Últimamente ya no escuchamos tanto sobre el cibercrimen y sobre los ransomwares que azotaron millones de equipos durante el confinamiento. Es normal. Bastante tenemos con otras cuestiones. Pero la realidad no podría ser más afilada: según un estudio del Cyberesecurity Ventures se prevé que el cribercrimen “mueva” 8 billones (con B) de euros al año en 2023. Y sumando: 10 trillones de dólares para 2025. Por comparar, podríamos decir que entonces el cibercrimen sería la tercera economía mundial por detrás de EE.UU y China.
Bajo este escenario, uno se plantea qué adquirir para su empresa y qué pasos dar hacia ese mundo hiperconectado donde el Internet de las Cosas demanda más y más banda ancha. Desde departamentos gubernamentales hasta bufetes de abogados y desde instituciones médicas y laboratorios hasta empresas del sector dedicadas son sensibles a esta cuestión. Y, como una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil, el primer paso parte de elegir un ordenador robusto en términos de rendimiento, diseño y seguridad.
Esa es la máxima de Dynabook: diseño minimalista y operatividad maximalista. Aspecto sencillo y discreto, pero capacidades ambiciosas. Y siempre con la seguridad que garantizan esos equipos que llevarían la agente Carrie Mathison de ‘Homeland’ o Jack Ryan si tuvieran que salvaguardar datos sensibles a cualquier coste. A ello responden las familias Tecra y Portégé, dos series portátiles revestidas por los más altos estándares en ciberseguridad, protección ocular y resistencia física.
Quiénes son Dynabook: un poco de historia
“Construida sobre la base de Toshiba”. Tal vez dentro de nuestro país la palabra “Dynabook” apenas recuerde a aquella phablet ideada para escolares. Pero la realidad es que tras Dynabook encontramos a uno de los fabricantes de ordenadores más longevos, premiados y prestigiosos.
Propiedad de Sharp, Dynabook operó bajo el nombre de Toshiba desde 1958 hasta 2018. Sí, la misma Toshiba que hizo historia en 1985 fabricando el considerado primer ordenador portátil moderno, el Toshiba T1100. Durante este medio siglo, Toshiba ha sido marca líder en Asia, fabricando equipos orientados al sector empresarial y corporativo y especialmente enfocados al trabajo híbrido y los entornos conectados.
En resumen, aunque Dynabook nació como marca en 1989, no fue hasta 2019, en su 20 aniversario, cuando se transformó en marca mundial. Un cambio que se sigue sosteniendo sobre los mismos tres pilares: productos japoneses que cumplen con los más elevados estándares de calidad —con varios récords, como veremos más adelante—, la importancia de la seguridad y su increíble garantía.
Para ejemplificar esto conviene tener en cuenta que los ingenieros que han construido equipos como los Tecra y Portégé han replanificado el diseño para tener que usar muchos menos componentes internos, con el fin de reducir la probabilidad de avería. El resultado es una tasa de fallo mensual del 0,11 %.
La marca está tan segura de la fiabilidad de las gamas Tecra y Portégé que ofrecen una garantía de fiabilidad única: en caso de fallo durante dicha garantía, reparan gratuitamente el portátil y, además, reembolsan su importe. Anexo a esto, la empresa también cuenta con un servicio para “conservar el disco duro defectuoso o averiado del cliente en caso de que sea necesario sustituirlo para garantizar la confidencialidad de la información”.
Hablemos de seguridad
Pero es fácil hablar de seguridad sin ofrecer ejemplos reales. Ya lo habréis leído decenas de veces en Xataka: no existe el equipo inviolable, pero sí se puede reducir drásticamente la posibilidad de vulneración. Una de las máximas de Dynabook es esta, y por ello fabrican todos los componentes de sus equipos, sin externalizar nada. Desde la BIOS —para asegurar esa protección total— hasta las pantallas.
