Un smartwatch salva la vida de Bob Burdett, ciclista de montaña que sufrió una aparatosa caída a más de 30 km/h. La alarma de otro smartwatch salva de un infarto a Ed Dentel, al marcar que su ritmo cardíaco era irregular, indicando que en cualquier momento podría sufrir un ataque al corazón. A una mujer de Pensilvania le detectaron un cambio de hipertiriodismo de moderado a severo gracias a su smartwatch. Esta y similares noticias son cada vez más comunes.
¿Los smartwatches salvan vidas? Una sentencia muy agresiva, pero lo que sí es obvio es que ayudan, previenen y detectan. Y Fitbit cuenta con un amplio bagaje en este territorio: ya en 2014 fue la primera empresa en monitorización continua de la frecuencia cardiaca en la muñeca. Desde entonces, la startup creada por James Park y Eric Friedman en San Francisco ha estado implicada en la salud de miles de personas. One, Flex, Zip o Charge han sido coletillas populares que hemos comentado en este portal.
El nuevo Fitbit Sense es el smartwatch de salud más avanzado de la compañía. Su sensórica es realmente innovadora, incluyendo el primer sensor de actividad electrodérmica (EDA) del mundo en un smartwatch para ayudar a controlar el estrés. A este sensor se suma la tecnología de seguimiento de frecuencia cardiaca, la app para realizar electrocardiogramas (ECG), sensor de temperatura cutánea y una prueba de 6 meses al servicio Fitbit Premium, completamente gratis.
Un smartwatch que mejora nuestra salud
Fitbit Sense es un ambicioso smartwatch que, en realidad, es mucho más que un reloj inteligente. Es un dispositivo capaz de realizar electrocardiogramas, de ayudarnos a controlar y gestionar nuestro estrés, de monitorizar una amplísima gama de variables que influyen en nuestro bienestar, desde la frecuencia cardiaca hasta el sueño, la temperatura cutánea o el nivel de oxígeno en sangre.
Es, también, un smartwatch que nos sugiere rutinas de deporte y ejercicios de respiración y de mindfulness. Y, por supuesto, un dispositivo que incorpora todas las funcionalidades habituales de Fitbit, como GPS integrado o batería de larga duración. Hay mucho que descubrir en este smartwatch que nos conecta con nuestra salud: allá vamos.
Una app que realiza electrocardiogramas (ECG)
La sensórica del Fitbit Sense ha sido completamente remozada. Por un lado, cuenta con un sensor de frecuencia cardiaca multi ruta, con un algoritmo actualizado; por otro, su tecnología PurePulse 2.0, la más avanzada en el mercado, incorpora un puñado de mejoras clave: sus alertas personalizadas se activan en caso de detectar frecuencias cardiacas anormalmente altas (posible taquicardia) o bajas (posible bradicardia) en relación a nuestros límites habituales.
En cuanto a nuestra salud cardiovascular, Fitbit Sense cuenta con una aplicación de electrocardiogramas que analiza la frecuencia cardiaca en busca de signos de fibrilación auricular, la arritmia más frecuente en el mundo, una causa que afecta a más de 33 millones de personas, un 10% sin identificar. Solo tendremos que colocar los dedos sobre el anillo de acero que rodea la esfera durante 30 segundos y así tendremos una lectura para poder descargar y compartir con nuestro médico de cabecera o especialista.
Esta funcionalidad, ya desde este octubre y vía actualización, se podrá utilizar para realizar un chequeo puntual desde la app, con la validación de las entidades europeas (CE) y americanas (FDA).
Nuevo panel de Métricas de Salud: cómo monitorizar tu bienestar
En Fitbit son conscientes de cómo todas las variables de nuestra salud están interconectadas e influyen en nuestro bienestar. Y en este lanzamiento han apostado por brindar a los usuarios las herramientas para que sean ellos mismos quienes hagan un seguimiento diario de su estado de salud, quienes identifiquen las tendencias y cambios que puedan servir para la detección temprana de síntomas de diversas enfermedades o dolencias.
Con ese objetivo, han aunado la monitorización de todos esos factores en el panel 'Métricas de Salud' de su app. En él se recogen y analizan los datos de la frecuencia respiratoria (media de respiraciones por minuto), la frecuencia cardiaca en reposo (un importante indicador de tu salud cardiovascular), la variabilidad de la frecuencia cardiaca (variación de tiempo entre latidos), el oxígeno en sangre y la variación de la temperatura de la piel (que detecta el sensor especial de Sense y los sensores de todos los smartwatches Fitbit).
De forma sencilla e intuitiva, desde la propia aplicación podremos ir constatando las tendencias habituales y los cambios en nuestro bienestar. El sensor de temperatura cutánea detecta cambios que pueden ser sintomáticos de fiebre, enfermedad o del comienzo de un nuevo ciclo menstrual.
La app registra las variaciones de temperatura durante la noche, ayudando a identificar cualquier cambio inusual, advirtiéndonos de que algo no va bien.
Los miembros Premium con el dispositivo Fitbit Sense podrán consultar en cualquier momento las métricas diarias, nuestras tendencias a lo largo del tiempo y cómo afectan al bienestar. La app mostrará nuevos datos sobre los niveles de SpO2: tanto el rango de saturación de oxígeno en sangre de la noche anterior y la media nocturna, como la evolución a lo largo del tiempo, para apreciar los indicios de cambio en nuestra forma física.
