visión tradicional de la educación.
Xataka: En España, y quizás también en parte de Latinoamérica, el proceso de integrar la tecnología en el aula se ha llevado siempre con varios errores. Para mí, el más importante es que lo primero que hacemos es poner por delante el dispositivo. A los políticos les gusta decir “tenemos millones de ordenadores en clase, un ordenador para cada niño, etc…”. En esa situación actual, ¿cuál sería el modo de avanzar?
Jan Muehlfeit: Es mucho más sencillo si no tuviéramos ese legado. Pero hay que conseguir asegurar unas cuantas cosas básicas: por ejemplo, un buen ancho de banda, porque sin internet no hay posibilidad de llevar nada a cabo. También dispositivos, aunque los dispositivos son ya menos importantes, se han vuelto mucho más baratos.
Pero lo que sí necesitamos es buen contenido. Ahí España tiene una muy buena oportunidad: tiene profesores interesados en ello (ayer estuve hablando con varios por aquí) y las aplicaciones que se hagan se pueden trasladar a colaboraciones con Latinoamérica, con Brasil... Hay una ventaja inmensa en poder llegar a tanta gente.
Xataka: Una última pregunta acerca del contenido: a veces parece que a la industria de los libros de texto le va a llegar el momento en el que, como a la industria discográfica, todo cambie. ¿Cuál es el lugar que le corresponde en este futuro? Porque cosas como “colaborar”, “Creative Commons”, “compartir” y otras ideas sobre la educación del futuro no parecen ajustarse mucho a lo que esta industria ha hecho hasta ahora.
Jan Muehlfeit: Creo que da igual de donde vengas, ya que lo que importa es que seas capaz de tener buen contenido y hacer cosas con él. Y te daré un ejemplo de cómo unir tecnología muy moderna con maneras tradicionales: ayer, un profesor de Bélgica me contaba como en clase cogía una foto de su libro de texto y se la enviaba a los dispositivos móviles de sus alumnos para que todos pudiesen ver de qué hablaba.
A mí aún me gustan los libros, y hay mucha gente que aún se aferra al papel incluso aunque ese mismo libro esté disponible en Amazon o cualquier otra tienda digital. Creo que lo importante es que se pueda ser capaz de conectar ese contenido para aprovechar la velocidad u otras cualidades de lo digital. Incluso aunque todos los niños tuviesen PCs o tablets, no funcionaría si no somos capaces de darles esa “experiencia conectada".
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