Dicha BIOS, basada en el estándar UEFI actual, cuenta con una contraseña de 50 dígitos y posibilita distintos niveles de acceso a medida. Solo después de una verificación de identidad se permite el acceso. Un nivel de protección extra que permite a equipos IT monitorizar y facilitar el trabajo en remoto sin miedo.
Dynabook diseña su propia BIOS: la OTAN o el Gobierno de España cuentan con las mismas certificaciones de seguridad que estos equipos
Tampoco podemos olvidarnos de la certificación TEMPEST ZONNING, el sello de referencia que garantiza el máximo valor en seguridad. Y no es baladí, ya que esta normativa viene avalada por el Centro Criptológico Nacional (CCN), quienes operan con altos umbrales de ciberseguridad e información clasificada confidencial de distinto carácter. Por resumir, la OTAN o el Gobierno de España usan esta misma certificación, creada por la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA).
Por otro lado, de nada sirve la seguridad en el software si a nivel de hardware no se cumplen unos mínimos. Los portátiles Tecra y Portégé han sido testados mediante la metodología japonesa HALT —prueba de duración altamente acelerada—, que simula tres años de uso intensivo.
Y no hablamos de pruebas como meterlo o sacarlo de una mochila, sino del famoso test militar MIL-STD 810, el conjunto de pruebas que expone a los equipos a distintos exámenes de estrés ambiental, como vibraciones, humedad del 90 %, dejarlos caer a un metro de altura, arrojarles polvo, someterlos a temperaturas extremas —de 0ºC a 40ºC—... Resistencia y fiabilidad para garantizar que cada apuesta por estos equipos profesionales es una apuesta segura.
Una pantalla que es una ventana a la creatividad
Sorprendentemente, estos son equipos mucho más económicos de lo esperado. Porque la calidad y la innovación no está reñida con la accesibilidad. Al fin y al cabo, hablamos de sistemas que puede usar cualquier departamento en cualquier entorno empresarial. Esta es otra de las metas capitales de Dynabook: simplificar las cosas en tiempos donde todo se vuelve cada vez mas difícil. Y cuidar el bolsillo, por supuesto.
Cuidar el bolsillo... pero también la vista. Cuántos equipos de precios superiores ignoran esta clave: las gamas Tecra y Portégé montan pantallas MATE IPS anti-reflejo con certificación Eyesafe®️, es decir, que cuentan con un filtrado de la luz azul. Dichos modelos también cuentan con pantallas táctiles con 4.096 niveles de presión y certificación WACOM, confirmando que han sido especialmente testados y diseñados para trabajar.
Las gamas Tecra y Portégé montan pantallas MATE IPS anti-reflejo y certificaciones Eyesafe®️ y WACOM
Portátiles que se miman tanto por dentro como por fuera, al basarse en un chasis fabricado en aleación de magnesio con estructura de panal de abeja, reduciendo el peso y aumentando la resistencia y la refrigeración respecto al aluminio tradicional. Gracias a esto, el modelo Portégé X40L, por ejemplo, ha logrado posicionarse como el portátil de 14” Intel®️ Evo más ligero del mercado, con solo 1,05 kg de peso.
Todos los equipos, además, cuentan con dTPM 2.0, el nuevo estándar de plataforma segura, además de desbloqueo mediante Windows Hello e Intel®️ AMT opcional para quienes necesiten este sistema de administración activa, desarrollado para aquellos equipos y sistemas informáticos que forman parte de una red empresarial. Procesadores Intel®️ Core de 12.ª y 13.ª gen, gráficos Iris Xe y conectividad total: por lo demás, no falta de nada.
Con un atractivo casi poético, como las 17 sílabas de un haiku, y dotados de una seguridad a prueba de bombas, al nivel de un judoka olímpico, las familias made in Japan Tecra y Portégé llegan a España posicionándose como los rivales a batir. Como esos portátiles que siempre quisimos y rara vez tuvimos porque o bien se desmadran de precio o bien nunca se apostó por lo verdaderamente importante.
Fotos y materiales | Dynabook