Cuando tu smartwatch te ayuda a gestionar el estrés
Antes de continuar, debemos dar respuesta a qué es el estrés. Como reacción, el estrés es una respuesta del cuerpo a ciertos escenarios de tensión emocional (incluso la ansiedad). Y no hay estrés positivo. Si bien en pequeños episodios pueden ayudarnos a enfrentar peligros y situaciones problemáticas, una exposición continuada (muchos picos agudos) puede convertirlo en dolencia crónica.
Y estamos ante un problema universal: una de cada tres personas lo padece, lo que redunda en problemas derivados o agravados, como la presión arterial alta, insuficiencia cardíaca, diabetes, obesidad, depresión, irregularidades menstruales, irregularidades en la flora intestinal (estreñimiento o diarrea), problemas de memoria, falta de energía o concentración, problemas de la piel como eczemas, complicaciones para dormir, dolores musculares derivados de esta constante tensión (mandíbula rígida, presión cervical, etc).
Es innegable que 2020 está siendo un año estresante para la gran mayoría de nosotros. Y Fitbit, con su nuevo lanzamiento, busca aportar su granito de arena y ayudarnos en la gestión de ese estrés, que no es otra cosa que la manera que tiene nuestro cuerpo de decirnos que estamos abarcando demasiado.
Gracias al sensor EDA que incorpora, Fitbit Sense es capaz de medir la respuesta de tu cuerpo al estrés, de ayudarte a hacer un seguimiento de tu evolución y, en definitiva, de comprender cómo afecta a tu bienestar ese estado de alerta. Así, dentro de la app de Fitbit, el apartado ‘Nivel de gestión de estrés’ será el responsable de calcular el nivel de estrés físico diario en relación con otro grupo de datos (salud cardiaca, sueño y nivel de actividad).
Pero no solo se trata de entender cómo nos influye el estrés, sino de actuar sobre él y de reflexionar sobre las técnicas que nos ayudan a controlarlo y mitigarlo. Con ese objetivo, Fitbit Sense envía notificaciones personalizadas para evitar las causas que lo provocan, pero también sesiones de mindfulness, de meditación para descansar mejor, de entrenamientos o de sesiones de respiración guiada.
Porque aprender a respirar bien es determinante. Incluso puede hacernos más fuertes. Ese oxígeno es el combustible de nuestro cuerpo, y las fases del proceso donde intervienen la inspiración y espiración son más complejas de lo que aparece. Al menos, si queremos que nuestro organismo aproveche todos los beneficios. Igual que hay distintos tipos de respiración (abdominal/diafragmática, intercostal, clavicular) que nos ayudan a aprovechar mejor la capacidad pulmonar, existe una amplia metodología para sacar el máximo provecho.
Por tanto, tratar el estrés y, más importante aún, prevenirlo, es determinante en nuestra salud. Esta es la meta de Fitbit Sense, el nuevo buque insignia de la marca, el reloj wellness más completo del mercado, cuya meta, además de realizar un exhaustivo seguimiento del estado físico, es aportar información para controlar y reducir nuestra carga de estrés.
Para lograr este objetivo, Fitbit Sense cuenta con un sensor EDA (siglas de electrodermal activity), también conocido como sensor del reflejo psicogalvánico (PGR), el cual mide la actividad electrodérmica de la piel. Fitbit ha contado con el asesoramiento de especialistas de diversas prestigiosas instituciones académicas.
¿Y cómo funciona este sensor EDA? Para emplearlo, tan solo hay que ir a la app "Escáner EDA" de Fitbit Sense, iniciar una sesión (desde un "quick scan" de dos minutos a una sesión de 60 minutos) y colocar la palma de la mano sobre el marco del reloj —que es de acero inoxidable de grado médico, cualidad que hace que pueda recoger los impulsos eléctricos—. Después el smartwatch nos invitará a abrir la app para reflexionar sobre nuestro estado de ánimo y nos propondrá una solución, ya sea una sesión de respiración guiada o una de mindfulness.
Además, la app mostrará un gráfico con la respuesta electrodérmica recogida por el dispositivo, y la app móvil analiza estos datos y muestra un timeline con el progreso temporal.
La app valorará en un rango del 1 al 100, siendo la puntuación más alta cuantos menos signos físicos de estrés presente el cuerpo, nuestros niveles de estrés, información que se complementará con recomendaciones para gestionarlo mejor, como ejercicios de respiración y otras herramientas de mindfulness. Esta app pasa a ser accesible a todos los usuarios, y desde la misma podremos establecer un objetivo semanal de mindfulness y recordatorios.
Además de esto, todos los miembros de Fitbit Premium tienen a su disposición un desglose detallado con más de 10 entradas biométricas, como el balance del esfuerzo (impacto de la actividad), la capacidad de respuesta (frecuencia cardiaca, variabilidad de la frecuencia cardiaca y actividad electrodérmica registrada por la aplicación Escáner EDA) y los patrones de sueño (calidad del sueño).
Y todo eso lo podemos aprender con Fitbit Sense: llevar un smartwatch en la muñeca, hoy, sirve para conectar con nuestra salud.
No cabe duda de que el nuevo Fitbit Sense, al igual que el Fitbit Versa 3 con GPS integrado, encapsulan una idea en apariencia sencilla pero muy compleja: ayudarnos a controlar y mejorar nuestra salud. El nuevo smartwatch de Fitbit, con sus cualidades técnicas al servicio de nuestro bienestar, buscar conceder una vida extra a nuestra salud.
Imágenes | Fitbit
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